Asesinan a estudiante normalista en Michoacán

Tras casi una semana desaparecido, este viernes 18 de abril fue hallado el cuerpo de Carlos Eduardo Castro Matías, estudiante de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, ubicada en el pueblo de Tiripetío, municipio de Morelia, Michoacán. El joven se encontraba desaparecido desde el pasado domingo. Fue este viernes cuando la Prensa Benemérita y Centenaria de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga (ENRVQ) informó sobre el hallazgo del cuerpo, que estaba atado de piernas y manos y presentaba impactos de bala, por lo que se sospecha de una presunta ejecución.
Compañeros, familiares y medios denunciaron que también se emprendió una campaña de desprestigio contra Carlos Eduardo, a quien un medio digital denominado Changoonga.com señaló, supuestamente, como investigado por las autoridades en relación con “una conducta inapropiada mediante la cual obtenía recursos económicos”. Se trató de una clara revictimización, que ha sido constante en la historia de la Normal Rural Vasco de Quiroga. A pesar de ser la primera escuela normal de América Latina, en sus más de 100 años de existencia, la represión ha sido el denominador común por parte de elementos de “seguridad” tanto municipales como estatales y federales.
Este mismo medio digital difundió información falsa, afirmando que Carlos Eduardo había sido localizado y que se encontraba con sus amigos. También criminalizó los bloqueos realizados por amigos, compañeros y familiares en Pátzcuaro, quienes exigían la actuación oportuna de las autoridades. Sin embargo, contrario a esa versión, el joven estudiante no había sido localizado hasta este viernes.

A pesar de haber cumplido 100 años en 2022, la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga sigue siendo blanco de ataques por parte de autoridades y medios de comunicación afines al discurso del gobierno de Michoacán, quienes no pierden la oportunidad de criminalizar a los estudiantes que demandan derechos básicos para su formación educativa. En la ENRVQ, para 2022 se registraron 543 nuevas matrículas y 109 egresados, todos hijos de campesinos e indígenas que buscan llevar el conocimiento a las comunidades más marginadas de la República. Su propósito es educar no solo en ciencia, historia o lengua, sino también en la importante labor de difusión y defensa de los derechos humanos en comunidades vulnerables.
La Organización de Normales Oficiales del Estado de Michoacán (ONOEM) expresó su indignación ante el asesinato del estudiante Carlos Eduardo Castro. Denunció que no se trató de un crimen fortuito ni de un hecho aislado, sino del “grito de un régimen podrido que, temeroso de la conciencia, descarga su odio sobre aquellos que, como Carlos, eligen el camino de la educación para los humildes”.
Por su parte, el Magisterio Democrático de la Sección XVIII SNTE-CNTE Poder de Base de la región Zamora denunció la desaparición, tortura y asesinato del estudiante Carlos Eduardo Castro, originario de la comunidad indígena autónoma de San Francisco Pichátaro, municipio de Tingambato, Michoacán. Además, exigió justicia, el esclarecimiento de los hechos y castigo a los responsables.
Además, en el comunicado responsabilizaron a la secretaria de Educación Pública en Michoacán, Gabriela Desireé Molina Aguilar; a la subsecretaria de Educación, María del Carmen Escobedo Pérez; a la directora del Instituto de Educación Media Superior y Superior, Mariana Sosa Olmeda, y al gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, de cualquier situación que se pueda generar en contra de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga y de las Normales Oficiales del Estado de Michoacán.
