“Mayo” Zambada, el Barón más discreto de las drogas
El Mayo Zambada, con sus poco más de 50 años de labor en el narcotráfico, cobró notoriedad social en el año 2010, cuando el periodista Julio Scherer García logró entrevistarlo en algún lugar de la sierra de Sinaloa, en un encuentro cuestionado desde el interior de los órganos de inteligencia del gobierno federal, en donde un sector atribuyó el encuentro a una decisión presidencial
Por. J. Jesús Lemus
La DEA ha incrementado sus recompensas para quienes aporten información que permita la ubicación y captura de altos líderes del narcotráfico mexicano. Por ejemplo, tres de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos como “Los Chapitos” (Jesús Alfredo, Iván Archivaldo y Joaquín) tienen precio sobre sus cabezas, igual que Nemesio Oseguera, líder del CJNG.
Sin embargo, a pesar de esa tendencia de ir por los grades líderes del narco mexicano, uno de los principales caballeros de las drogas ha pasado inadvertido. Ismael “El Mayo” Zambada García, considerado uno de los mas más importantes líderes dentro del cartel de Sinaloa, no se le busca con la insistencia de captura con la que otros Capos han sido buscados por el gobierno federal.
Si bien es cierto que el gobierno de Mexico ofrece desde el año 2009 una recompensa de 30 millones de pesos a quien proporcione datos que puedan dar con su captura, y que el gobierno de Estados Unidos estableció desde el año 2008 una recompensa de 5 millones de dólares para dar con su paradero, también es cierto que nunca se ha instrumentado un operativo oficial para la detención de “El Mayo” Zambada.
No ha pasado así con todos los que fueron su socios, la mayoría de ellos anulados por la acción oficial; contra Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, se instrumentaron 6 operativos de captura, contra Ramón Arellano Félix fueron 5 acciones conjuntas las que pretendieron capturarlo en su momento, en tanto que contra Alfredo, Arturo y Héctor Beltrán Leyva la federación lanzó un total de 11 operativos para sus capturas.
En los registros públicos de la Marina, Policía Federal, Ejercito y PGR, consultados por Cenzontle400 no se registra ningún operativo encaminado a la captura del Mayo Zambada en los últimos 5 años, en cambio contra el Chapo Guzmán, solo en los últimos 3 meses previos a su detención, se hicieron por lo menos 12 acciones oficiales para su captura.
En la misma condición se fue el caso de Rafael Caro Quintero, el que cuando prófugo el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de 5 millones de dólares. Contra el Capo de Guadalajara las fuerzas federales instrumentaron, entre el 2014 al 2018, al menos cinco acciones oficiales de para lograr su captura, sin resultados.
De esa forma, El Mayo Zambada, desde algún punto del territorio nacional, ha visto a través de los medios de comunicación, cómo se ha dado la detención de sus principales socios en los últimos 30 años, pero a él no se le ha buscado de manera formal. De acuerdo a datos e la Procuraduría General de la Republica (PGR) El Mayo se encuentra activo en el narcotráfico desde 1964.
Nexos con todos los carteles
Documentos públicos de la DEA, refirieren que Ismael Zambada García, tras ser miembro del cartel de Pedro Avilés Pérez, pasó a formar parte de la estructura que integró Miguel Ángel Félix Gallardo, en donde se hizo del grupo que comandaba Amado Carrillo Fuentes, con fuertes nexos de amistad con el cartel de los Hermanos Arellano Félix.
De hecho, a este narcotraficante se le atribuye el pacto de unidad que en algún momento mantuvieron todos los carteles que resultaron de la división acordada del grupo de Miguel Ángel Félix Gallardo, entre ellos los carteles de Juárez, de Tijuana y de Sinaloa, incluyendo el de los hermanos Beltrán Leyva.
A la fecha, aun cuando se le considera que pudiera ser el heredero de una fracción del cartel de Sinaloa, que mantuvo su hegemonía con Joaquín Guzmán Loera al frente, no existe ningún operativo oficial que pretenda su búsqueda, convirtiéndose de esa forma en el capo del narcotráfico más invisible para las últimas cinco administraciones federales, en donde ha pasado desapercibido.
El Mayo Zambada, con sus poco más de 50 años de labor en el narcotráfico, cobró notoriedad social en el año 2010, cuando el periodista Julio Scherer García logró entrevistarlo en algún lugar de la sierra de Sinaloa, en un encuentro cuestionado desde el interior de los órganos de inteligencia del gobierno federal, en donde un sector atribuyó el encuentro a una decisión presidencial.
