Así se inventan héroes y heroínas en el nacionalismo populista de la 4T
En un afán por encontrar héroes a como de lugar enarbolando banderas como el nacionalismo posrevolucionario y populista o el indigenismo, tratando de callar demandas como la aplicación de la justicia en estos tiempos violentos que vive el país, el expresidente Andrés Manuel López Obrador y ahora la presidenta Claudia Sheinbaum utilizan versiones ad hoc de la Historia y sus personajes para imponer solamente el proyecto de nación de la Cuarta Transformación sobre otras fuerzas políticas y ciudadanas y para silenciar el escrutinio internacional en la era de la globalización económica.
Como si siguieran un guión establecido para regímenes del PRI que buscan desviar la atención, cuando deben dar con los responsables de crímenes de Estado como la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa o resolver la crisis de desapariciones forzadas en sus administraciones, el expresidente Andrés Manuel López Obrador envió una Comisión de Búsqueda en un buque de las fuerzas armadas a Panamá para recuperar los restos óseos de un general mexicano del siglo XIX, al que le hizo un monumento en Tamaulipas, y pidió al director del INAH explicar sobre la autenticidad de los huesos del último tlatoani mexica, al igual que lo hicieron Miguel Alemán y Luis Echeverría en el ocaso de su mandato, con resultados inútiles.
La actual presidenta Claudia Sheinbaum con el proyecto “Mexicanas Forjadoras de la Patria” pretende “honrar y visibilizar el papel histórico de las mujeres en México” en los siglos XIX y XX, y con la sección -cada jueves- “Mujeres en la historia”, en la mañanera del pueblo, reconocer a quienes abrieron brecha en la ciencia, las profesiones y la educación, entre otros ámbitos, desatendiendo la crisis de violencia, como los feminicidios, y las desapariciones forzadas que dejó su predecesor y que siguen ocurriendo, debido a la inoperancia del sistema de procuración e impartición de justicia mexicano en general.
En un afán por encontrar héroes a como dé lugar enarbolando banderas como el nacionalismo posrevolucionario y populista o el indigenismo, tratando de callar demandas como la aplicación de la justicia en estos tiempos violentos que vive el país, el expresidente Andrés Manuel López Obrador y ahora la presidenta Claudia Sheinbaum, utilizan versiones ad hoc de la Historia y sus protagonistas para imponer solamente el proyecto de nación de la Cuarta Transformación sobre otras fuerzas políticas y ciudadanas, y para silenciar el escrutinio internacional en la era de la globalización económica.
El nacionalismo populista renovado de AMLO
Aunque en 2017, López Obrador viajó a Cantabria, España, a recuperar el acta de nacimiento de su abuelo, quien nació allí y migró a México durante la Primera Guerra Mundial, durante su mandato expresó su descontento con el Gobierno y la Monarquía de ese país.
En 2019, AMLO envió una carta al Rey de España exigiéndole una disculpa pública a México por los abusos cometidos durante la Conquista en el siglo XVI. En 2022, declaró una pausa en las relaciones entre los dos países porque tuvo diferencias con empresas españolas en materia energética, que, según él, durante sexenios previos gozaron de privilegios que buscaban mantener a pesar de la implementación de su Reforma Energética, la cual no se concretó.
La narrativa gubernamental de la Cuarta Transformación de AMLO ha “reavivado el nacionalismo” posrevolucionario del siglo XX, a decir de Gerónimo Gutiérrez (Este País, 2023), “frente a todo lo que proviene del exterior”. La suya fue una política exterior “más defensiva que genuinamente interesada en la articulación internacional de México”.
Este nuevo nacionalismo -definido como “sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su historia y con su realidad”, según el DRAE-, utiliza una versión de la Historia nacional “y también diversos símbolos como elementos clave de su imagen; promoviendo nuevas empresas públicas y el rescate de otras existentes —sobre todo PEMEX y la CFE, así como grandes proyectos de infraestructura que se definen como punta de lanza de un nuevo modelo de desarrollo”, señala Gutiérrez. Como el mismo Tren Maya o el Tren Transístmico.
La reedición del nacionalismo posrevolucionario de la 4T, además de tener el objetivo de consolidar y dar viabilidad al Estado como lo hizo en su momento el PRI, parece solo estar destinado a quienes coinciden con sus ideales políticos, no para “dialogar y construir un proyecto de nación en conjunto con su oposición, ya sean los diferentes partidos o la sociedad misma”, de acuerdo con Gutiérrez, teniendo como resultado la polarización de los mexicanos a nivel ideológico, al añadir también otro ingrediente sobreexplotado en el régimen anterior y su continuidad: el Populismo.
