La Reforma a la Ley de Telecomunicaciones es contrainsurgente: FNLS
“De acuerdo con los artículos 65 y 78 de la presente reforma, se pretende a través de la Agencia de Transformación Digital apropiarse de las bandas de frecuencias cuando lo “exija el interés público” o por “razones de seguridad nacional”, términos usados de manera ambigua para justificar el cierre de espacios que puedan resultar incómodos para el régimen

Por. J. Jesús Lemus
La imposición de la reforma a la Ley de Telecomunicaciones por el gobierno federal es una medida que el régimen se ve obligado a poner en práctica ante la crisis económica y política que enfrenta sin la posibilidad de superarla.
Lo anterior fue señado por el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo, cuya dirigencia considera que con dicha ley, el Estado mexicano tiene la necesidad de ejercer mayor control sobre la población y acallar toda voz crítica, es decir, la imponer medidas de carácter profascistas, reaccionarias, autoritarias y contrainsurgentes.
“Independientemente de la redacción de la reforma, esta tiene como principal función ejercer el control sobre los medios de telecomunicaciones, radiodifusión y servicios digitales en beneficio del programa económico capitalista que representa Plan Nacional de Desarrollo y la Agenda 2030”.
Por tal motivo -refiere el comunicado del FNLS- es que les considera como parte de las vías de comunicación sobre las cuales se pretende tener completo dominio en pro de los intereses del capital y los planes contrainsurgentes para coartar el derecho a la libre expresión de las ideas.
“De acuerdo con los artículos 65 y 78 de la presente reforma, se pretende a través de la Agencia de Transformación Digital apropiarse de las bandas de frecuencias cuando lo “exija el interés público” o por “razones de seguridad nacional”, términos usados de manera ambigua para justificar el cierre de espacios que puedan resultar incómodos para el régimen.
”El carácter contrainsurgente de estas disposiciones reside en que el Estado mexicano adquiere la facultad de acallar las voces críticas y honestas que ejercen la denuncia pública y documentan la realidad del pueblo mexicano”.
En este mismo sentido está redactado el artículo 109 donde se establece que “Las autoridades competentes podrán solicitar la colaboración de la Agencia para el bloqueo temporal a una Plataforma Digital, en los casos en que sea procedente por incumplimiento a disposiciones u obligaciones previstas en las respectivas normativas que les sean aplicables.”
Así mismo, el artículo 106 faculta a las fuerzas armadas, las corporaciones policiacas, las agencias de inteligencia y demás “autoridades” en coordinación con la Agencia de Transformación Digital para obligar a los concesionarios de telecomunicaciones a entregar datos sobre la localización geográfica y en tiempo real de equipos, mantener un registro y control de comunicaciones, conservar los datos y ponerlos a disposición de las referidas “autoridades”; junto a la creación del registro de usuarios del servicio móvil, estas medidas vienen a fortalecer los actos de espionaje hacia la población, violentando el derecho a la privacidad y abriendo la puerta para continuar ejerciendo el hostigamiento y seguimiento.
La reforma también permite a las fuerzas armadas e instancias de seguridad emplear equipos de bloqueo, cancelación o anulación de las señales de telefonía celular, de radiocomunicación o de transmisión de datos o imagen, lo cual en los hechos es ejecutar nuevas formas para allanar el camino hacia la represión contra el pueblo y coartar el derecho a la libre expresión cuando el pueblo realice la denuncia sobre las injusticias cometidas y por cometer de parte del Estado mexicano.
En esto no hay cabida para pretextar que se trata de un problema de redacción, igual pueden cambiar las palabras sin tener que modificar los fines y carácter de la reforma a la Ley de Telecomunicaciones, pues estas han sido una exigencia que viene de sexenios anteriores y que ahora bajo la presente administración encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo encuentran impulso, demostrando que no existe ninguna transformación, sino el fortalecimiento y continuidad de un régimen cada vez más autoritario y reaccionario.
Por ello debemos de condenar esta reforma a la Ley de Telecomunicaciones por ser lesiva a los derechos del pueblo y abrir las puertas para la ejecución de políticas contrainsurgentes y represivas, refirió en un comunicado el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).