Amapola, el Cáncer no Erradicado

Según las estadísticas oficiales dadas a conocer por la FGR, casi todo el territorio nacional es utilizado por los grupos del crimen organizado para la siembra de amapola; desde el 2014 a junio del 2023 sólo en seis de las 32 entidades federativas, Campeche, Ciudad de México, Hidalgo, Querétaro, Quintana Roo y Tlaxcala, no se habían registrado cultivos de amapola a destruir

Por. J. Jesús Lemus

Pese a que México está considerado por la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito (UNODC) como el tercer país productor de amapola en el mundo, apenas por debajo de Afganistán y Myanmar, los esfuerzos oficiales de la Fiscalía General de la República (FGR) para el combate de este cultivo no se manifiestan en la misma proporción.

En los últimos 10 años, de acuerdo a una respuesta oficial emitida vía portal de transparencia por parte de la Fiscalía General de la República (PGR), se reconoce que se han podido destruir un total de 14 plantíos en todo el territorio nacional, los que en promedio representan una extensión de 270 hectáreas de ese cultivo ilícito por año.

Según los datos de la UNODOC, emitidos en su más reciente informe sobre cultivo de la flor que sirve de base para producir drogas letales como morfina y heroína, el crecimiento anual promedio de este cultivo en México se estima en más de mil hectáreas por año, las que mayormente se concentran en los estados de Guerrero, Chihuahua, Durango y Sinaloa.

Sólo en lo que refiere a la acción de la FGR, de los últimos 10 años el periodo en el que se han podido destruir mayor cantidad de cultivos de amapola es el del 2014, cuando se erradicaron 92 cultivos, de los que 44 se ubicaron en Oaxaca, 42 en Chiapas, tres en Guerrero, y uno en Chihuahua, Michoacán y Morelos, respectivamente.

En el 2023, según la respuesta oficial emitida por la FGR, se destruyeron 10 cultivos de amapola, de los que 5 se encontraron en el estado de Oaxaca, uno en Guerrero, uno en Sonora, dos en Sinaloa y otro en Zacatecas, con lo que se reconoce al estado de Oaxaca como la principal entidad con mayor cantidad de cultivos destruidos de este enervante en los últimos 7 años, al sumar 75 desde enero del 2014 a febrero de 2024.

Pero las cifras de la UNODC, emitidas en el informe “México, Monitoreo de Cultivos de Amapola 2014-2023”, publicado el año pasado, revelan que sólo en durante ese periodo en todo el territorio nacional se cultivaron cerca de 26 mil 100 hectáreas de amapola, las que se comparan con las 183 mil que se cultivaron en Afganistán, y las más de 55 mil hectáreas sembradas en Myanmar.

Según las estadísticas oficiales dadas a conocer por la FGR, casi todo el territorio nacional es utilizado por los grupos del crimen organizado para la siembra de amapola; desde el 2014 a junio del 2023 sólo en seis de las 32 entidades federativas, Campeche, Ciudad de México, Hidalgo, Querétaro, Quintana Roo y Tlaxcala, no se habían registrado cultivos de amapola a destruir.

En el resto del suelo mexicano, en los últimos años la siembra de amapola ha venido en aumento, no sólo en cantidad de cultivos sino en extensión de los mismos, pues de acuerdo a la UNODC en el 2015 se detectó la siembra de 2 mil 626 hectáreas de amapola, superficie que en el 2017 llegó a 2 mil 980 hectáreas y que al año siguiente, en el 2018, alcanzó las 5 mil 188 hectáreas.

Sin embrago, en el 2018 los esfuerzos de la FGR para erradicar estos cultivos fueron totalmente nulos, al no registrar destrucción de un solo cultivo en todo el territorio nacional, y en el 2019 apenas se alcanzó la destrucción de 16 cultivos, con una extensión de 21 mil 668 hectáreas, sólo en los estados de Chihuahua, Durango y Guerrero.

