Ismael Zambada, El Amo…

En un intento por agradar al presidente Donald Trump, quien se encuentra en la antesala de la aplicación de aranceles del 25 por ciento a los productos mexicanos de exportación hacia Estados Unidos, porque “México no hace lo suficiente para combatir el tráfico de drogas”, el gobierno mexicano entregó en extradición a 29 importantes narcotraficantes.
La entrega en extradición de esos capos de las drogas, algunos de los cuales, como en el caso de Rafael Caro Quintero, llevaban décadas luchando en tribunales para evitar su entrega a la justicia norteamericana, también fue en forma de tributo al gobierno de Donald Trump, como parte de las negociaciones para buscar la repatriación de Ismael “El Mayo” Zambada.
Hay que recordar que apenas en el inicio de esta semana, ante la amenaza de recibir la pena de muerte en Estados Unidos -al negarse a ser testigo protegido- “El Mayo” Zambada hizo pública una carta en la que amenaza con “colapsar las relaciones México – Estados Unidos”. A cambio, exigió una operación diplomática de parte del Estado mexicano para que se le repatrié.
Argumenta secuestro
El argumento de “El Mayo” Zambada, según la carta que entregó al consulado mexicano en Nueva York, por cuenta de su abogado, Juan Pablo Penilla Rodríguez, es que el capo y líder del Cártel de Sinaloa no se entregó voluntariamente a la DEA, el 25 de julio del 2024.
De acuerdo a su propia versión hecha pública en la amenazante carta, “El Mayo” habría sido secuestrado por Joaquín Guzmán López, de Los Chapitos, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Escribió “El Mayo” que él fue llevado a Estados Unidos y entregado a la autoridad judicial de ese país, contra su voluntad.
Reiteró que fue víctima de secuestro por parte de un gobierno extranjero, y concluyó que el proceso penal al que estaba siendo sujeto es a todas luces ilegal y violatorio de sus derechos más elementales, como el de contar con una orden de aprehensión o ser informado de su arresto con fines de enjuiciamiento.
Bajo ese argumento, “El Mayo” Zambada exigió públicamente al gobierno de México que hiciera lo necesario para que se le exigiera al gobierno norteamericano la debida repatriación, recordando -más bien amenazando- que no de hacer lo propio el Estado mexicano, él, “El Mayo” podría hacer que colapsaran las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos.
Movilizó a todo el Estado
Apenas Ismael “El Mayo” Zambada dictó su reclamo de ayuda inmediata por parte del gobierno mexicano, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y la misma presidenta Claudia Sheinbaum, salieron a manifestar sendas posturas de apoyo sobre la petición hecha por el narcotraficante.
La presidenta Sheinbaum dijo que “más allá del personaje de que se trata, en el caso de Ismael Zambada, el Estado mexicano estaba obligado a exigir la repatriación” del connacional, sobre todo porque pendía la pena de muerte, y el Estado no puede dejar a ningún mexicano en esa incertidumbre.
Por su parte, el Fiscal Gertz Manero, en una conferencia presidencial, hablando a “El Mayo” Zambada más que a la periodista que lo cuestionaba, dijo que la FGR, desde el momento en que se dieron los hechos del secuestro del Mayo, “se ha insistido en cuatro ocasiones para exigir la repatriación”, pero el gobierno norteamericano ni dio respuesta a los reclamos.
Aun así, el Fiscal Gertz Manero dijo que es deber del Estado mexicano seguir haciendo la gestión de repatriación de “El Mayo” Zambada. No estableció plazos, pero dijo que se continuará haciendo la gestión porque “El Mayo tiene tres órdenes de aprehensión que tienen que atender ante la FGR”.
¿Qué sabe el Mayo?
Por la forma en que se han dado los hechos, en donde el principal narcotraficante mexicano en los últimos 45 años ha puesto de rodillas al Estado mexicano y a su clase gobernante, permanece la duda: en el ideario del colectivo mexicano se sembró una suerte de fatídica realidad, la sumisión del Estado ante el Narco.
Si hasta antes de este episodio se sospechaba de una relación entre narcos del Cártel de Sinaloa con la clase gobernante emanada del partido Morena y promotores de la Cuarta Transformación y su Revolución de las Conciencias, ahora no hay lugar a dudas sobre los favores que debe el Estado y su clase gobernante al Cártel de Sinaloa.
