Entendiendo el rompimiento entre Amado Carrillo y El Chapo

Vicente Carrillo Leyva, según se sabe al interior de la fracción del Cartel de Sinaloa que controlan “Los Chapitos”, sería el responsable de haber filtrado a la DEA -y esta a su vez al gobierno mexicano-, la ubicación de Ovidio Guzmán López que concluyó en su captura y posterior liberación, en un operativo que escandalizó al país entero el jueves 17 de octubre del 2019

This a snapshot found in one of the houses of Mexico's most wanted drug traffickers, Amado Carrillo Fuentes, that was raided recently by the Mexican army. Carrillo is seen at far left with his friend Roin S. Sandoval and other unidentified friends. Carrillo, is known as the "Lord of the Skies" for his airplane fleet he uses for smuggling drugs. Mexican media are reporting that Carrillo has died due to complications from surgery which occurred at an undisclosed location. (AP Photo/Reforma)

El asesinato de Cesar Carrillo Leyva, hijo del icónico capo de las drogas Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, ocurrida en el 2020 en Navolato, Sinaloa, abrió las viejas heridas de rencor y odio entre los carteles de Juárez y Sinaloa. Ese fue el preludio de un baño de sangre entre los dos carteles que controlan el trasiego de drogas hacia Estados Unidos desde la zona norte de México.

De acuerdo a fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR), las investigaciones que aun siguen sobre el asesinato de Cesar Carrillo Leyva, “El Cesarín”, mantienen como principal línea de investigación que se trató de una ejecución ordenada por los hermanos Ovidio Guzmán López e Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, “Los Chapitos”, hijos de Joaquín Guzmán Loera, actuales jefes de una fracción del Cartel de Sinaloa.

Según las investigaciones que lleva a cabo la FGR, el homicidio que ocurrió en el domicilio de la víctima, ubicado en la avenida Virgo, entre las calles Constelación y Zapata de la colonia Alfonso G. Calderón, de Navolato, Sinaloa, donde participaron al menos una docena de hombres armados, fue ordenado por “Los Chapitos”, esto –posiblemente- en represalia a las filtraciones de información que ha venido haciendo a la DEA Vicente Carillo Leyva, hermano de “El Cesarín”.

Y es que de acuerdo a fuentes consultadas, al día de hoy Vicente Carrillo Leyva, “El Ingeniero”, quien se encuentra en el anonimato desde su salida de prisión en junio del 2018, luego de haber purgado una sentencia de nueve años en el penal federal de Puente Grande, se convirtió en informante de la agencia para la Administración del Control de Drogas (DEA) del Departamento de Justicia del gobierno de Estados Unidos.

Vicente Carrillo Leyva, según se sabe al interior de la fracción del Cartel de Sinaloa que controlan “Los Chapitos”, sería el responsable de haber filtrado a la DEA -y esta a su vez al gobierno mexicano-, la ubicación de Ovidio Guzmán López que concluyó en su captura y posterior liberación, en un operativo que escandalizó al país entero el jueves 17 de octubre del 2019.

Hoy se sabe que tras atribuirle a Vicente Carrillo Leyva el origen de ese hecho, su cabeza tuvo precio; “Los Chapitos” ordenaron una cacería contra Vicente Carrillo Leyva, al que no han podido localizar, pero el recién pasado jueves 13 de agosto una célula de “Los Chapitos” pudo ubicar a su hermano Cesar Carrillo Leyva, quien se encontraba en su casa de descanso en Navolato, por lo que se ordenó su ejecución.

Historia de venganzas

Cesar Carrillo Leyva, de 38 años de edad, quien estaba a cargo de las operaciones financieras del Cartel de Juárez, no es la primera víctima, en línea directa de Amado Carrillo Fuentes, que cobra la confrontación entre los carteles de Juárez y Sinaloa. El 11 de septiembre del 2004, a las afueras de un cine en la ciudad de Culiacán, fue asesinado Rodolfo Carrillo Fuentes, “El Niño de Oro”, hermano de “El Señor de los Cielos”.