Resultados Insuficientes

Frente a los datos que revela la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito (UNODC), que reconocen que el problema del cultivo de amapola se concentra en los estados de Chihuahua, Sinaloa, Durango, Guerrero y Nayarit, los esfuerzos de la PGR para el combate de ese cultivo en dichos estados se ha visto insuficiente.

La PGR reconoce que del 2019 a junio del 2022, en Chihuahua sólo se han destruido siete cultivos, en Guerrero han sido 84, en Durango sólo nueve, mientras que en Nayarit no se ha llevado a cabo ninguna destrucción por parte del personal de esa dependencia, el que ha concentrado su mayor esfuerzo para la erradicación de ese enervante en los estado de Oaxaca y Chiapas.

En el estado de Sinaloa, en donde la UNODC revela un incremento sustancial de cultivos de amapola, la PGR sólo ha podido erradicar un cultivo en los últimos 12 años, en acciones registradas durante el 2020, el que tuvo una extensión de poco más de Mil 015 hectáreas, en donde no hubo ningún detenido.

Otros de los estados en donde la UNODC reconoce el aumento de cultivos de amapola son Jalisco y Michoacán, en donde las acciones de la PGR han sido mínimas, al reconocer en los últimos 12 años acciones de erradicación de únicamente tres cultivos, dos de ellos ocurridos en el 2018 en Jalisco y uno más en el 2020 en el estado de Michoacán.

En las cifras oficiales de la PGR llama la atención que durante todos los operativos que se han aplicado para la destrucción de amapola, del 2014 a junio del 2023, no se ha logrado la detención de ningún responsable del ilícito de esos cultivos, por lo que las averiguaciones previas y carpetas de investigación se han sido sin detenidos.

Otro dato a destacar en las cifras oficiales otorgadas por la PGR a Reporte Índigo es el que refiere que en los 232 operativos de destrucción de cultivos de amapola que se han llevado a cabo en los últimos 12 años, en ninguno de ellos se registraron, o al menos no se cuenta con datos sobre enfrentamientos u oposición de los responsables de los cultivos frente a las fuerzas federales.

Con los datos más recientes de la PGR, ventilados el pasado 20 de febrero de este año, se establece que hasta junio del 2024, el primer estado en cuanto a destrucción de cultivos de amapola, era Oaxaca, con 74 plantíos destruidos, seguía después Guerrero con 35, Chiapas con 32, Durango con nueve y Chihuahua con siete.

Otros estados en donde se han llevado a cabo acciones de destrucción de sembradíos de amapola en los últimos 12 años son Sonora y Jalisco, con dos plantíos destruidos en cada una de esas entidades, y Zacatecas, Sinaloa, Morelos y Michoacán, con un cultivo destruido por cada uno de esos mismos estados.

Cultivos en Aumento

En el estadístico histórico de destrucción de cultivos de amapola, dado a conocer por la PGR, en donde se infiere un incremento sustancial de esa siembra, se revela que la superficie destruida de ese cultivo también ha venido en aumento en los últimos años, pasando del 2006 de 18 mil 889 hectáreas a 20 mil 034 hectáreas al 30 de junio del 2020.

La mayor cantidad de hectáreas de amapola destruidas, según la ubican las cifras, se registró en el año 2015 en el estado de Guerrero, cuando y donde fueron erradicadas 10 mil 200 hectáreas del enervante, cifra a la que se aproximó las 6 mil 579 hectáreas de amapola destruidas en Durango en el año 2020.

Entre los estados que han registrado incrementos sustanciales en cuanto a la cantidad de hectáreas de cultivo de amapola destruidas se encuentran Chihuahua, que en el 2014 registró la erradicación Mil 673 hectáreas pero que en hasta junio del 2023 ya llegaba a 4 mil 148; Durango que pasó de 2 mil 244 hectáreas en el 2014 a 5 mil 756 hectáreas en el 2023, y Sinaloa que pasó de 864 hectáreas en el 2014 a 3 mil 015 hectáreas en el 2023.