Este lunes 20 de octubre fue encontrado el cuerpo de Bernardo Bravo, líder limonero de Apatzingán, Michoacán, con señales de tortura y un tiro de gracia en el rostro. Apenas a inicios de octubre, en entrevista con la comunicadora Azucena Uresti, Bravo había denunciado la constante presencia de extorsiones por parte del crimen organizado.
Bravo señaló que las extorsiones del crimen organizado afectan a agricultores, productores y empacadoras. Ante la pregunta de Uresti sobre si el cobro de la extorsión había aumentado más de dos pesos por kilo de limón —cifra mencionada en entrevistas previas por Bravo—, el productor respondió que la situación ya no se maneja de esa forma; por el contrario, se trata de una negociación entre las víctimas y los delincuentes.

El líder limonero calificó este modus operandi como “una especie de secuestro”, pues los agricultores son amenazados con impedirles la extracción de su producto o atentar contra sus bienes. Señaló que quienes terminan sufriendo las consecuencias de la ingobernabilidad en el campo son los productores, debido a la falta de atención de las autoridades, que no detienen a los delincuentes que extorsionan a la población.
En un video difundido en redes sociales, Bravo agradeció el compromiso entre productores y agricultores, así como de comerciantes y sociedad en general, por su solidaridad durante el paro nacional realizado la semana pasada en, por lo menos, 15 entidades de la República, entre ellas Guanajuato, Jalisco y Michoacán.
“Tenemos muy en claro que si al campo de Apatzingán le va mal, a todo Apatzingán le va mal”.
En el mismo video, Bravo mencionó que agricultores, organizaciones, ejidos y módulos comunitarios se están organizando para defender sus derechos, entre ellos los precios impuestos al limón, pues estos no permiten la manutención de los jornaleros y la mano de obra.
El presidente de Citricultores del Valle de Apatzingán y encargado del Tianguis Limonero invitó, en ese mismo video, a todos los productores de limón de los municipios del Valle de Apatzingán a asistir al Tianguis para mantener comunicación directa con los empacadores y así evitar la participación de corredores y “coyotes” que imponen precios a una fruta que no producen.
El asesinato de Bernardo Bravo ocurre después de que el martes 14 de octubre se realizara un paro nacional de agricultores en distintos estados de la República; entre los más relevantes se encuentra Michoacán, donde hubo bloqueos carreteros por más de 24 horas. Decenas de limoneros del estado tiraron su producción como manifestación ante la falta de seguridad, los precios miserables y las extorsiones.
El gobierno respondió con una infructuosa reunión entre productores de Jalisco, Michoacán y Guanajuato y representantes del gobierno federal el 17 de octubre. Sin embargo, tras más de seis horas de negociaciones, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural pidió una prórroga para analizar las peticiones de los agricultores, acordando una respuesta para el próximo 27 de octubre.
Ante la omisión de las autoridades, este lunes diversos productores y políticos lamentaron el asesinato de Bernardo Bravo.