A empresas refresqueras y de alimentos en la CDMX no les afectan los bajos niveles del Sistema Cutzamala
Cuentan con concesiones de pozos donde extraen millones de litros de agua diariamente y “donarán” a los chilangos más de dos millones de metros cúbicos para paliar el poco suministro hídrico actual
Las crisis por el agua como la que ya estamos padeciendo en todo el territorio nacional refleja la desigual distribución otorgada por las autoridades encargadas de su administración: por tandeo, para la población, y por millones de litros, para las empresas privadas.
Lo que se vaya juntando para 20 millones de habitantes del Valle de México
En la Ciudad de México, a las empresas privadas, sobre todo las refresqueras, las cerveceras y de alimentos, nunca les falta el vital líquido para producir sus mercancías, pues se surten de millones de litros al día extraídos de pozos dados en concesión, mientras los habitantes dependen de las reservas de las presas del Sistema Cutzamala, y si éste atraviesa temporadas de estiaje como la actual, por la falta de lluvia de los últimos meses y recarga natural, el porcentaje del suministro que llega a los hogares de 20 millones de capitalinos disminuirá significativamente, llegando sólo a 5 mil litros por segundo.
Los habitantes desembolsarán miles de pesos al mes para comprar pipas y poder cubrir las necesidades más elementales como bajarle al excusado, bañarse, lavar los trastes o la ropa, y preparar la comida. En promedio, una pipa de agua potable en el Valle de México cuesta mil ochocientos pesos, de acuerdo con Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Se proyecta que la situación mejore hasta la temporada de lluvias, en el mes de junio.
El Sistema Cutzamala es responsable del 30 por ciento del suministro de agua en la Ciudad de México, 43 por ciento proviene de pozos, un 16 por ciento del Sistema Lerma, un 6 por ciento del tanque Chalmita, un tres por ciento de Chiconautla, un 2 dos por ciento del tanque La Caldera, y un tres por ciento de ríos y manantiales.
Millones de litros para las principales refresqueras en la capital del país
De acuerdo con el periodista J. Jesús Lemus, en su libro El Agua o la Vida, “el uso de agua de la industria refresquera es brutal”, pues sólo para “producir un litro de refresco carbonatado se requieren en promedio 200 litros de agua, dos veces la cantidad mínima requerida al día para satisfacer sus necesidades básicas, según lo establece la Organización Mundial de la Salud”. En la capital del país, 16 embotelladoras se benefician del agua, cuyo costo es más barato para ellas (0.019 pesos por litro) que el mismo volumen para los pobres (0.031 pesos). Además de que consumen el 0.6% del recurso hídrico disponible en la Zona Metropolitana del Valle de México. Se les otorga un permiso para que extraigan un volumen anual promedio de 4 mil 785 millones de metros cúbicos, lo que genera un déficit anual de más de mil millones de metros cúbicos.
En un supuesto gesto de benevolencia, las empresas Femsa, PepsiCo, Grupo Modelo, Lala, Bimbo, Procter & Gamble, La Esperanza, así como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Centro Deportivo Chapultepec, Plaza Tepeyac, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y Televisa, este año al renovar su contrato, firmaron un compromiso con el Gobierno de la Ciudad de México para abrir los 14 pozos industriales que tienen en concesión y ceder a los habitantes dos millones de metros cúbicos de agua que no utilizan. Acción que vienen haciendo desde marzo del 2023.