El populismo es una ideología política que puede adoptar diversas formas y enfoques, pero tiende a enfatizar la confrontación con las élites y la promoción de políticas que supuestamente benefician al pueblo, sin embargo, también ha sido criticado por polarizar a la sociedad, que es el caso de AMLO, quien supuestamente se deslindó de las élites o mafias neoliberales que en “el pasado” gobernaban México.
Sin embargo, en lo oscurito benefició a esas “mafias” incluso con contratos para desarrollar sus megaproyectos de infraestructura: Chávez, Slim, Salinas Pliego, Gómez, Azcarraga, González Sánchez, Hank González, Vázquez Aldir, Larrea, etcétera… en lo político, enriqueciendo a las familias López Obrador, Monreal, Alcalde, la Taddei, Durazo, entre un largo etcétera…
Buque con fuerzas armadas a Panamá, drones, georradar, Comisión Nacional de Búsqueda, 9.5 mdp, para crear el héroe de AMLO
A la mitad de la conferencia mañanera del miércoles 6 de marzo de 2024, una reportera preguntó al hoy expresidente las razones de mantener abierta a la fecha la comisión de investigación sobre los restos óseos de Cuauhtémoc, a qué conclusiones han llegado y la evidencia que se conserva en el Banco de México de que los restos que veneran en Ixcateopan, Guerrero, son los del último tlatoani mexica,“aprovechando que usted tiene estas cápsulas de historia”, le dijo.
La comunicadora explicó que Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), le informó que se “hará un homenaje a Eulalia Guzmán, mas no que el Gobierno va a hacer oficial el reconocimiento de los restos de Cuauhtémoc. Y hay evidencia suficiente que demuestran que esos son los restos del último tlatoani mexica, y ojalá usted lo pueda comentar aquí en la mañanera”.
AMLO respondió “si no lo hago yo, lo hará Diego Prieto de explicarnos todo, porque sí, fue un asesinato cobarde de Cortés. Se llevó preso a Cuauhtémoc y a otros. Se lo llevaron a Centroamérica y pasaron por mi pueblo, quemaron sus casas y llegaron a mi pueblo y no había nadie; a la orilla del Usumacinta, ahí ordenó Cortés asesinarlo”.
Ese tema no se volvió a tocar desde el Ejecutivo federal.
Cabe resaltar que la historia de recuperación de los restos óseos de Cuauhtémoc ya es vieja. Surgió a finales de los años cuarenta en el sexenio de Miguel Alemán. Cuando se hacían reparaciones a la Iglesia del Hospital de Jesús, en la calle de Pino Suárez, esquina con República de El Salvador, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, los trabajadores encontraron una urna que se determinó que contenía la osamenta de Hernán Cortés. Y ahí continúan.
“En aquella época existía una pugna entre indigenistas e hispanistas, para mí, historia estéril, ya que no aporta nada a la Historia o a la cultura de México. Lo que motivó que este hallazgo molestara a los que enarbolaban la bandera del indigenismo, sobre todo a la profesora Eulalia Guzmán y al pintor Diego Rivera”, escribió Carlos Orraca Valera en su artículo titulado “Mito y fantasía”, publicado en El Sol de Cuernavaca, en 2008.
Si se descubrieron los huesos de Hernán Cortés, “a como diera lugar tendrían que encontrarse los de Cuauhtémoc”, y como resultado, el 26 de septiembre de 1949 Eulalia Guzmán proclamó a los cuatro vientos que debajo del altar mayor de la Iglesia de Ixcateopan, en el estado de Guerrero, se encontraban los restos óseos del llamado joven abuelo.
Pasaron los años y en el último año de su sexenio -marcado por la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, y por el Halconazo del 10 de junio de 1971, considerados crímenes de Estado- el presidente Luis Echeverría ordenó en enero de 1976 que se creara otra comisión para verificar la autenticidad de la osamenta del último tlatoani mexica.
Aquí la historia ya publicada en este espacio:
Lo que ocurrió en esa mañanera de marzo de 2024 fue antes de que estudiantes de la Normal de Ayotzinapa rompieran una de las puertas y entraran a Palacio Nacional para hablar personalmente con López Obrador sobre los avances de la investigación sobre la desaparición de 43 de sus compañeros en septiembre de 2014.
López Obrador calificó lo sucedido de “provocación”, aunque descartó represalias contra el grupo y no detuvo la conferencia. “No va a escalar, es que lo que quisieran es que nosotros respondiéramos de manera violenta, nosotros no somos represores. Se va a arreglar la puerta y no hay ningún problema, pero lo que quieren es provocar”, manifestó.
