Un satélite de la NASA estudiará el calor de los polos de la Tierra; mejorará los modelos meteorológicos

Con ello, los científicos harán un pronóstico más certero del derretimiento de los casquetes polares, del aumento del nivel del mar y del comportamiento del clima, ante el calentamiento global

Foto: NASA

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) lanzó este fin de semana la misión PREFIRE (Experimento de energía radiante polar en el infrarrojo lejano) con el pequeño cohete Electron de Rocket Lab, del Complejo de Lanzamiento 1 de Māhia, Nueva Zelanda, con el objetivo de predecir los cambios en el hielo, los mares y el clima de la Tierra cada vez más caliente.

La subdirectora de noticias de la NASA, Jennifer Dooren, escribió en el portal de la agencia que Electron de Rocket Lab es el primero de un par de satélites climáticos diseñados para estudiar las emisiones de calor en los polos de la Tierra.

Ambos satélites, que son cúbicos y del tamaño de una caja de zapatos o CubeSats, medirán la cantidad de calor que la Tierra irradia al espacio desde dos de las regiones más frías y remotas del planeta.

El proyecto “llenará un vacío en nuestra comprensión del sistema terrestre, proporcionando a nuestros científicos una imagen detallada de cómo las regiones polares de la Tierra influyen en la cantidad de energía que nuestro planeta absorbe y libera“, señaló Karen St. Germain, directora de Ciencias de la Tierra de la NASA. División en Washington.

Lo que “mejorará la predicción de la pérdida de hielo marino, el derretimiento de las capas de hielo y el aumento del nivel del mar, creando una mejor comprensión de cómo cambiará el sistema de nuestro planeta en los próximos años: información crucial para los agricultores que rastrean los cambios en el clima y el agua, las flotas pesqueras que trabajan en mares cambiantes y comunidades costeras fortaleciendo su resiliencia”, subrayó St.Germain.

El segundo cohete Electron despegará en los próximos días desde el Complejo de Lanzamiento 1. Estará a prueba 30 días, durante los cuales, ingenieros y científicos verificarán que ambos CubeSats funcionen normalmente. La misión funcionará durante 10 meses.

Technicians integrate NASA’s PREFIRE (Polar Radiant Energy in the Far-InfraRed Experiment) payload inside the Rocket Lab Electron rocket payload fairing on Wednesday, May 15, 2024, at the company’s facility in New Zealand. The agency’s PREFIRE mission to study heat loss to space in Earth’s polar regions will launch two CubeSats on two different flights aboard Rocket Lab’s Electron rockets from the company’s Launch Complex 1 in Māhia, New Zealand.

En el centro de la misión PREFIRE “está el presupuesto energético de la Tierra: el equilibrio entre la energía térmica entrante del Sol y el calor saliente emitido por el planeta. La diferencia entre ambos es lo que determina la temperatura y el clima del planeta. Gran parte del calor irradiado por el Ártico y la Antártida se emite en forma de radiación infrarroja lejana, pero actualmente no existe una medición detallada de este tipo de energía“, de acuerdo con la agencia aeroespacial.

El contenido de vapor de agua de la atmósfera, junto con la presencia, estructura y composición de las nubes, influye en la cantidad de radiación infrarroja lejana que escapa al espacio desde los polos de la Tierra. Los datos recopilados por PREFIRE brindarán a los investigadores información sobre dónde y cuándo se irradia energía del infrarrojo lejano desde los entornos ártico y antártico hacia el espacio.

Los satélites “cerrarán una gran brecha en nuestro conocimiento sobre el presupuesto energético de la Tierra“, dijo Laurie Leshin, directora del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. “Sus observaciones nos ayudarán a comprender los fundamentos del equilibrio térmico de la Tierra, lo que nos permitirá predecir mejor cómo cambiarán nuestro hielo, nuestros mares y nuestro clima ante el calentamiento global”.

Los CubeSats portan un instrumento llamado espectrómetro infrarrojo térmico, que utiliza espejos y sensores de formas especiales para medir longitudes de onda infrarrojas.

“Nuestro planeta está cambiando rápidamente, y en lugares como el Ártico, de maneras que la gente nunca antes había experimentado”, dijo Tristan L’Ecuyer, investigador principal de PREFIRE, Universidad de Wisconsin, Madison. “PREFIRE de la NASA nos brindará nuevas mediciones de las longitudes de onda del infrarrojo lejano que se emiten desde los polos de la Tierra, que podemos utilizar para mejorar el clima y los modelos meteorológicos y ayudar a las personas de todo el mundo a lidiar con las consecuencias del cambio climático“.