Discursos huecos, confrontación, banalidades… nadie toma en serio la falta de agua
Al del agua –se reconoce- también se suma el problema de la conservación de la biodiversidad, el que se establece como causa directa de la deforestación, la que ha provocado la fragmentación de los ecosistemas y el aislamiento de especies y poblaciones”, en donde también influyen “procesos como la contaminación de los ecosistemas y la introducción de especies invasoras” que conllevan a la pérdida de la biodiversidad y el deterioro profundo de los sistemas de soporte de la vida en el planeta.
Por. J. Jesús Lemus
En busca de darle a México un mejor futuro, estamos a poco menos de cuatro de meses para encontrarnos en las urnas. Estamos a casi 100 días de elegir nuevo presidente o presidenta de la República, y todavía seguimos sin escuchar una propuesta seria y real -por parte de las y el candidato presidencial-, para atender la problemática ambiental.
No es cosa menor hablar de la problemática ambiental de México, sobre todo si consideramos que la falta de una política pública en ese renglón, en los últimos seis sexenios –incluido el de la 4T- es lo que hoy mantiene en vilo al país, en lo que se refiere al suministro y abastecimiento de agua en todo el territorio nacional, y no solo en las grandes metrópolis.
Ni López Obrador, ni Peña, Calderón, Fox, Zedillo o Salinas, quisieron establecer compromisos locales para el cuidado del medio ambiente. Las consecuencias las estamos pagando ahora, cuando el acceso al agua potable ha llegado a un punto álgido y parece que no tiene retorno.
No. No es cierto que el agua potable nos la acabamos los de a pie, la masa, el vulgo, la perrada. Tampoco es cierto que por nuestra culpa –por ducharnos, por lavar el coche, por regar la yarda o por bajarle al escusado- se agotaron los mantos acuíferos, superficiales y subterráneos. Mucho menos es cierto que nuestra forma de vida hizo que el agua se consumiera en México en casi un 80 por ciento.
Fue la industria autoabastecida, la minería, la producción agrícola de Bimbo o Bayer, la planta automotriz, la industria cervecera, la refresquera –como la Coca Cola o la Pepsi Cola-, la que consumió más de dos terceras partes del agua dulce que en nuestro país nunca se observó como asunto de estrategia nacional.
El mismo modelo de gobierno, desde Salinas a López, donde en cuanto al suministro de agua se privilegió a la planta industrial por encima de las necesidad de la población, es lo que hoy ha comenzado a generar crisis, es lo que hoy mantiene en vilo a la población ante una inevitable escasez de agua potable que podría ser el principio del fin del consumo de agua como lo conocemos: en la llave, la ducha o en la regadera.
Si de algo somos culpables lo mexicanos, frente a la crisis de agua que se avecina en Mexico, y que ya comenzó a manifestarse con síntomas de grave escasez en Monterrey, Guadalajara, Valle de México, Toluca, Puebla y Hermosillo, es porque nunca exigimos a la corrupta clase política (sin importar el partido que fuera) una política pública relacionada al cuidado ambiental.
Ahora, otra vez como cada seis años -cuando los mexicanos morimos por la decepción del gobierno que se va, y renacemos a la esperanza del gobierno que llega- no hemos aprendido nada. No hemos escuchado y menos hemos reclamado una agenda de cuidado al medio ambiente por parte de los que aspiran a gobernar al México bronco y violento pero paciente, tolerante y hasta alcahuete.
No hemos escuchado ni le hemos exigido una agenda de cuidado al medio ambiente a Jorge Álvarez Máynez, del partido MC, porque tal vez se nos hacen graciosas sus idioteces y pendejadas que balbucea en tono de ebriedad. Tampoco hemos reclamado nada a Xóchitl Gálvez, del PAN-PRI-PRD, porque nos cagamos de la risa con su acento afrancesado y lo ridícula que se ve con el huipil en donde bien cabe el Dr. Simi. Ni a Claudia hemos querido exigirle una agenda de cuidado al medio ambiente, porque estamos embelecados con la construcción del segundo piso de la 4T.
Voces a lo lejos
De cara a las elecciones federales para la renovación presidencia de la República y Congreso federal, proceso en el que se incluye el cambio de nueve gubernaturas estatales, apenas un grupo investigadores científicos alzaron la voz para poner de manifiesto los retos que afronta el país en materia ambiental, y cuidado al agua, temas que consideran deben ser incluidos dentro de los planes inmediatos de gobierno.
El planteamiento contenido dentro de la llamada “Agenda Ambiental 2024-2030, Diagnóstico y Propuestas” no es otra cosa que “una síntesis del conocimiento en materia ambiental en los temas más acuciantes” que a la fecha afectan a la mayoría de los mexicanos, donde se requiere una intervención oficial inmediata, a fin de evitar el avance del deterioro ambiental, el que sin embargo no ha sido tocado por ninguno de los aspirantes presidenciales.
La “Agenda Ambiental 2024-2030, Diagnóstico y Propuestas” es un documento elaborado por académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con la participación de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial A.C., del Colegio de México, Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, Conservación y Biodiversidad, de la Fundación Semillas de Vida y de la Iniciativa Climática de México.
En el documento, que en origen va dirigido a la sociedad civil, con el fin de que tenga mejores elementos para influir en la toma de decisiones, también toca a los aspirantes presidenciales en cuanto a exigirles propuestas de solución para la siguiente administración pública federal, concernientes a los temas de agua, biodiversidad, bosques, transición energética, mares y costas, minería, agricultura, alimentación y derechos humanos.