Se negó a hablar con los manifestantes y aseguró que representantes de la Subsecretaría de Gobernación los recibirán, y que dentro de “unos 15 o 20 días más” se reunirá con las familias de los 43 para “hablar con ellos y mostrar pruebas de cómo se manipuló la investigación”.
“Lo que me importa es encontrar a los jóvenes, y ya la actitud –no de los padres, sino de los asesores y las organizaciones que supuestamente defienden derechos humanos– es una actitud en el mejor de los casos política, muy de confrontación”, dijo.
AMLO terminó su sexenio encubriendo a los responsables de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en el gobierno de Enrique Peña Nieto:
Mientras los familiares de los estudiantes normalistas se sintieron traicionados por el exmandatario:
El 14 de febrero de 2024, el Senado de la República aprobó que una comisión de 80 militares, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Secretaría de Marina y especialistas de la Comisión Nacional de Búsqueda, además de 13 funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y de la Secretaría de Gobernación (Segob), viajaran a Panamá a buscar los restos de Catarino Erasmo Garza Rodríguez, un general que se opuso al régimen de Porfirio Díaz.
Garza Rodríguez fue un periodista, miembro de logias masónicas, revolucionario y héroe popular mexicano. Oriundo de Matamoros, Tamaulipas. En 1881 acusó al gobierno mexicano de corrupción, despotismo y de maniobras para mantener a Porfirio Díaz en el poder.
Luchó contra el propio Ejército mexicano y se ofrecieron 30 mil dólares por su cabeza. Huyó de México y se unió a colombianos radicales en Costa Rica. Formó parte de los ataques a los Cuarteles de Bocas del Toro, en Panamá, donde murió en 1895.
El entonces senador Germán Martínez, del Grupo Plural, en el dictamen para aprobar dicha comitiva señaló que ese asunto era una cuestión de “narcisismo presidencial”, pues López Obrador escribió un libro sobre el general Catarino Erasmo Garza Rodríguez en 2016.
Kenia López Rabadán, senadora del PAN, cuestionó el envío de los militares a Panamá, mientras las madres buscadoras en México están haciendo rastreos “con sus propias manos y sus propios recursos”.
Monumento y busto, para… 5 centímetros de hueso
El 25 de febrero del año pasado arribó el buque que transportaba a la comitiva mexicana a Boca del Toro, Panamá, sin permisos ni convenios para la excavación y búsqueda del general revolucionario. Cuatro días después se autorizaron las excavaciones en un cementerio de Isla Colón, en esa localidad.
Aunque, según el portal Animal Político, desde agosto de 2022, AMLO comisionó a la embajadora de México en la República de Chile, Laura Beatriz Moreno Rodríguez, para localizar, exhumar y repatriar los restos mortales del general.
En mayo de 2024, López Obrador informó que habían localizado los restos óseos del general Catarino Erasmo en Panamá y que se repatriarían a México.
Familias de víctimas de desaparición en México calificaron la acción presidencial como una burla, pues la mitad de los 243 empleados de la Comisión Nacional de Búsqueda habían sido despedidos en diciembre del 2023 y 93 de los que quedaban fueron enviados a buscar la osamenta del héroe de AMLO a Panamá, en un momento en que las desapariciones en territorio mexicano no paraban.
“Es algo absurdo que estén buscando en otro lugar, que estén buscando a una persona de muchísimos años. Es una burla, una burla que cómo van a ir a buscar a alguien que tiene tantísimos años y para esto sí hay intenciones, sí hay personal y para los nuestros no los hay, es una burla, es un enojo”, dijo Lidia Lara, integrante del Colectivo Justicia y Dignidad, el día que zarpó el buque desde Veracruz.
Aunado a que dos meses antes, marzo de 2024, colectivos de búsqueda de desaparecidos y ONGs denunciaron que del padrón del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) y la Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada, el Gobierno federal “rasuró” 10 mil 953 nombres de los registros de personas desaparecidas y buscadas, quedando en 110 mil 964 a 99 mil 729.
Para el héroe de AMLO no se escatimó presupuesto, ni equipo sofisticado, ni personal de las fuerzas armadas, ni diplomático, ni especialistas en búsqueda de restos humanos, ni genetistas.
Se empleó un dron de carga y un georradar especial llevados desde la Ciudad de México, “dos expertos mexicanos entrenados en la búsqueda de las decenas de miles de personas desaparecidas en el país, sobrevolaron el área a metros del mar de aguas cálidas y verdeazules de Isla Colón, la isla más poblada del pintoresco archipiélago de Bocas del Toro, en la esquina noroeste del istmo de Panamá”, según Animal Político, quien detalló el presupuesto empleado mediante una solicitud de información al INAI.
