El predio lleva más de medio siglo en funcionamiento y, desde su construcción, ha estado rodeado de mentiras, engaños e irregularidades. Además, es uno de los sitios donde fueron enterradas las consecuencias del incidente del cobalto-60 en Chihuahua, específicamente las varillas de construcción contaminadas con material radioactivo. Estas varillas fueron fundidas junto con los desechos de una fuente nuclear proveniente de una máquina de radioterapia del Centro Médico de Especialidades. Actualmente, continúan representando un peligro tanto para los habitantes de Temascalapa como para aproximadamente 13 municipios del Estado de México, dos de Hidalgo y la Alcaldía Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México, porque debajo de este sitio se encuentra el acueducto Cuautitlán-Pachuca que abastece de agua a estas localidades.