Esta ejecución, donde hoy se sabe que participaron junto con los sicarios del Cartel de Sinaloa elementos de la Policía Federal bajo instrucciones de Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública del gobierno federal y aliado del Cartel de Sinaloa, también cobró la vida de Giovanna Quevedo, novia de Rodolfo Carrillo. Junto con ellos también fueron ejecutados cinco hombres que estaban a cargo de la seguridad de la pareja.

En reacción a esta ejecución, Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, quien se quedó al mando del Cartel de Juárez, tras la aparente muerte de Amado Carrillo, ordenó -en alianza con Arturo Beltrán Leyva, entonces jefe del Cartel de los Hermanos Beltrán Leyva- la ejecución de un hermano de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Arturo Guzmán Loera, “El Pollo”, quien estaba recluido en la cárcel federal de Almoloya.

El asesinato de “El Pollo” ocurrió dentro de la prisión de Almoloya, el 31 de diciembre del 2004, solo menos de tres meses después de la ejecución de Rodolfo Carrillo Fuentes. “El Pollo” fue ejecutado de siete balazos en el área de juzgados del penal federal de máxima seguridad de Almoloya. El ejecutor del crimen fue José Ramírez Villanueva, un ex colaborador de Arturo Beltrán Leyva.

Luego del asesinato del hermano menor de “El Chapo”, la reacción del Cartel de Sinaloa no se dejó esperar. Esta vez la andanada no fue dirigida contra el cartel de Juárez, sino contra su aliado el Cartel de los Beltrán Leyva; se ordenó la persecución y ejecución de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, el menor del clan. Quien no pudo ser asesinado, pero sí entregado a las fuerzas federales que lo buscaban.

Alfredo Beltrán Leyva fue detenido y enviado a prisión el 21 de enero del 2008, luego que un grupo del Cartel de Sinaloa operó de manera conjunta con la Policía Federal de Genaro García Luna para ese cometido. “El Mochomo” fue recluido en la cárcel federal de Puente Grande, de donde fue extraditado a Estados Unidos. Actualmente purga una sentencia de cadena perpetua dictada por el juez Richard J. León, de la corte federal del Distrito de Columbia.

A esta detención otra vez volvió a reaccionar la alianza de los carteles de Juárez y de los Hermanos Beltrán Leyva; el 8 de mayo del 2008, el mismo año de la detención de “El Mochomo”, fue ejecutado a balazos en el centro comercial Desarrollo Urbano Tres Ríos de Culiacán, uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, Edgar Guzmán López, quien también era hermano de Ovidio.

Edgar Guzmán López fue ejecutado por un comando de más de 20 sicarios, los que dispararon más de 500 balas de rifles Ak-47, las que también alcanzaron a los acompañantes del hijo de “El Chapo”, los jóvenes Arturo Meza Cázares y su primo Cesar Ariel Loera Guzmán. En el múltiple homicidio participaron células criminales del Cartel de Juárez y del Cartel de los Hermanos Beltrán Leyva.

El origen de la disputa

La guerra a muerte que mantienen los carteles de Juárez y Sinaloa, que de acuerdo a cifras extraoficiales de la Fiscalía General de la República ya ha costado en los último cinco años más de 2,000 muertes del lado del Cartel de Juárez y casi 1,700 del bando del Cartel de Sinaloa, solo es entendible al revisar la historia. 

No siempre fueron enemigo ambos carteles. De hecho, de acuerdo a la versión obtenida de Rafael Caro Quintero cuando el que esto escribe compartió con él celdas entre el 2008 al 2010 en la prisión de Puente Grande, “El Chapo” Guzmán y Amado Carrillo, “eran cómo hermanos”. Los dos se entendían plenamente y se respetaban de manera mutua.

Nunca hubo un desencuentro entre “El Chapo” y “El Señor de los Cielos” cuando los dos estaban al servicio del Cartel de Guadalajara, a finales de la década de los 80´s, cuando ambos estaban tenían la encomienda del trasiego de cocaína desde Colombia a Jalisco, bajo las órdenes del propio Rafael Caro Quintero, Ernesto Carrillo Fonseca y Miguel Ángel Félix Gallardo.

