Si muere mojado es igual que si a un hombre… lo mataran colgado

14b654fa-afa6-4ce2-94f9-5697ebfb57a9

Estas son las últimas líneas de la canción <<La Torre de Babel>> del grupo chileno Los Tres. En ella se narra la historia de Gabriel, un cigarro fanático de nadar en el río. La canción, en palabras de la banda, es un intento de narrar una fábula propia, ya que no consideraban los eventos históricos que rodean a la pieza musical, si no la realidad que estaban viviendo en aquel momento: lectura de historias y fábulas varias. Esto permite una <<libre>> interpretación de la misma, por lo que podemos tomar estas últimas líneas y preguntarnos: ¿Qué orillaría a un hombre a condenar su vida a la horca?

Estos últimos días, gracias al gobierno tan déspota en el que vivimos, las críticas y la búsqueda de los motivos que impulsan la violencia repetitiva que, diariamente, se presentan en México han llevado al banquillo de los acusados a los <<narcocorridos>>. El chivo expiatorio favorito del gobierno desde los años 2000 ha sido la música regional mexicana, especialmente, su variante de <<corridos>>, así como sus modernas versiones: narco corridos y corridos tumbados.

Algo que debemos destacar es que la música ha servido como medio de protesta desde hace años. Tenemos como una muestra la <<Sinfonía de los Adioses>> de Haydn, compuesta en 1772. Pieza musical que se divide en 4 partes o <<movimientos>>; y en cuyo movimiento final, mientras se aproxima el final, los músicos comienzan a abandonar la sala. Esto en consecuencia de la necesidad que tenían los músicos por regresar a casa, debido a que se veían obligados a estar junto al príncipe Esterházy durante sus vacaciones, lo que los obligaba a separarse de sus familias por periodos largos. He aquí uno de los, posibles, primeros indicios de la revolución que significa la música.

Allá donde corre la sangre, corre la música.

Un par de cientos de años después, durante el siglo XX, en México se estaba desarrollando uno de sus acontecimientos más sangrientos: La Revolución mexicana. Evento en el cual, miles de personas del común, principalmente campesinos, se unieron al levantamiento armado buscando una mejoría en su estilo de vida. Las consecuencias que llegarían después de estos hechos no serán revisadas aquí, ya que, lo importante a destacar es la popularización de los <<corridos>>.

Durante aquellos años llenos de desconcierto y violencia, el medio principal por el cual se hacían llegar las noticias del país a la población, principalmente a todos aquellos que eran analfabetas, que, según lo registrado en los censos de 1895 y 1930, era de un 82% a un 61%; eran los corridos. En ellos se narraban los diferentes acontecimientos que ocurrían a lo largo de los varios frentes en el país, así como las varias peripecias que orillaban a las y los involucrados en aquella cruenta guerra.

Corridos de la Revolución Mexicana

Cambia la letra, pero no la tonada

Tiempo después, como bien menciona Luis Astorga, se le adosó el prefijo <<narco>> con la intención de estigmatizar el género y, de alguna manera, separar al corrido del narcocorrido. Todo esto con la intención de <<proteger>> a la población del lenguaje y la narración de los hechos tan cruentos que, día con día, se viv(en)ían. En 1987, de la mano de Francisco Labastida Ochoa, gobernador de Sinaloa; se realizó una primera petición para prohibir la difusión de los narcocorridos. Petición que tendría respuesta el 5 de diciembre de 2001, cuando la Comisión de Comunicaciones y Transportes de la LVIII Legislatura del Senado de la República, conformada por miembros del PAN, PRI y PRD, emitieron una serie de puntos, amparados en el artículo 63 de la Ley Federal de Radio y Televisión, así como la fracción I del artículo 64. Estos mencionan, de manera general, que no se deberá usar el lenguaje de manera irrespetuosa o agresiva violentando los oídos de la población civil, así como la transmisión de mensajes que <<perjudiquen>> la seguridad nacional, entre otros detalles.

Curiosamente, siguiendo lo señalado por los artículos anteriormente mencionados, habría que revisar algunos de los contenidos que actualmente se distribuyen tanto en la radio como en la televisión, siendo que estos, además del lenguaje que pueden llegar a utilizar, las imágenes en las que se basan son aquellas que tienen en su cotidianeidad. Además que, siendo fieles a sus raíces, los, mal llamados, <<narcocorridos>> sirven para que las noticias reales lleguen a oídos de la gente y si estos han ido cambiando a una narración aún más violenta, es a consecuencia del violento estado en el que se vive.

Citando la fracción I del artículo 64 de la Ley Federal de Radio y Televisión (LFRT): <<No se podrán transmitir noticias, mensajes o propaganda de cualquier clase, que sean contrarios a la seguridad del Estado o el orden público>>. Y la pregunta aquí es: ¿En qué momento se ha mostrado que sea contrario a lo que la <<seguridad del Estado>> ha realizado a lo largo de los años? Ya que, como bien señala Comité Cerezo México: Lo que necesita un <<Estado Terrorista>> como el de México es controlar el mensaje que llega a la población, manteniendo así la idea de que la lucha contra el <<enemigo interno>> se hace por el bien de la nación, cuando, en realidad, los cárteles son simples grupos paramilitares al servicio del estado con los cuales logran atentar contra la población civil.

Con esto en mente, podemos llegar a la conclusión de que el <<enemigo>> no son los narcocorridos o los corridos tumbados, estos son el reflejo de la sociedad en la que viven. Si actualmente se manejan temas tan explícitos, llenos de violencia y adulación al poder, se debe a que el mismo estado se ha encargado de enaltecerlos por debajo del agua. Lo que nos permitiría responder la pregunta del principio: ¿Qué orillaría a un hombre a condenar su vida a la horca? La verdad que el estado no quiere que se sepa.

Por último, una reflexión provocada por la presidente Claudia: Ella incita a componer corridos tumbados que enaltezcan el amor, la paz, la felicidad y el desamor, sin embargo ¿no sería esto una falta al artículo 64 de la LFRT, en su fracción I, ya que se estaría enviando un mensaje que, verdaderamente, va en contra de la <<seguridad del Estado>>?

Loading