Fustiga gobierno de EUA la porosidad de aduanas mexicanas
Aun cuando el problema de porosidad en las aduanas mexicanas se ha reconocido por parte del gobierno norteamericano desde la administración del presidente Enrique Peña Nieto, también en el gobierno de López Obrador se insiste en señalar que el trasiego de drogas a través de las aduanas mexicanas continua en aumento, estableciendo que en el gobierno de la 4T no se ha hecho lo suficiente para combatir la corrupción en esos puntos fronterizos.
La reciente visita que realizó una comisión de alto nivel del gobierno de Estados Unidos a México, encabezada por la asesora especial en materia de Seguridad de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, cuestionó al gobierno mexicano sobre la inseguridad que implica para la región la operación del modelo de aduanas porosas que prevalece en México.
En dicha reunión, en la que estuvo la contraparte mexicana de Sherwood Randall, la secretaría Rosa Icela Rodríguez, titular de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, se estableció como compromiso la tarea del gobierno mexicano para mantener un mayor control en las aduanas mexicanas, por donde se filtra la mayor cantidad de estupefacientes que llegan al mercado de estados Unidos.
A lo largo de este encuentro, que se realizó con la intención de revisar la estrategia de seguridad entre México y Estados Unidos, ahora que el problema de la migración ilegal hacia el norte va en aumento, se estableció la necesidad de mejorar los controles de revisión en las aduanas de México, tanto en las que se ubican en la franja fronteriza norte como las que se encuentra en todo el territorio nacional.
Y es que –se estableció- debido a la porosidad y corrupción en sus aduanas, México es el país que mayor riesgo representa a la seguridad interna de los Estados Unidos. A través de las aduanas mexicanas es por donde ingresa la mayor cantidad de drogas con las que tiene que lidiar el gobierno norteamericano.
Lo anterior, además de quedar establecido oficialmente en el encuentro de las dos delegaciones de alto nivel, también es lo que se establece, casi en forma rutinaria, desde hace por lo menos cuatro años, en el informe “Mexico: Organizaciones de Tráfico de Drogas y Crimen Organizado”, elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso estadunidense.
En dicho informe se ha venido insistiendo en una realidad que hasta el momento ha sido omisa para el gobierno mexicano: los principales carteles de las drogas, el de Sinaloa, de Los Zetas, Jalisco Nueva Generación y Caballeros Templarios, son las organizaciones criminales que han logrado corromper a muchos de los funcionarios aduanales para posibilitar el tráfico permanente e ilegal de drogas hacia el norte, principalmente de cocaína y fentanilo.
Aun cuando el problema de porosidad en las aduanas mexicanas se ha reconocido por parte del gobierno norteamericano desde la administración del presidente Enrique Peña Nieto, también en el gobierno de López Obrador se insiste en señalar que el trasiego de drogas a través de las aduanas mexicanas continua en aumento, estableciendo que en el gobierno de la 4T no se ha hecho lo suficiente para combatir la corrupción en esos puntos fronterizos.
En los últimos cuatro informes sobre organizaciones criminales y tráfico de drogas que ha elbaorado el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, implícitamente se responsabiliza de la permisión al narcotráfico al que fuera Administrador General de Aduanas, Horacio Duarte Olivares, también a Rafael Marín Mollinedo y a los mandos de la Sedena y Semar.
Pese a que desde el 2022 el control de las 50 aduanas mexicanas ha pasado a mano de los mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina, en Estados Unidos no se deja de considerar que a causa de la porosidad aduanal, México sigue siendo la principal ruta de tráfico de drogas que llegan al norte desde Colombia, Perú y Bolivia.
Hasta ahora, sobre este señalamiento, el gobierno mexicano no ha manifestado ninguna postura pública, ni se ha deslindado de la acusación. Es más, ni siquiera ha podido demostrar en la práctica la eficiencia para frenar el paso de sustancias prohibidas, armas o dinero que transitan a través de los puntos fronterizos.
Menos resultados que el Neoliberalismo
En el sexenio del gobierno de Felipe Calderón, según reportes de la Administración General de Aduanas, se logró el decomiso –en diversas aduanas del país- de más de 12 toneladas de drogas diversas que desde México se pretendían introducir a Estados Unidos desde México, así mismo se incautaron cerca de 172 millones de pesos y más de 12 mil armas que se pretendían introducir de Estados Unidos a México.
Durante todo el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, fueron casi 14 toneladas de drogas las que se decomisaron en diversas aduanas, luego que diversas organizaciones criminales buscaron introducirlas a suelo norteamericano. También, en diversos puntos fronterizos, los agentes aduanales incautaron casi 131 millones de pesos y más de 7 mil 500 armas que se pretendieron ingresar ilegalmente a suelo mexicano desde Estados Unidos.
En la Agencia Nacional de Aduanas de México, en el gobierno de la Cuarta Transformación, no existe un informe oficial que refiera sobre los decomisos hechos en las adunas, con relación al tráfico ilegal de armas, drogas y dinero, sin embargo, por datos otorgados a lo largo de las conferencias de prensa de Presidente López Obrador se sabe que:
Entre los mayores “golpes” que hasta el día de hoy ha asestado el titular de aduanas de México al tráfico ilegal de mercancías, destacan el decomiso de casi 56 millones 773 mil pesos y joyas y relojes por casi 960 mil pesos, que fueron detectados en las aduanas de Nuevo Laredo, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y en Tijuana.
En lo que hace al tema de las drogas solo ha logrado el decomiso de 534. 5 kilogramos de clorhidrato de fentanilo, que tenían como destino Estados Unidos, y 200 litros de metanfetamina que iban a Holanda, cargamentos detectados en AICM; también se logró incautar 5 mil 265 frascos con dulces de cannabis, que venían a México provenientes de Arizona, Estados Unidos.
Otros de los “logros” que tiene en su haber la administración de aduanas, es el decomiso de 53 mil cartuchos para armas de fuego de diversos calibres provenientes de Estados Unidos, que fueron detectados –con la ayuda de elementos del Ejército Mexicano- en la aduana de Nogales, Sonora, así como el decomiso de otros 88 mil cartuchos para armas de grueso calibre que fueron ubicados en la aduana de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Hasta allí llegan las acciones de combate al tráfico de mercaderías ilegales, mientras que el gobierno de Estados Unidos ha tenido mayores logros en los puntos aduanales paralelos; solo en los últimos siete meses, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha logrado la incautación de más de 2 mil 880 kilogramos de fentanilo y casi 13 mil kilogramos de cocaína que desde México se pretendían ingresar a suelo norteamericano.
También los logros del ICE, en el combate al tráfico ilegal de dinero y armas, han sido por mucho mayores a los de la administración de aduanas de México. En los últimos siete meses se decomisaron en aduanas norteamericanas por lo menos 126 mil armas de fuego de diversos calibres y más de un millones 772 mil dólares que pretendían ingresar de Estados Unidos a México.
Aduanas como si no existieran
Mientras que en México las aduanas que mayores resultados han tenido en el combate a mercancías ilegales son las de Tijuana, Nuevo Laredo, Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y de Nogales, las paralelas de Estados Unidos conectadas con las de Matamoros, Reynosa, Camargo, Miguel Alemán, Colombia, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Ciudad Acuña, Ojinaga, Ciudad Juárez, Puerto Palomas, Agua Prieta, Naco, Nogales, San Luis Rio Colorado, Mexicali, Tecate y Tijuana, han registrado grandes decomisos cada una de ellas.
Hasta el día de hoy no existe ningún reporte oficial que documente el decomiso de armas, drogas, dinero o cualquier otra mercancía ilícita en ninguna de las dos aduanas fronterizas del sur. Pareciera que las adunas de Ciudad Hidalgo, en Chiapas, y Subteniente López, en Quintana Roo, no mantienen operación alguna, pese a la constante actividad que se registra con el ingreso de inmigrantes de Centroamérica.
Otras aduanas que en los últimos siete meses al día de hoy no han reportado ningún tipo de decomisos de importancia, a parte de la del AICM, son las otras diez aduanas interiores, que se ubican en Chihuahua, Torreón, Monterrey, Aguascalientes, Guadalajara, Guanajuato, Querétaro, Ciudad de México, Toluca y Puebla, pese a que el tránsito de mercancías y personas es igual de constante que en cualquiera de las aduana del norte y del sur.
Por lo que hace a las 17 aduanas marítimas, las de Ensenada, La Paz, Guaymas, Mazatlán, Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Acapulco, Salina Cruz, Cancún, Puerto Progreso, Ciudad del Carmen, Coatzacoalcos, Puerto de Veracruz, Tuxpan, Tampico y Altamira, tampoco cuentan con algún tipo de reporte sobre decomisos importantes.
Frente esa pasividad del gobierno mexicano, el gobierno norteamericano ha reconocido que al menos las aduanas de Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Acapulco y Salina Cruz, son los principales puntos de ingreso de precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, que provienen del sureste asiático, y de cocaína que llega de Colombia, Perú y Bolivia, y que tienen como destino principal el mercado de Estados Unidos.