A siete años de la llegada de Morena al gobierno, ¿hay algo qué celebrar?

Por Florentino López Martínez

El 1 de diciembre de 2018, con la toma de posesión del expresidente Andrés Manuel López Obrador inició un nuevo periodo político en el país. Sin embargo, a siete años del triunfo delMovimiento de Regeneración Nacional (Morena) y a más de un año del gobierno de Claudia Sheinbaum, hay más pendientes que avances para los trabajadores.

Indiscutiblemente las victorias consecutivas de Morena en todas las elecciones para renovar, desde la Presidencia de la República hasta las alcaldías y el Poder Judicial, es una decisión legítima de la absoluta mayoría del pueblo mexicano de poner fin a los gobiernos del PRI, PAN y PRD, que por décadas implementaron políticas contra la clase trabajadora y el pueblo mexicano.

Para aprovechar electoralmente esta legítima aspiración de cambio del pueblo mexicano, los candidatos de Morena prometieron revertir las reformas estructurales, aumentar el salariojusticia para víctimas de delitos de lesa humanidad, atender a los sectores más pobres del país y muchas cosas más.

Siguen vigentes las reformas que impusieron el PRI y el PAN

Durante seis sexenios consecutivos -cuatro del PRI y dos del PAN- previos a los de Morena, se impusieron decenas de reformas que despojaron los derechos de los trabajadoresprivatizaron las empresas públicas, se promovió la concentración de la tierra y se entregaron centenares de concesiones mineras.

En este periodo se firmó un Tratado de Libre Comercio (TLC), totalmente desventajoso para México, porque comprometió la soberanía tecnológicaenergética y alimentaria del país. En suma, la soberanía nacional se sometió a los intereses norteamericanos.

Durante estos últimos años, en el segundo sexenio del gobierno de Morena, avanza el tercer periodo legislativo con la mayoría de diputados y senadores de este partido. Se han impuesto muchas reformas, pero en ningún caso se anularon las denominadas reformas neoliberales de los gobiernos del PRI y del PAN.

Aumentó el salario mínimo, el contractual continuó perdiendo valor

Uno de los grandes avances para los trabajadores durante los siete años de Morena es el salario mínimo general, que pasó de 88 278 pesos; pero este aumento sólo benefició a casi cinco millones de trabajadores del sector formal, de más de 27 millones que hay en el país.

Mientras tanto, los salarios contractuales durante todo este periodo continuaron con la pérdida del valor adquisitivo y muchos trabajadores que tenían salarios mayores al mínimo en 2018, hoy tienen sueldos por debajo de éste.

Según datos del propio gobierno de López Obrador, los salarios contractuales incrementaron en promedio 6.56% en términos nominales y 1.31% en términos reales.

Este aumento contrasta con la inflación, que durante el sexenio de Andrés Manuel López, el Inegi registró en 33.02%, lo que significa que continúa la pérdida del valor adquisitivo del salario.

Los multimillonarios y banqueros en México ganan más que nunca

Mientras Morena presume que salieron de la pobreza entre nueve millones y 13 millones de personas, principalmente beneficiarios de programas sociales; hasta 2024, más de 38 millones de personas en México seguían sin acceso a alimentacióneducaciónsaludvivienda y seguridad social.

En contraste con el slogan “primero los pobres”, durante este gobierno morenista, los más beneficiados fueron los multimillonarios, que según el ranking de Bloomberg, aumentaron su riqueza en 82.5%, más que sus pares globales.

Las utilidades de los bancos durante el primer sexenio guinda fueron de 59.3%, por debajo del sexenio de Enrique Peña Nieto (78.6%), pero muy por encima del 17.3% registrado durante la administración de Felipe Calderón.

Innumerables promesas incumplidas

Es muy larga la lista de las promesas que hizo el gobierno de Morena para beneficiar y hacer justicia al pueblo mexicano; muchas quedaron en el olvido, reactivando la lucha de diversos sectores.

En temas de justicia, el caso Ayotzinapa, la masacre de Nochixtlán, los feminicidios y las desapariciones forzadas son asuntos no resueltos; por el contrario, se mantiene la impunidad para los perpetradores de los delitos de lesa humanidad.

La abrogación de la Ley del ISSSTE 2007, la reforma educativa de Peña Nieto, la reinserción laboral del SME, la legislación de la electricidad, el agua e internet como derechos humanos, siguen como una larga lista de pendientes.

Más pendientes que motivos para celebrar

Este repaso de los avances, pendientes y a quién beneficia la política morenista muestra que los trabajadores de México tenemos poco que celebrar, pero mucho que reclamar.

La esencia del régimen de la Cuarta Transformación es similar a sus antecesores: es un gobierno de continuidad, que beneficia a los oligarcasbanqueros y al capital trasnacional, un gobierno de continuidad neoliberal.

Debemos advertir que el incumplimiento de sus promesas y la falta de diálogo con los trabajadores está incrementando la inconformidad social, que la derecha busca aprovechar para acciones golpistas e intervencionistas.

Para la clase obrera y los pueblos de México, a siete años del gobierno de Morena, hay más pendientes que avances, lo que debe llevarnos a trazar nuestros senderos de lucha, bajo la consigna: ¡Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden!