Andrés Manuel López Obrador: manipulación, violencia y abusos desde el discurso
En los últimos meses, el presidente Andrés Manuel se ha caracterizado por su intolerancia al cuestionamiento, recurriendo frecuentemente al abuso verbal y a la manipulación a través de su discurso matutino, siendo al prensa, defensores de derechos humanos y activistas sus principales objetivos.
Hace unos días, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostuvo un intercambio de diálogos con el periodista Ernesto Ledesma sobre Ayotzinapa y el caso de los 43 jóvenes desaparecidos hace casi 10 años, en el cual AMLO no perdió la oportunidad de criminalizar, minimizar y desacreditar al movimiento encabezado por los padres de los 43, mientras ensalzaba la dignidad de las Fuerzas Armadas.
No es la primera vez que el presidente atenta moralmente contra un movimiento, periodista o activista. En múltiples ocasiones lo ha hecho a través de los mecanismos que el poder del Estado le provee. Su discurso alienta al odio y compromete no solo la dignidad de aquellos atacados, sino también su seguridad y la de sus familias.
La manipulación de AMLO
La conferencia matutina del presidente se anunció como un espacio mediante el cual la prensa, y por tanto la ciudadanía, podría entablar un diálogo directo con las autoridades del país, quienes informarían de viva voz sobre los temas de interés para los mexicanos. Este proyecto, planteado como una iniciativa informativa, pronto se convirtió en el espacio principal por el cual el Ejecutivo manipularía la información para criminalizar, atacar y deslegitimar a quienes no estuvieran de acuerdo con sus decisiones.
¿Cómo logra Andrés Manuel esta manipulación a través del discurso matutino? El lingüista Teun van Dijk define la manipulación como “una práctica comunicativa e interaccional en la que el manipulador ejerce control sobre otras personas.” A partir del Análisis Crítico del Discurso (disciplina que analiza la forma en que, a través del de la comunicación, grupos dominantes mantienen la desigualdad social), se pueden observar los mecanismos discursivos que utiliza para lograr la manipulación de los mexicanos.
El lingüista apunta a la existencia de distintas condiciones sociales que permiten el control manipulativo, como lo es la pertenencia a un grupo, poseer algún grado académico, una importante posición social o pertenecer a una institución, como es el caso del presidente, quien encarna al Poder Ejecutivo Federal.
El presidente también se vale del sesgo informativo de muchos medios que replican su discurso a conveniencia, en conjunto con el uso de las redes sociales para dificultar el acceso de la población a información veraz que ayude a resistir la manipulación.
Estrategias de manipulación en el discurso de AMLO
Teun van Dijk presenta algunas estrategias generales de manipulación en el discurso:
1.- Presentación positiva de sí mismo y presentación negativa de los otros.
Durante la conferencia matutina, se suele escuchar que el gobierno de la Cuarta Transformación no es igual. A lo que el presidente suele referirse con el famoso “no somos iguales” es a su supuesta administración diferente a las vividas en los mandatos priístas y panistas; sin embargo, en la práctica podemos observar lo contrario.
En la conferencia mañanera del 28 de junio, la periodista Reyna Haydee Ramírez cuestionó al presidente López Obrador sobre el mal uso de la prisión preventiva, aquella que utiliza para desacreditar al Poder Judicial. El presidente denuncia la “peligrosidad” de desaparecer la prisión preventiva, como propone la Suprema Corte de la Nación, bajo la presión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que hace poco más de un año sancionó al Estado Mexicano por incumplir con legislaciones internacionales.
En múltiples ocasiones, en su conferencia el presidente ha promovido la prisión preventiva, sin importar la multitud de pruebas que se le han presentado, como es el caso de Max Calderón, imputado por una falsa acusación, o Higinio Bustos Navarro, quien lleva tres años preso, inculpado de asesinar a un militar infiltrado en el movimiento social al pertenece, a pesar de carecer de pruebas en su contra, ambos casos fueron expuestos por Reyna Haydee.
Andrés Manuel asegura que desaparecer la prisión preventiva permite la corrupción y promueve que “el que tiene el dinero para comprar la inocencia, buenos abogados”, se dé a la fuga. Sin embargo, hay que recalcar que ONU Derechos Humanos detalló en un informe en 2022 que la prisión preventiva es violatoria de los derechos humanos, además de violentar la presunción de inocencia, el debido proceso y la igualdad ante la ley.
Existió otro gobierno que consideraba pieza fundamental del mecanismo de justicia a la prisión preventiva; de 2006 a 2012, México vivió uno de los peores escenarios a los que se ha enfrentado a lo largo de su historia debido a la sangrienta guerra contra el narcotráfico emprendida por el presidente Felipe Calderón y su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, hoy preso en los Estados Unidos.