Tras la entrevista con el periodista, El Mayo Zambada se posicionó como el líder del cartel de Sinaloa, disputando mediáticamente la figura rectora que ya se le atribuía dentro de esa organización al propio Joaquín Guzmán Loera, quien –ahora, desde su celda en una cárcel de Estados Unidos- ha cedido el liderazgo del Cártel de Sinaloa.
El posicionamiento que le otorgó la entrevista de Julio Scherer García al Mayo Zambada hizo parecer que el cartel de Sinaloa estuviera regido por dos liderazgos; el de él y el del Chapo Guzmán. Pero de acuerdo a la versión del Chapo Guzmán contada a sus interrogadores de la DEA en Estados Unidos, él era el único que mantenía el control al interior del cartel.
Los operativos oficiales
El Mayo Zambada, que a la fecha tiene 76 años edad, oriundo de la comunidad de Álamo, en el municipio de Culiacán, Sinaloa, iniciado en el narcotráfico -cuando tenía apenas 15 años de edad- como cuidador de plantíos de mariguana y amapola, por alguna razón no es buscado de manera afanosa por la federación, como se ha hecho con sus principales socios.
Las acciones de captura que se lanzaron contra Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, el que finalmente murió en un quirófano, fueron clasificadas por el ejército bajo los nombres: “Operativo Silencio”, “Operativo Desierto”, “Operativo Tormenta”, Operativo Serpiente”, “Operativo Papi” y “Operativo Tiburón”, la mayoría de ellas a cargo del General Jesús Gutiérrez Rebollo
Contra Ramón Arellano Félix, la cabeza del Cartel de Tijuana, los miembros de la marina y del ejército instrumentaron los operativos “Llovizna”, “Siete Enanos”, “Familia Feliz”, “Vacaciones en Familia” y “Condolezza”.
Las acciones oficiales que se instrumentaron para detener al menor de los hermanos Beltrán Leyva, Alfredo, fueron cuatro: “Operativo Barbas”, “Operativo Culiacán”, “Operativo Caballero” y “Operativo Niño”; para ubicar y dar con la captura de Arturo Beltrán Leyva, el que murió abatido en un departamento del estado de Morelos, se hicieron 3 acciones oficiales: “Operativo AA”. Operativo Casa Azul” y “Operativo Tres Hermanos”. Contra Héctor Beltrán Leyva se lanzaron los operativos “Tigre de Bengala”, “Señor de la Casa”, “Caballero 2” y “Niño Grande”.
Para intentar la captura de Joaquín Guzmán Loera, tras la segunda fuga en Julio del 2015, la policía federal, marina y ejército realizaron tres operativos: “Señor de la Sierra”, “Blanco Uno” y “Cisne Negro”, atribuyéndole a esa última acción la detención final del jefe del cartel de Sinaloa.
Contra Rafael Caro Quintero, quien es reclamado por la justicia de Estados Unidos tras su libración oficial en el año 2013, se orquestaron cinco operativos, dos de ellos coordinados por personal de la DEA en México. Los operativos que no tuvieron ningún resultado fueron clasificados como “Duende”, “Arcángel”, “Rayo”, “Napoleón” y “Rey León”.
Un Pez en el agua
Analistas del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), hablando de forma personal, atribuyen la falta de interés oficial en la captura del Mayo Zambada a su bajo perfil, pues en realidad su presencia mediática no es tan intensa como la que en su momento pudo lograr el mismo Chapo Guzmán o Ramón Arellano Félix.
En algunos círculos de inteligencia federal no se descarta la posibilidad de que la inapetencia del Estado para la captura del Mayo Zambada pudiera partir de una buena relación con funcionarios de primer nivel en los mandos de seguridad nacional, relaciones que algunos analistas consideran que en algún momento pudieron haber llegado hasta la oficina de la presidencia de la república.
Un tercer factor, por el que se considera que no existe interés del Estado para la detención del Mayo Zambada, es la labor de cohesión que ha sabido mantener con los integrantes de otros carteles, en donde se asegura que se ha mostrado interesado por el dialogo y la negociación antes que por la confrontación.
Esa negociación con carteles como el de los Zetas, Del Golfo y Jalisco Nueva Generación, es lo que le ha permitido al Mayo Zambada ser considerado como un “objetivo discreto” para el gobierno federal, además de permitirle tener presencia en el trasiego de drogas en regiones de Michoacán, Guerrero, Colima, Jalisco, Quintana Roo y Nuevo león.