Desde la óptica de los científicos, según se plasma en el documento, los distintos problemas ambientales del país han llegado a un nivel tal que ponen en riesgo, a corto y mediano plazos, la calidad de vida de grandes grupos sociales, así como muchos de los procesos productivos de los que depende la economía y el acceso a servicios ecosistémicos básicos.
En ese sentido, se reconoce que en este momento histórico son impostergables asuntos como la falta de acceso al agua de calidad, la acelerada pérdida de ecosistemas y su biodiversidad, la creciente ilegalidad de los aprovechamientos forestales, el agotamiento de las pesquerías y la destrucción de manglares.
A ello se suman los problemas de acceso al agua, la contaminación y vulnerabilidad de las ciudades; el rápido agotamiento de los hidrocarburos convencionales y la falta de inversión en energías renovables, además de la erosión de los suelos y la creciente pérdida de seguridad alimentaria, derivados todos de la falta de políticas públicas eficientes que permitan armonizar el desarrollo social, el crecimiento económico y la protección del medio ambiente.
Estos problemas no sólo están dimensionados por las crisis que en los últimos años ya han generados entre grupos poblacionales de diversas partes del país, sino porque sobre ellos poco o casi nada se han manifestado los principales aspirantes a la presidencia de la república, los que en sus plataformas electorales esbozan apenas pinceladas de intención para solucionarlos.
Los candidatos Jorge Álvarez Máynez, del MC; Claudia Sheinbaum Pardo, de la alianza Morena-PT-PVEM, y Xóchitl Gálvez, de la alianza PAN-PRD-PR, no han definido en sus discursos políticas concretadas sobre los principales ejes que reconocen los científicos, como de prioridad ambiental.
Álvarez Máynez, la juventud irresponsable
A ciencia cierta no se conoce el mínimo de los bosquejos de políticas públicas que proponga Jorge Álvarez Máynez, su propuesta –que se centra en la nueva forma de hacer política- no ha ofrecido una sola política de mejora a las condiciones de pobreza de toda la gente. Al candidato se le ha visto en comerciales y en redes sociales, en donde lo único que hace es pasarla bien, en tono valemadrista aspira a gobernar el país.
Álvarez Máynez no ha podido ofrecer nada en concreto para el electorado. No ha sido capaz de hilar una sola idea de gobierno, solo se limita a decir –como loro- que es tiempo de que los jóvenes asuman el control del mando político nacional. A millones de años luz se encuentra la posibilidad de que ofrezca como alternativa una propuesta para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, sobre todo con relación al consumo moderado de los recursos naturales.
Xóchitl, ni idea de hace una propuesta
La candidata de la alianza PAN-PRD-PRI, Xóchitl Gálvez –que no ha salido de su discurso que infiere que le ha tocado sufrir en el mundo como a nadie- no ha sido capaz de ofrecer una sola propuesta de mejora a las condiciones de vida de todo lo mexicano. Seguramente no tiene ni idea o le da lo mismo que en México los más pobres ya están padeciendo la falta de agua potable, porque no ha tocado el tema ni por equivocación.
Sobre el tema del agua, lo más que ha dicho la candidata Xóchitl Gálvez es que “agua hay, lo que falta es una cabeza que sepa cuidarla y administrarla”. No se requiere un doctorado en ciencias para entender que la candidata de la ultra derecha no entiende del tema, y que además, su llegada al poder significaría el regreso de Vicente Fox y Felipe Calderón al control de los destinos del país. Y vaya que esas dos administraciones son dos periodos de gobierno que la gente lucha por borrar de sus memorias.
Claudia, bien gracias…
La candidata oficial a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, abanderada de la alianza Morena-PR-PVEM, tampoco ha querido tocar el tema de la escasez de agua. Sabedora que el presidente López no quiso atender de fondo el tema, ella también lo esquiva. Parece que Sheinbaum espera que la solución al problema de la escasez de agua llegue desde el cielo, porque ella nada mas no se atreve a hacer una propuesta.
Como un loro que repite lo que aprende una sola vez, Claudia Sheinbaum ofrece la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación. Pero ese segundo piso no contempla a la masa que necesita el agua, porque de esa masa Claudia no habla. Para Claudia la crisis de agua no existe, por ello no ha ofrecido respuesta a la población.
Los Retos, a Solventar
De acuerdo a la propuesta lanzada por los académicos, entre los mayores retos que afronta México a corto plazo se encuentra el de la accesibilidad de la población al suministro de agua y el cuidado de esta, debido a que el manejo de aguas residuales no ha sido bien atendido, principalmente en lo que refiere al uso de aguas para riego, lo que hace que México sea el segundo país en el mundo, después de China, que utiliza en mayor medida agua residual para este fin.
Al del agua –se reconoce- también se suma el problema de la conservación de la biodiversidad, el que se establece como causa directa de la deforestación, la que ha provocado la fragmentación de los ecosistemas y el aislamiento de especies y poblaciones”, en donde también influyen “procesos como la contaminación de los ecosistemas y la introducción de especies invasoras” que conllevan a la pérdida de la biodiversidad y el deterioro profundo de los sistemas de soporte de la vida en el planeta.
Entre los factores que se reconocen han llevado a México a la crisis ambiental en la que se encuentran, se destaca a la industria minera, donde se reconocer que más de 120 conflictos ambientales vigentes relacionados con la minería en el país reflejan sus grandes costos socio-ambientales, en un contexto en que el Estado ha renunciado prácticamente a la regulación de esta actividad, así como a la protección del medio ambiente y de las comunidades indígenas y rurales en las regiones donde se lleva a cabo dicha actividad.