Maíz: 10 mil años de evolución en peligro; en la ENAH llaman a su defensa
En el marco del décimo aniversario del seminario “Investigación histórico-antropológica de la comida“, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), el pasado viernes se realizó la mesa de dialogo “Defensa de los maíces en México“, donde tres defensores de la biodiversidad nacional dialogaron sobre el peligro en el que se encuentra el maíz nativo.
“El experimento más grande e irrepetible del mundo”
Cada año, los campesinos del país siembran un promedio de mil 400 millones de plantas de maíz, de las que algunas se seleccionan para el siguiente temporal. “El experimento más grande e irrepetible del mundo” es como lo califica el fundador y coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), José Sarukhán Kermez.
Resaltó que es un proceso que se ha llevado a cabo durante décadas y siglos, donde los campesinos fungen como guardianes de ese saber ancestral, “contrapuesto al uso de semillas comerciales, que son de un solo tipo y no funcionan adecuadamente”.
Cultura milenaria en riesgo
“Hoy están presentes en nuestro territorio: 64 razas que se desdoblan en miles de variedades. Son maíces con los colores de los cuatro rumbos: rojo, amarillo, blanco, negro, y también el pinto que, en algunas culturas, se coloca al centro como eje, formando un quincunce“, detalló Cristina Barros, difusora de la gastronomía mexicana y miembro de la campaña “Sin maíz no hay país“.
Desde el siglo XIX en Estados Unidos se introdujo la técnica que da lugar a los maíces híbridos, los cuales resultan de controlar la polinización cruzada, avanzando así una primera etapa de la privatización de las semillas, al surgir empresas que patentan y venden semillas con características específicas y homogéneas; a lo que se suma la siembra tecnificada, el monocultivo y la presencia de fertilizantes químicos y plaguicidas.
Glifosato y maíz genéticamente modificado
Adelita San Vicente, directora general de Recursos Naturales y Bioseguridad de la SEMARNAT, resaltó la evolución del panel de controversias iniciado por Estados Unidos contra México, derivado de la publicación del decreto presidencial por el que se establecen diversas acciones en materia del uso del glifosato y maíz genéticamente modificado. Explicó que tal decreto tiene el objetivo de proteger el derecho a la salud y a un medio ambiente sano.
“Lo que queremos es proteger desde la base, partiendo de los especímenes silvestres, como los teocintles, en el caso del maíz. Es necesario armonizar los marcos jurídicos y tener un Estado capaz de salvaguardar los recursos genéticos y el conocimiento asociado, como elementos de patrimonio biocultural“, concluyó San Vicente Tello.
Decreto contra el maíz transgénico
El último día del año 2020 el gobierno de México publicó un decreto donde se estableció la sustitución gradual del uso, adquisición, distribución, promoción e importación de glifosato a México para 2024, este mismo decreto prohibía la siembra y el uso de maíz transgénico.
El Gobierno de Estados Unidos manifestó su inconformidad, por lo que el Gobierno mexicano emitió un nuevo decreto el 13 de febrero de 2023 en el que permite el uso de maíz transgénico para sectores que no sean el de la masa y la tortilla.
A pesar de ello, Estados Unidos no quedó conforme y en junio de 2023 inició consultas formales para resolver el conflicto. Ante la falta de un acuerdo, Estados Unidos emitió una solicitud para activar un panel de controversias el 17 de agosto del mismo año.
La contextualización de arriba se puede leer en el sitio maiznativo.org, donde también se pueden consultar las actualizaciones sobre el panel de controversias iniciado por Estados Unidos contra México. Aquí también es posible consultar la campaña nacional “Sin maíz no hay país”, que busca generar conciencia sobre la diversidad del maíz nativo y denunciar leyes y políticas que atenten contra el mismo.