Exigen un acuerdo pandémico justo; países ricos toman ventaja
El acuerdo para la atención a la próxima pandemia tiene que tomar en cuenta las desigualdades sociales para atención médica y que no se vea favorecido el negocio con vacunas y materiales médicos, afirma Jorge Saavedra, director de AHF Salud Pública Global
Jorge Saavedra, director ejecutivo de AHF Salud Pública Global.
Los países del mundo tienen que acordar cómo serán las acciones cuando se presente la siguiente pandemia de manera que sea justo para los más desfavorecidos, afirma Jorge Saavedra, director ejecutivo del Instituto Aids Healthcare Foundation (AHF) de Salud Pública Global.
“Nosotros creemos que este acuerdo pandémico debería de estarse siendo negociado de una manera más transparente porque ya hay muchos grupos de desinformación diciendo que este acuerdo pandémico lo que quiere es crear un gobierno mundial que le diga a los países lo que van a hacer y poner en cuarentena cada vez que haya un brote y cosas de este tipo, lo cual es completamente falso”, explica el especialista.
Desinformación es un problema grave
La desinformación tiene un rol muy importante en el tratamiento de un pandemia, ya que hay personas que dudan de la vacunación y del uso de materiales como el cubrebocas.
“Otros que dicen que quieren empezar a vacunar para esterilizar o para poner un microchip y cosas así. Eso también es absolutamente falso. Esto lo que se quiere es que la ciencia médica, la ciencia de salud pública, esté disponible para todos los países, sí, por supuesto, no hay nada que sea obligatorio. Siempre será voluntario y con información.”
Jorge Saavedra, director ejecutivo de AHF Salud Pública Global
“Estas cadenas de desinformación, que también las vimos durante el Covid, que se exponenciaron durante el Covid, gente que pensaba que vacunarse les iba a ocasionar un daño mayor que teniendo la infección, lamentablemente la mayoría de los muertos en la primera ola, en México, fueron de gente que nunca se vacunó”, expone.
‘Un acuerdo más equitativo’
Los gobiernos tienen que ponerse de acuerdo para la atención de un posible nuevo virus, de tal manera que no sólo los países ricos cuenten con atención sanitaria y vacunas, sino que se pueda hacer frente a la emergencia sanitaria con información y recursos.
Es decir, la estrategia sanitaria tiene que pensarse más allá del negocio que representa.
“Los primeros que tuvieron acceso a todo esto fueron los países ricos, si bien estaban siendo afectados todos también, no dudamos de que no, también tuvieron mucho impacto, pero acapararon, dijeron ‘como se produce aquí, no podemos aceptar que se exporte hasta que no agotemos la demanda local. Y aparte necesitamos reservas’. Sucedió con medicamentos, sucedió con vacunas, sucedió con ventiladores, sucedió con muchas cosas”, explica jorge Saavedra.
Sin duda, hay negocio detrás de los medicamentos y de toda la atención sanitaria, pero también se tiene que pensar en la parte humana de la atención a una emergencia de salud mundial, como lo es una pandemia.
Llamado a la colaboración
Una pandemia como la acabamos de padecer con el Covid, produce variantes que requieren cada vez más atención, como el caso de la variante FLiRT que aqueja en Estados Unidos y otros países en estas fechas.
“Posiblemente la próxima pandemia sea también de tipo respiratorio, tipo gripe, posiblemente, pero con una variante o o algún virus mucho más transmisible, que afecte más la salud de las personas y posiblemente también mucho más letal. Eso es lo que tenemos que prever para que no nos pase lo mismo que ya nos pasó… bloqueando países, aislándose de otros países, prohibiendo esto y prohibiendo lo otro no salva a nadie de eso. A veces retrasa un ratito, pero no mucho”, considera.
“Ya lo vimos con la pandemia de Covid, por lo tanto, lo que se requiere es la colaboración entre países”, afirma.
El acuerdo pandémico que se negocia entre los Estados que conforman la Organización Mundial de la Salud no pinta bien porque las economías avanzadas ofrecen quedarse con 80 por ciento de sus insumos y recursos y ofrecer un 20 por ciento para aquellos países más desfavorecidos.
“En las últimas versiones ya el ofrecimiento de países ricos fue que en la próxima pandemia, ustedes nos comparten toda la información de inmediato para que nosotros desarrollemos las vacunas y los medicamentos y les vamos a dar un 10% de esa producción de manera gratuita y un 10% a precios accesibles, ¿y el 80%?”, se pregunta.
“¿Y el 80% donde se va a quedar? Pues en los países ricos, y cuando lo pongan a la venta va a ser precios de mercado internacional, donde a un país pobre seguramente le va a ser muy difícil competir contra lo que pueda ofrecer un país rico, y para nosotros eso no es equidad. Por eso decimos que hay peligros si se deja en los términos como está el acuerdo, es mejor votar que no a permitir que se consagre la inequidad”, explica el especialista.