Durante el sexenio de Calderón, García Luna utilizó esta herramienta del sistema judicial para deshacerse de sus enemigos, pero no solo eso, también la utilizaba para dar una falsa imagen de resultados, encarcelando a miles de inocentes, según constata el periodista J. Jesús Lemus en su libro El Licenciado.
Jesús Lemus describe que solamente el 7 por ciento de los encarcelados en el periodo de García Luna como titular de la Secretaría de Seguridad Pública recibieron sentencia, siendo tan solo mil 816, mientras que un total de 24 mil 133 personas resultaron inocentes. Con estas personas inculpadas, García Luna garantizaba dar resultados a los medios para que no cuestionaran su actuar y los resultados de la guerra contra el narcotráfico.
Después de todo, la postura sobre la prisión preventiva entre la administración de López Obrador y la de Felipe Calderón no dista en nada, pues ambos consideran fundamental su aplicación en el país.
2.-Enfatizar la posición, el poder, la autoridad o superioridad moral del hablante y sus fuentes y la inferior de su receptor
En pocas palabras, el presidente suele utilizar una frase ya típica en la cultura política mexicana: “yo tengo otros datos”. Este dicho, al que muchas veces recurrió, apelaba a la supuesta desinformación por parte de periodistas en la conferencia de prensa.
Un ejemplo de esto se observa en el cuestionamiento constante a la periodista Anabel Hernández y a sus fuentes. Se le ha cuestionado por escribir un libro entero con una sola fuente y sin aportar ninguna prueba. El presidente acusó a su libro La historia secreta: AMLO y el Cártel de Sinaloa, como “un libro de calumnias”. El ataque lo realizó en su conferencia matutina del 20 de junio.
En esta misma conferencia el presidente presentó lo ya enunciado por el lingüista Teun van Dijk. Acusó una falta de moral en el periodismo de Anabel Hernández y de Tim Golden, comparó la moral del periodismo con la del poder político, pues “no puede estar difamando, mintiendo”, además demeritó aún más su fuente: “ya basta del estribillo de fuentes anónimas”.
3.- Desacreditan fuentes o creencias alternativas (disidentes)
El pasado 24 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador se confrontó con el periodista Ernesto Ledesma, quién le cuestionó respeto a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y la participación de las Fuerzas Armadas.
Ledesma le menciona los ataques denostando al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh), los cuales han ocurrido al menos 21 veces. El presidente procede a burlarse diciendo “agrégale la que viene ahorita” y menciona que “no denostando, sino cuestionando”.
Mismo caso que ocurrió con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), quienes pasaron del agrado del presidente López Obrador a “no le tengo nada, nada de confianza”, esto a raíz del cuestionamiento del GIEI sobre la participación de las Fuerzas Armadas en el caso Ayotzinapa. AMLO aseguró que, por culpa del GIEI, muchos de los responsables quedaron en libertad al argumentar tortura: “dejaron libres a quienes habían participado en la desaparición, no cuidaron el derecho de las víctimas”.
Recordemos que hace aproximadamente 11 meses, el GIEI abandonó el país, denunciando la falta de cooperación de la Secretaría de Defensa al pedirle ciertos documentos que, a pesar del mandato presidencial, se negaron a entregar en constantes ocasiones. El 25 de julio de 2023, entregaron el sexto y último informe sobre el caso Ayotzinapa.
AMLO mencionó en la conferencia del 24 de junio que el motivo por el cual el GIEI abandonó el país fue porque no se hallaron ciertos folios en los documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional. A raíz de este ataque, Amnistía Internacional México se solidarizó con las familias de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, además de sumarse a la solicitud de entrega de los folios solicitados y cualquier otra información clave del caso.
El presidente también aprovechó la oportunidad para agredir a la periodista Anabel Hernández: “esta señora que me calumnió impunemente”, olvidando lo que anteriormente opinaba de ella: “Esta periodista, Anabel Hernández, ha hecho trabajos de investigación de primer orden, es una mujer profesional en el periodismo y valiente, es una mujer excepcional”, dicho en su conferencia matutina del 5 de mayo de 2020, según afirma la propia periodista.
El presidente Andrés Manuel se convirtió en la esperanza de multitud de luchadores sociales y periodistas. Suponía un nuevo espacio de libertad de expresión donde dejaría de atacarse a aquellos quienes denuncian las injusticias e irregularidades; sin embargo, terminó replicando lo que sus antecesores, aprovechando nuevos medios a través de los que imponer sus opiniones, como lo es la conferencia matutina.