La amenaza de El Mayo, como nunca se había visto por parte de un narcotraficante de ese peso y poder, tiene que estar soportado en la realidad de los favores económicos que han recibido diversos políticos de la 4T, los que fueron financiados en sus campañas políticas por las arcas del crimen organizado.
El colapso al que se refiere El Mayo Zambada que puede protagonizar, en otras palabras es el esclarecimiento público para conocer, de voz de El Mayo, con cuánto, cómo y a quién se financió en el pasado para hacer posible la instalación del modelo político de la Cuarta Transformación, abanderada por Andrés Manuel López Obrador.
Por es razón, por los acuerdos establecidos entre el Cártel de Sinaloa y la clase política de la Cuarta Transformación es que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha tomado la decisión de ir al rescate de El Mayo Zambada, tal como lo hizo el mismo López Obrador cuando rescató de la prisión vitalicia al general Salvador Cienfuegos Zepeda.
Quieren al Mayo a costa de lo que sea
La presidenta Sheinbaum quiere al Mayo de regreso a suelo nacional, no tanto por ejercer la función del Estado para rescatar a cualquier connacional en riesgo de pena de muerte frente a un Estado extranjero. Quieren de regreso al Mayo para mantener un control de daños más exacto, sin riesgos.
Si el Estado mexicano acudiera al rescate de cada mexicano, como ahora lo hace frente al reclamo de El Mayo Zambada, por lo menos una docena de presos mexicanos sentenciados a pena de muerte hoy estarían recibiendo la asistencia de la FGR y la presidenta Claudia Sheinbaum. Pero no es así. La totalidad de los mexicanos condenados a muerte en Estados Unidos ni siquiera han recibido una carta de la presidenta.
Como parte de los esfuerzos del Estado mexicano para repatriar al Mayo Zambada se ha llegado al absurdo de entregar a 29 presos reclamados en extradición por Estados Unidos, a fin de que la Fiscalía del vecino del norte pueda entregar a El Mayo Zambada.
Entre los presos que fueron entregados en extradición a Estados Unidos se encuentra Rafael Caro Quintero, el que fuera socio de El Mayo Zambada cuando ambos estaban al frente del Cártel de Sinaloa. Caro Quintero fue entregado al gobierno norteamericano, pese a que durante 27 años había estado ganando el juicio de extradición.
El contrasentido de este caso es que Rafael Caro Quintero al ser entregado a la justicia norteamericana, bajo la acusación formal de haber asesinado al agente encubierto de la DEA, Kiki Camarena, al capo mexicano le espera una sentencia de pena de muerte, por el supuesto de haber asesinado a un agente de la justicia norteamericana.
El Mayo Vale 29 narcos de peso pesado
Para congraciarse con el gobierno norteamericano, en espera de que no haya peros en la repatriación de El Mayo Zambada, este jueves 27 de febrero fueron 29 narcos los que se entregaron a la justicia norteamericana, sin importar que sus casos estaban sólidos con negativas de extradición.
Sí, la mayoría de los extraditados fueron violentados en sus derechos, dado que sus respectivos jueces les habían otorgado el derecho de no ser entregados a la justicia norteamericana. El Fiscal Gertz Manero fue el que negoció con diversos jueces la entrega de las órdenes de extradición, violentando para ello la ley de la materia.
La lista de los extraditados
De acuerdo a la versión oficial sobre el proceso de extradición, este día fueron entregado al gobierno norteamericano 29 presos, líderes todos ellos del narcotráfico mexicano, con delitos cometidos en Estados Unidos.
Todos los remitidos en extradición se encontraban en cárceles federales de máxima seguridad; 11 de ellos estaban en el Cefereso No. 1, de Almoloya; dos estaban en el Cefereso No. 4, del Noroeste, en Nayarit; otro fue trasladado del Cefereso No. 8 Norponiente, en Sinaloa; dos presos salieron del Cefereso No. 11, en Sonora; tres del Cefereso No. 12, de Guanajuato; otros presos salieron del Cefereso No. 13, de Oaxaca; otro del Cefereso No. 15, de Chiapas y otro mas del Cefereso No. 17 de Michoacán. Otros presos salieron de cárceles de la CDMX y uno mas del Estado de Guerrero.
A una corte de Chicago, Illinois, fueron llevados José Ángel Canobbio Inzunza, alias “El Güerito” y/o “El 90”, líder del grupo armado “Los Chimales”, quien realizaba tareas de protección de “Los Chapitos”.