Se tomaron “muestras del suelo del cementerio antiguo de la isla y registraron la profundidad y el ancho de las tumbas. Aplicaron la fotogrametría, algo como topografía pero con drones, y lograron imágenes aéreas de todo el cementerio y un escaneo 3D. La lluvia complicó la tarea porque ni el georradar ni el dron podían mojarse”, de acuerdo con la investigación periodística.
El costo del capricho de AMLO costó a los mexicanos por lo menos: 9.5 millones de pesos.
El 23 de septiembre de 2024, AMLO depositó los restos (cinco centímetros de hueso, por lo que no se puede llamar restos óseos ni osamenta) del revolucionario antiporfirista, Erasmo Catarino Garza Rodríguez, en un nicho, junto al busto y monumento que el escultor Pedro Reyes realizó en su memoria, junto al puente Puerta México, en Matamoros, Tamaulipas, de donde era originario.
Las “próceras” de museo de Claudia Sheinbaum
Al seguir a su antecesor, la presidenta de México también recurre a heroínas o “próceras” del siglo XIX y siglo XX, ajustando la versión histórica de estas mujeres según convenga al segundo piso de la Cuarta Transformación.
En 2023 cuando todavía era jefa de Gobierno de la CDMX, Sheinbaum Pardo develó las esculturas de Dolores Jiménez y Muro, Elvira Carrillo Puerto, Agustina Ramírez Heredia y Hermila Galindo, en el “Paseo de las Heroínas” en la avenida Reforma, “para visibilizar el papel de la mujer en la historia de México”.
También están la de Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Gertrudis Bocanegra, Sor Juana Inés de la Cruz, Margarita Maza, Sara Pérez Madero, Juana Belén Gutiérrez, Carmen Serdán Alatriste, Matilde Montoya y la escultura “Mexicanas Anónimas Forjadoras de la República”.
A su vez, el área de Fomento Cívico, de la Secretaría de Gobernación, ahora que Claudia Sheinbaum ya es presidenta de México, ofrece una exposición virtual “Mexicanas Forjadoras de la Patria”, una serie de 49 de retratos de 19 heroínas del siglo XIX y siglo XX, del periodo de la Independencia y la Reforma, así como de la Revolución, y una sola del periodo novohispano: Sor Juana Inés de la Cruz.
Junto con ello se izará la Bandera Nacional en sus natalicios y aniversarios luctuosos como se hace con “Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, Benito Juárez, o Emiliano Zapata”, entre otros héroes nacionales. Una manera de hacer equidad y paridad de género post mortem.
Desde el jueves 3 de octubre, la subsecretaria de Educación Básica de la SEP, Angélica Noemí Juárez Pérez, presenta la sección “Mujeres en la historia” en la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, para también “reconocer a las mujeres que abrieron brecha en la ciencia, las profesiones y la educación, entre otros ámbitos”.
Juárez Pérez explicó que se trata de eliminar el estereotipo de que ellas participaron en movimientos libertarios, sociales y políticos impulsadas por “el corazón”, o sólo por estar vinculadas a un hombre.
Comenzó con “Las amotinadas de Miahuatlán, Oaxaca”, incluida en el libro “Documentos históricos mexicanos” de Genaro García, publicado en 1910 y que es una recopilación de 56 expedientes de mujeres partícipes en el movimiento de Independencia.
Para ilustrar esta discriminación, citó el libro “Evolución del Pueblo Mexicano” de José María Bonilla, donde se asienta a Miguel Hidalgo como “cerebro” y a Josefa Ortiz como el “corazón” de la lucha de Independencia, cuando en realidad ella fue planeadora, conspiradora y estratega.
Otro ejemplo es Leona Vicario, “criolla, hija única, heredera de minas en Zacatecas, culta e ilustrada, participante de la insurgencia, dos veces detenida en un convento apenas iniciando los veinte años”. Con todas estas características, Lucas Alamán la acusa de actuar con “heroísmo romancesco”, es decir, por seguir a su marido.
Vicario le respondió en una carta: “confiese usted que no sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres; que son capaces de todos los entusiasmos, y que los deseos de la gloria y libertad de la patria no les son unos sentimientos extraños”.
La subsecretaria de Educación Básica invitó a maestras y maestros a utilizar estos recursos en la enseñanza de niñas, niños y adolescentes.
Versión romántica de Nellie Campobello
El pasado 07 de noviembre, al conmemorar el natalicio de la bailarina y escritora Nellie Campobello, la subsecretaria de Educación Básica, Angélica Noemí Juárez Pérez, presentó la “historia” de esta heroína pero romantizada.
