Chula Bike, un emprendimiento aliado de la movilidad de los antojos
Los chilaquiles, tamales, tacos y las tortas tienen en esta empresa una aliada para llegar con el mejor manejo a las manos de los antojadizos clientes; aparece como una oportunidad de negocio para la gente que quiere llevar “la receta de la abuela” a todos los lugares
CDMX.- La movilidad y la comida tienen que estar de la mano y para ello Chula Bike ofrece una respuesta.
Chula Bike es una fábrica mexicana de bicicletas comerciales que se utilizan para el transporte de chilaquiles o tacos y cualquier antojo hasta carga diversa.
Olín Augusto Pérez es el creador de Chula Bike y cuenta en entrevista cómo se decidió a enfrentar el reto de hacer una bicicleta mexicana en un ambiente donde “la fábrica del mundo” se encuentra en China y las marcas líderes del mercado fabrican muy poco en nuestro país, y la mayoría de los productos se hacen en el gigante asiático.
“Chula Bike empezó hace 10 años. Ya tenemos 10 años, orgullosamente. Es para nosotros muy placentero decirlo porque tener ya 10 años ha significado vencer muchas batallas y salir victoriosos. Obviamente, porque vivimos en un país en el que las sorpresas están cada día y los retos de igual forma”, explica el creador de la marca en entrevista.
Avencidada en León, Guanajuato, su marca de bicicletas ha encontrado el modelo de negocio para hacer que los comerciantes puedan llevar sus productos con una mejor presentación. Los vehículos pueden llevar iluminación, instalación de gas y, por supuesto, el “branding” de la marca.
Se trata de satisfacer la demanda del mercado de una nueva generación de personas que no comen en cualquier lado. Olín Augusto pone un ejemplo: ¿en dado de caso de ir con nuestros hijos prefereriremos un sitio establecido, limpio y con buena imagen o un puesto callejero, aunque sea más barato este último?
“Empezó como una tienda taller de bicicletas hace 10 años, y la verdad es que cuando lo abrí, tenía mucha inquietud, obviamente por el modelo de negocio que era muy relacionado con, uno, la bicicleta; y, dos, con el bienestar, el ejercicio y la unión familiar”, explica en entrevista.
Innovación y más innovación
Olín Augusto Pérez comenta que si bien su negocio comenzó como un negocio más de bicicletas y refacciones, su espíritu emprendedor lo llevó a explorar una nueva idea, y ello implicaba crear.
“Me encontré con un entorno en donde me di cuenta que el gremio de las bicicletas está monopolizado en México. Es decir, hay un monopolio en donde las grandes marcas, que son pocas, Benotto, Mercurio, específicamente, dominan todo el mercado. Entonces, yo me sorprendí porque yo pensaba que iba a haber más diversidad, más variedad, más cosas, pero hace 10 años era un monopolio. Ahorita han ido cambiando solamente un poco las cosas, pero de que es un monopolio, es un monopolio, de risa loca”, menciona Olín Augusto.
Calcula que en nuestro país el 95% de las bicicletas que se venden son de origen asiático.
“Si Benotto o Mercurio fabricaran el total de sus bicicletas, la verdad es que habría mucho empleo y nos iría muy bien a todos los mexicanos, pero yo me di cuenta que no las fabrican en total de sus bicicletas, solamente una parte, y todos los componentes son importados de China”, expone.
Competencia dura… y extenuante
En ese modelo, una tienda común de bicicletas tendría que competir con el resto con la venta de artículos que casi todas las tiendas también ofrecen. De conocer ese contexto fue que Olín Augusto se decidió por buscar diferenciarse del resto y creó Chula Bike.
“No me interesa vender la misma lucecita y la misma lamparita. Aposté por un esquema de diversificación y de innovación, y ahí es cuando abro estos brazos, porque son varios, uno es el área de fabricación de bicicletas. Todo el mundo me decía ‘no vas a poder luchar contra el monstruo de las mil cabezas que es China”, comenta.
“Con mucha fe, y con mucho talento, no solamente mío, sino de las personas que me acompañan y que me han acompañado durante toda la historia de Chula Bike, hemos logrado varias cosas. Hemos logrado buenos home runs, hemos logrado sacar la cabeza de la caja, y muestra de ello son las bicicletas comerciales”, expresa el creador de Chula Bike.
En León, Guanajuato, encontró el sitio ideal para la creación de esta idea que se convirtió en un negocio. La vocación industrial de la ciudad le mostró la ruta para encontrar a los mejores proveedores, ya que la necesidad de materiales para los vehículos iba creciendo.
“Este triciclo lleva madera, lleva acero inoxidable, lleva mecanismos, lleva pintura, hay algunos que tienen iluminación, tienen instalación de gas, que tienen instalación de frío. Incluso llevan fibra de vidrio algunos. Obviamente, tienen que responder a la necesidad de cada empresario. Es un ecosistema que no es fácil de encontrar en México”, explica.
Bicis mexicanas para todo el mundo
Cuando pudo responder a esta necesidad, su producto fue mucho más competitivo y hoy exporta a Canadá, Estados Unidos y a otros muchos países. Por supuesto, también tiene clientes en varios puntos del territorio nacional.
León fue clave en su diseño de negocio porque le ofrece la ventaja de tener muchos proveedores.
“Ese ecosistema, yo lo encontré en la ciudad de León, Guanajuato, porque por su naturaleza, la ciudad de León tiene un gran desarrollo industrial por el calzado. Es una ciudad que tiene una riqueza de proveeduría. Tienes proveedores que te surten y que te venden todo”, explica Olín.
“Aquí en León Guanajuato está en crisis el calzado. Los chinos le han puesto una chinga de a peso a los zapateros. Hay grandes marcas, como lo sabemos, pero gran parte de esas marcas están dejando de producir zapato mexicano y están comprando calzado chino, con su misma marca”, lamenta.
Chula Bike se encuentra en un periodo permanente de innovación para responder a las demandas del mercado, que cada día llega con un nuevo reto. Olín Augusto considera que este mercado está en crecimiento y la comida callejera conquistará cada día más territorios, por ello Chula Bike tiene posibilidades de llegar hasta donde se pueda ofrecer una ración de antojitos mexicanos.
La magia de Chula Bike, dice su creador, está en los recuerdos que nos ofrece recordar nuestras primeras vueltas en bicicleta, el reto que representaba enseñarse a maniobrar y todos los momentos divertidos que nos hace revivir. Sólo que hoy el reto es hacer un negocio y, como en todo, puede haber caídas pero al final nos quedarán hermosos momentos en la memoria y en el corazón.