Saqueo Exprés/Colapsa en opacidad Comunicación Social de Tamaulipas
Solo hay una cosa no tan grata: ese botín no puede estar saliendo mes tras mes, como en el caso de la publicidad que tiene “testigos” anexados a las órdenes de pagos y estos son entrevistas, revistas, periódicos, notas publicadas o banners publicitarios del gobierno a quien se le está vendiendo el producto
La ventaja de comprar productos de limpieza, ferretería, papelería y hacer pagos por “Difusión de Eventos Institucionales” es el botín perfecto para el Secretario corrupto porque son insumos consumibles incuantificables .
De modo y manera que aquel Secretario de primer nivel que requiere un “saqueo exprés” no tiene más que dar de alta a una persona o compañía en el padrón de proveedores, éste expide una factura y después el Secretario corrupto tramita el pago de los insumos fantasmas que el dinero del pueblo liquida.
Es un negocio redondo, jugoso, corruptamente perfecto porque pueden sacar el circulante a carretillas sin tener que justificar con uno o varios objetos materiales aquello que el pueblo paga.
Solo hay una cosa no tan grata: ese botín no puede estar saliendo mes tras mes, como en el caso de la publicidad que tiene “testigos” anexados a las órdenes de pagos y estos son entrevistas, revistas, periódicos, notas publicadas o banners publicitarios del gobierno a quien se le está vendiendo el producto.
Pero querido lector, eso no importa dadas las cifras estratosféricas que se pueden pagar con cada factura generada por el cómplice del funcionario de primer nivel.
Le pondré a la vista y sin juzgar a nadie para que usted analice y saque sus propias conclusiones, el caso de NESTOR ALAN MARTINEZ ZAPATA proveedor de Comunicación Social del gobierno del estado de Tamaulipas.
Néstor Alan dice -en los documentos que a continuación le dejo- ser dueño de una “empresa” que vende insumos combustibles, llámese pinol, cloro, jabón bolsas de basura etc, al mismo tiempo vende su trabajo difundiendo eventos, no sabemos dónde o de qué manera porque olímpicamente NO lo especifica.
Alan cobró en Marzo de este 2024 $1,000000.00 Un millón de pesos más IVA y en Junio 1,500,000.00 Un millón quinientos mil pesos, mientras que el 1 de noviembre del 2023 Néstor Alan ganó $580,000.00 quinientos ochenta mil pesos.
Las tranferencias de la Secretaría de Finanzas las tramitó el Secretario de Comunicación Social, Francisco Cuéllar Cardona, es decir, fue de menos a más con los pagos a Néstor Alan, ¡cuidado o terminará por sacar todo el presupuesto del siguiente ejercicio fiscal!
Para enrarecer más la compra que Paco Cuéllar le hizo a Alan, el muchacho (porque es un jovencito) solicitó trabajo por contrato a la Secretaría de Educación Pública.
¿Por qué un empresario en boga, que recién ganó 3 millones de pesos, solicitaría chamba por 11 mil pesos al mes?
Antes que se moleste en citarme nuestro Secretario de Comunicación Social o cualquier otro funcionario, conmigo deben saber un par de cosas, primero que soy una humilde periodista y lo he sido por 3 décadas no empecé con su sexenio, sé que justamente en mi calidad de periodista, mi deber y derecho tiene un límite, al no ser su servidora una autoridad ministerial o judicial, no puedo abrir sus archivos oficiales, dónde se registran movimientos tanto legales como ilícitos.
Sin embargo, el hecho de que yo no sea una autoridad persecutoria del delito, no significa que deba abstenerme de hacer denuncias públicas en base al dicho y documentos que testigos de esos mismos movimientos oscuros y posiblemente ilegales que en nuestros trabajos periodísticos publicamos.
Tristemente observamos como mantenemos a tanto cabrón en lujosas oficinas de gobierno y ocupando curules en todos los espacios legislativos, abrazando banderas partidarias de distintos colores, todos y todas jurando amor por Tamaulipas, lanzando voz en cuello su “compromiso social” su patriotismo y todas esas cosas que se dicen cuando de protagonizar un espacio público se trata.
Inexplicablemente ninguno de ellos atrae este caso atibotrado de documentos, no para condenar, sino para exigir una auditoría transparente y detallada.
Yo misma le formulé el requerimiento al diputado panista Gerardo Peña, en virtud de que las cantidades ordeñadas por el Secretario de Comunicación Social son tan elevadas, que, fácilmente pueden constituir delitos como el Lavado de Dinero o Desvío de Fondos.
Esperemos que el diputado nos responda y más aún, que lleve a tribuna el caso, no importa que los morenistas lo rechacen, eso solo nos demostrará la complicidad del legislativo moreno con el gobierno de Américo Villarreal Anaya.
Déjeme decirle que yo tengo la esperanza que el gobernador no esté enterado de esta situación, lo prefiero ignorante que ladrón, porque bueno, la corrupción de Américo -creo yo- no es contra el dinero de los más pobres, sino contra los recursos de los grandes cárteles como el de Sinaloa o los huachicoleros Carmona.
Claro que es improbable que el gobernador no sospeche turbiedad en Francisco Cuéllar Cardona, al verlo conducir su camioneta de lujo la bella Escalade gris 2024 valuada en 1.8 millones de pesos.
El gobernador debe reflexionar al ver las cantidades estratosféricas pagadas con dinero de los que menos tienen ordenadas por el Secretario que avala dichos pagos, quien al mismo tiempo multiplica sus bienes inmuebles personales.
Recuerde usted que el Secretario de Comunicación Social de ser corrido de Ciudad Victoria por la mafia y sus desacuerdos, ahora ya circuló el terreno de atrás de su residencia para protección de sus mascotas, no estoy diciendo que lo compró, seguramente se lo prestaron, pero en todo caso y ante los millones de pesos exhibidos solo en 10 minutos de lectura, Américo Villarreal el amante del pueblo tamaulipeco está obligado a AUDITAR.
La denuncia pública no es un asunto personal, es un trabajo de investigación con la fe y voluntad de apoyar a la ciudadanía pensante, crítica, analítica, para no ser engañada por el funcionario corrupto, después de todo, usted y yo estamos siendo testigos de la historia.
Callar es caer en la complicidad más brutal y espantosa.
Nos Leemos La Próxima Vez.