Se avizora crisis entre cafetaleros mexicanos
La otra arista en la comercialización nacional del café es el rebrote de la plaga de La Roya, un hongo que en los últimos 20 años se había mantenido preservado, pero que ha rebrotado en el último año con un nivel de siniestración elevado que ha afectado los cultivos en los estados de Veracruz, Puebla, Oaxaca y Chiapas, los graneros del café mexicano

El cultivo de café mexicano se perfila hacia una severa crisis: en menos de un año ha disminuido en casi un cincuenta por ciento la superficie de siembra en los tres principales estados productores de grano. Entre las causas por lo que ha dejado de ser atractiva esta siembra, destacan los problemas de sanidad y el bajo precio del mercado.
Y es que el 90 por ciento de la comercialización de las cosechas de café de todo el país se monopoliza entre la firmas Nestlé, Punta del Cielo e Italian Coffee, las que han empujado de tal forma a la baja el precio de referencia, que ya resulta incosteable la producción cafetalera para miles de productores.
La otra arista en la comercialización nacional del café es el rebrote de la plaga de La Roya, un hongo que en los últimos 20 años se había mantenido preservado, pero que ha rebrotado en el último año con un nivel de siniestración elevado que ha afectado los cultivos en los estados de Veracruz, Puebla, Oaxaca y Chiapas, los graneros del café mexicano.
Los esfuerzos que hace el gobierno federal, a través de la Secretaría de Agricultura, para el control de la plaga del café, no han sido del todo eficientes. Solo en el norte de Puebla La Roya sigue sin control, lo que ha hecho de miles de cafeticultores opten por el abandono de sus tierras.
Lo mismo está ocurriendo en el estado de Chiapas y Oaxaca, en donde productores han comenzado a optar por el ingreso de otros cultivos en las tierras que antes eran destinadas a la siembra del café. En el mejor de los casos, cientos de hectáreas de cultivos de café ahora son utilizadas para el pastoreo de ganado.
La crisis en la que ha entrado el cultivo de café ha dado pauta a otro fenómeno: el ingreso de café de los países centroamericanos para abastecer el mercado nacional, lo que ha hecho que el precio del poco café que se logra en México se mantenga en una baja permanente, sin posibilidad inmediata de una recuperación económica saludable.
Para encarar el problema de la sanidad que afecta al café, como parte del programa para el control y combate del hongo de La Roya, el gobierno mexicano destinó durante el 2024 una cantidad cercana a los 60 millones de pesos. En lo que va de este año aún no se determina el monto que se aplicara para los programas de sanidad vegetal, de cuyo fondo siguen dependiendo miles de productores.
Tal es la crisis del café mexicano que en los cinco anteriores ciclos de producción no se alcanzó siquiera el 70 por ciento de los montos establecidos históricamente. En la cosecha del año 2000 se alcanzó una producción de 6 millones 192 mil sacos de 60 kilos. Para la cosecha del 2014 la producción descendió a 3 millones 187 mil sacos de 60 kilos. Al termino del 2016 la producción alcanzó apenas los 2 millones 100 mil sacos de 60 kilos. En el 2020, fue de un millón 100 mil sacos de 60 kilos, mientras que en el 2024 se logró una cosecha nacional de menos de un millón 120 mil sacos de 60 kilogramos.
De acuerdo a cifras de la Comisión de Agricultura de la Cámara Federal de Diputados, el 83 por ciento de la producción de café se destina a la exportación a 52 países del mundo, en tanto que el 17 por ciento se queda para el abasto del mercado nacional, lo que beneficiaba a 282 mil productores pequeños y medianos.
A la fecha, se estima que el padrón de productores ha descendido a casi 201 mil cafeticultores, los que ahora cultivan casi la mitad de la superficie productiva que se mantenía activa hasta hace tres años. Chiapas es el primer productor de café con una participación de 34.8 por ciento, Veracruz con 25.2 por ciento, Oaxaca y Puebla con un 28%, por lo que en estos cuatro se concentra el 88 por ciento de la producción nacional.
La producción de café que se venía haciendo en México hasta el 2024, colocó a nuestro país como uno de los cinco más importantes países productores del grano. Pero la crisis por la que cruza ese cultivo podría hacer que en este mismo año México descienda de forma considerable en esa misma escala, donde se cuantifica principalmente la exportación de café.
Contratos leoninos
Al devastador panorama que afronta el café mexicano, a causa de la crisis de sanidad que encara, se suma la leonina comercialización a la que empujan las empresas trasnacionales que mantienen el control de los mercados del café.
Empresas como Nestlé, propietaria de Nescafé, así como Punta del Cielo e Italian Coffee, han desplegado su fuerza de venta, la que actúa a través de organizaciones de cafeticultores, para comprar el 100 por ciento de las cosechas, bajo contratos que no pueden cumplir los productores.
Las trasnacionales ofrecen precios de referencia muy elevados, en función de que la producción de café sea elevada. Si la producción de café disminuye los volúmenes establecidos por las empresas, entonces los montos de pago bajan en la misma proporción.
Eso ha hecho que el precio de café, que en el mercado internacional se mantiene a la fecha a razón de 4 pesos con 70 centavos el kilogramo, descienda en muchas de las regiones de Puebla, Veracruz y Chiapas a razón de hasta Un peso con 10 centavos el kilogramo del grano.
El problema de la comercialización del café con las empresas trasnacionales es que se finca en convenios de compraventa que en ocasiones son hasta por diez ciclos de producción. De acuerdo a la Sagarpa, la mayoría de los cafeticultores de los principales estados productores se encuentran atados con ese tipo de convenios, los que en ocasiones resultan rentables solo en el primer ciclo de producción.
A la comercialización que proponen las grandes trasnacionales de café se suma la presencia de “Los Coyotes”, en muchas ocasiones organizados por los presidentes municipales de las principales zonas cafetaleras del país, los que convienen en lo privado compras “seguras” a precios con hasta un 60 por ciento debajo del precio de mercado.
Sin respaldo oficial
Aun cuando la mayor parte de la producción nacional de café se concentra en los estados de Puebla, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, en esas entidades no existen programas oficiales encaminados a mejorar la sanidad vegetal.
Eso es lo que ha provocado que la plaga de Roya que se registra con mayor intensidad en Puebla, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, siga avanzado. Allí, los cafeticultores tienen que sujetarse a los lentos tiempos de la federación para combatir el problema, a partir de los escasos recursos económicos que se les otorga para ello.
Los productores de café, no tienen ningún tipo de apoyo del gobierno federal, ya no solo para el combate a la plaga de la Roya, sino para la comercialización de sus cosechas, como la venían teniendo hasta hace tres años, cuando se les capacitaba y asesoraba en los contratos que hacían con empresas particulares, fueran nacionales o extranjeras.
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