Omitiendo las violaciones a los derechos humanos de las que fue víctima Campobello en los últimos años de su vida a manos de sus cuidadores (compadre Claudio Niño Cifuentes y esposa) y del aboganster Enrique Fuentes de Léón, quien, en contubernio con la Procuraduría General de Justicia del entonces Distrito Federal, la despojó de sus bienes y patrimonio.
Siendo uno de los primeros casos que le tocó resolver a la entonces recién creada (1998) Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), cuyo Ombudsman, Luis de la Barreda, y visitadores actuaron con tibieza y “sin dientes” para hacerle justicia a la bailarina, quien estuvo desaparecida de la escena pública 13 años y sin que ningún funcionario del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) o de la Compañía Nacional de Danza y Escuela Nacional de Danza, que lleva el nombre Nellie y Gloria Campobello, preguntaran por su paradero.
Fue hasta 1998 que un grupo de periodistas que cubrían la fuente de la danza lo denunciaron en la CNDH, como lo narra la periodista Clara Guadalupe García en su libro de investigación “Nellie, El Caso Campobello” (Cal y Arena, 2000), y luego de investigaciones se descubrió que la bailarina y escritora había muerto en 1986 en el más absoluto abandono y miseria, perpetrado por sus secuestradores y ladrones de su vida y pertenencias.
La funcionaria de la SEP solo habló de la importancia de “recuperar su biografía porque es muy importante hablar de las mujeres que contribuyeron a las artes en nuestro país, puesto que éstas permiten a las personas tener un desarrollo integral, y Campobello, dedicada especialmente a la danza y a la literatura, representa un pilar fundamental en ese camino”.
Y como si leyera las “biografías” que comprábamos en las papelerías, la funcionaria de la SEP exaltó de Nellie Campobello su narrativa de su novela “Cartucho”, que capturó la “esencia” de la Revolución Mexicana.
“Una perspectiva única, la de una niña pequeña que vivió los acontecimientos en el norte del país. Lo que nos recuerda que la historia no sólo la construyen los adultos, sino también las niñas, los niños y los adolescentes que, en su momento, vivieron y presenciaron esos eventos”.
Y, junto a su hermana Gloria, “impulsó el desarrollo de la danza y la coreografía en el México posrevolucionario, contribuyendo a la creación de instituciones y proyectos que consolidaron este arte escénico en el país. Juntas lograron posicionar la danza como una forma de expresión que no solo es artística, sino también social y popular”, remató Juárez Pérez.
Si así estań las biografías edulcoradas de las mujeres que quiere hacer “próceras” la Cuarta Transformación de Claudia Sheinbaum, no esperemos que mencione ni por equívoco a, para algunos sectores de la sociedad mexicana, las verdaderas heroínas del siglo XXI actuales y de “carne y hueso” como las madres buscadoras de víctimas de desaparición forzada. Ellas se enfrentan a los ataques y amenazas físicas del crimen organizado, de cárteles de las drogas; a los ataques y persecusiones reales y medíaticas también desde el mismo poder político.
No fueron recibidas por AMLO por razones electorales o, según él, porque eran utilizadas por sus “adversarios políticos” para atacar y desestabilizar a su administración. Como a la sonorense Ceci Flores —madre buscadora que junto a otras mujeres y familias han localizado alrededor de 3 mil mujeres y hombres desaparecidos en fosas clandestinas.
Además, desde la toma de protesta de AMLO en diciembre de 2018 al mes de septiembre del 2024, habían desaparecido en México un total de 11 mil 190 mujeres.
De acuerdo con información de InSight Crime, al menos 15 Madres Buscadoras han sido víctimas de homicidio de 2010 a 2022, mujeres quienes además de enfrentar la pérdida de sus seres queridos, sortean la violencia del crimen organizado.
Por otra parte, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en la incidencia delictiva del fuero común, del 1 de diciembre de 2018 al 31 de enero de 2024 se registraron en México 4 mil 817 casos de feminicidios.
A finales de agosto de 2024, la entonces secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez, informó que el feminicidio había bajado 37.6% en el mes ya referido respecto a diciembre de 2018, sin embargo, a pesar de esta notable baja en la incidencia, se dejó en claro que continuarán las acciones de prevención, persecución y sanción de la violencia hacia las mujeres. Sin dar más detalles, la titular de la SSPC afirmó que estos resultados se deben al esfuerzo conjunto con todas las dependencias del Gabinete de Seguridad, con las fiscalías y las policías estatales.