También a esa misma corte fue remitido Norberto Valencia González, alias “Socialitos”, operador financiero para el “Cártel de los Beltrán Leyva”, que lavaba dinero a través de cinco empresas.
A una corte de Houston, Texas, fueron enviados Evaristo Cruz Sánchez, “El Vaquero”, líder regional del “Cártel Golfo”. José Alberto García Vilano, alias “La Kena”, líder del grupo de “Los Ciclones” en Matamoros, Tamaulipas. Alder Alfonso Marín Sotelo, requerido por el delito de homicidio, en agravio del oficial Ned Byrd, en el condado de Wake, en Carolina del Norte.
En la corte de McKinney, Texas, se recibió a Lucio Hernández Lechuga, alias “Z-100” y/o “El Lucky”, líder regional de “Los Zetas” en Veracruz, Oaxaca y Puebla, dedicado a la venta de droga, asaltos a camiones, robo de combustible, acopio de armas y narcomenudeo.
A esa misma corte fue direccionado Ramiro Pérez Moreno, alias “El Rama”, líder regional del cártel “Los Zetas”. José Rodolfo Villareal Hernández, alias “Gato”, jefe operativo del Cártel de los Beltrán Leyva. Miguel Ángel Rodríguez Díaz, alias “Alfa Metro”, líder regional del cártel “Los Zetas” con zona de operación en la zona norte de Coahuila.
A la corte de Nueva York fue enviado Rafael Caro Quintero, alias “El R-1”, líder fundador del “Cártel de Guadalajara” y fundador del Cártel de Caborca. Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, el mismo que se convirtió en el líder del “Cártel de Juárez”.
A la corte de Phoenix, Arizona, fue enviado José Bibiano Cabrera, alias “El Durango”, jefe de plaza del Cártel de Sinaloa, vertiente de “Los Chapitos”, en el municipio de Altar, Sonora. Andrew Clark, alias “El Dictador”, fungía como enlace logístico con el CJNG y el Cártel del Pacífico.
También para allá fueron enviados Héctor Eduardo Infante, jefe de plaza de la célula delictiva “Los Rusos” vinculada al “Cártel de Sinaloa”, mismo que fue fundador de la banda denominada “Los Infantes”. Inés Enrique Torres Acosta, alias “El Kiki Torres”, jefe de seguridad de “El Mayo Zambada”.
Además de José Guadalupe Tapia Quintero, alias “Lupe Tapia”, lugarteniente del Cártel Sinaloa, operador de alto rango de “El Mayo Zambada”, y Jesús Humberto Limón López, alias “El Chubeto”, líder fundador de “Los Cazadores-Cártel de Sinaloa”, grupo afín a Los Chapitos.
A la corte de San Antonio, en el estados de Texas, fue enviado Jesús Alberto Galaviz Vega, alias “Z-13”, Líder del Cártel de Los Zetas, mismo que coordinaba la distribución de droga en Coahuila y Tamaulipas. Luis Gerardo Méndez Estevane, alias “El Tío”, Perteneció al grupo delictivo “Los Aztecas”, brazo armado de “La Línea”, actualmente “La Empresa”, con operación en Chihuahua. Además de Carlos Alberto Monsiváis Treviño, alias “La Bola”, líder del cártel del Noreste.
A una corte de Washington, D.C., fueron trasladados Carlos Alfredo Vázquez, mando operativo del Cártel Jalisco Nueva Generación. Rodolfo López Ibarra, alias “Nito”, jefe plaza de la célula delictiva “Los Beltrán Leyva” en Nuevo León. Antonio Oseguera Cervantes, alias “Tony Montana”, principal operador financiero y logístico del CJNG.
Así como Alfredo Rangel Buendía, alias, “El Chicles”, líder regional del Cártel de Los Zetas. Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z-40”, ex líder de Los Zetas y fundador del Cártel del Noreste, y Oscar Omar Treviño Morales, alias “Z-42”, considerado uno de los principales generadores de violencia en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, además de Erick Valencia Salazar, alias “El 85”, líder de “Los Matazetas”.
A la corte del distrito de White Plains, en Nueva York, fueron remitidos José Jesús Méndez Vargas, alias “Chango”, líder y fundador de “La Familia Michoacana”, e Itiel Palacios García, alias “Compa Playa”, líder regional y operador financiero del CJNG en Oaxaca y Veracruz.
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