Existe una anécdota que habla sobre el grado de relación que llegaron a tener Joaquín Guzmán Loera y Amado Carrillo Fuentes, después de que ambos fueron permitidos para crear sus propios carteles con la anuencia del triunvirato Caro-Carrillo-Félix. Esta anécdota la vertió Hugo Tafolla Sánchez, “El Fugas”, quien sirvió para ambos carteles hasta que fue recluido en la cárcel de Puente Grande.

De acuerdo a la versión de “El Fugas”, tanto era el aprecio que Amado Carrillo le tenía a Joaquín Guzmán, que en una ocasión “El Señor de los Cielos” le regaló su propia pistola a “El Chapo”, lo que en sí es considerado dentro del ámbito delincuencial como un acto de rendición y reconocimiento de superioridad:

-Mire, don Joaquín, aquí le entrego mi pistola como muestra de mi lealtad y amistad, pero sobre todo en agradecimiento a su labor por el cártel.

Contó “El Fugas” que“El Chapo”volteó hacia aquel sujeto de aproximadamente 1.70 de estatura, de tez blanca, bigote ralo y nariz casi aguileña. Le notó la sinceridad en la franca sonrisa de dientes postizos.

-Don Amado -contestó sonriente “El Chapo”sin perder de vista al interlocutor y palpando el arma que le estaba entregando por la cacha-, de verdad es un placer poder saludarlo.

-Recíbame el obsequio -insistió Amado.

-Muchas gracias -contestó el sinaloense mientras guardaba la pesada pistola con emotiva incredulidad. Luego la observó con dete­nimiento y deletreó en voz baja las iniciales ACF que tenía grabadas la empuñadura en oro

-Amado Carrillo Fuentes -dijo en un murmullo-… la voy a conservar con mucho gusto, en recuerdo de su amistad.

Ese acto fue en agradecimiento de Carrillo Fuentes hacia “El Chapo”, porque este había sido el intermediario ante Jesús Gutiérrez Rebollo, para que el gobierno brindara protección al cartel de Juárez, después de una serie de decomisos de droga en Chihuahua. Gracias a la mediación de “El Chapo”, el general se mostró dispuesto a brindar protección a las operaciones de la gen­te de Ciudad Juárez.

El propio General Gutiérrez Rebollo, de acuerdo a la versión de “El Fugas”, le recalcó a Amado Carrillo Fuentes que la negociación la hacía en atención a la amistad con Guzmán Loera. Carrillo Fuentes así lo entendió y a la primera oportunidad se lo agradeció a “El Chapo” de forma muy personal.

Las desavenencias entre Amado Carrillo y Joaquín Guzmán Loera vinieron cuando “El Señor de los Cielos” decidió hacer alianza con el Cartel de Tijuana, el de los hermanos Arellano Félix, para mantener el control del narcotráfico en gran parte de la frontera norte, desde Tijuana a Ciudad Juárez. Amado Carrillo nunca consideró, o lo pasó por alto, que los hermanos Arellano Félix estaban confrontado a muerte con “El Chapo” Guzmán.

La razón de esa confrontación fue el asesinato del compadre y brazo derecho de “El Chapo”, Armando López Esparza, “El Rayo de Sinaloa”, quien fue asesinado por Ramón Arellano Félix, en plena concordancia con sus otros hermanos, luego de saber que “El Rayo” pretendía el amor de Enedina Arellano Félix, a la que le había propuesto matrimonio.

Esa muerte fue la que hizo que los carteles de Sinaloa y Juárez se enfrentaran. “El Chapo” siempre consideró una traición la alianza de Carrillo Fuentes con los Hermanos Arellano Félix, y a su vez, Carrillo Fuentes se sintió agraviado por la confrontación que mantuvo –y mantiene a la fecha- el Cartel de Sinaloa frente al cartel de los Hermanos Arellano Félix.

Así, a más de 30 años de que se dio la fractura entre los carteles de “El Chapo” y “El Señor de los Cielos”, hoy de nueva cuenta, tras el asesinato de Cesar Carrillo Leyva, se abre la herida que amenaza con un nuevo baño de sangre, principalmente en los estados de Chihuahua y Sinaloa, donde se mantiene viva la disputa por el control de las rutas del narcotráfico.