El “Mayo” Zambada, el Barón más discreto de las drogas

Tras la detención de “El Mayo” Zambada y “Joaquinito”, fue puesto en libertad Óvido Guzmán López, “El Ratón, quien se encontraba preso en Estados Unidos desde el 15 de septiembre del 2023, lo que ha alentado el imaginario colectivo para suponer que la entrega fue pactada para salvar de la cárcel a Ovidio

En medio de una serie de teorías de la conspiración, se dio el anuncio de la detención de Ismael Zambada García en Estados Unidos. El cofundador del Cártel de Sinaloa fue capturado en San Antonio Texas junto con un hijo de su socio “El Chapo” Guzmán, el más pequeño de “Los Chapitos “, Joaquín Guzmán López, hermano de Ovidio.

Tras la detención de “El Mayo” Zambada y “Joaquinito”, fue puesto en libertad Óvido Guzmán López, “El Ratón, quien se encontraba preso en Estados Unidos desde el 15 de septiembre del 2023, lo que ha alentado el imaginario colectivo para suponer que la entrega fue pactada para salvar de la cárcel a Ovidio.

Hasta hoy, Ismael Zambada se ha había distinguido por ser el narcotraficante más discreto, en un mundo criminal, en donde la DEA ha incrementado sus recompensas para quienes aporten información que permita la ubicación y captura de altos líderes del narcotráfico mexicano.

Por ejemplo, tres de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos como “Los Chapitos” (Jesús Alfredo, Iván Archivaldo y Joaquín) tienen precio sobre sus cabezas, igual que Nemesio Oseguera, líder del CJNG.

Sin embargo, a pesar de esa tendencia de ir por los grades líderes del narco mexicano, uno de los principales caballeros de las drogas había pasado inadvertido es Ismael “El Mayo” Zambada García, el que es considerado uno de los mas más importantes líderes del crimen.

Si bien es cierto que el gobierno de Mexico ofrecía desde el año 2009 una recompensa de 30 millones de pesos a quien proporcione datos que pudieran dar con su captura, y que el gobierno de Estados Unidos estableció desde el año 2008 una recompensa de 5 millones de dólares para dar con su paradero, también es cierto que nunca se instrumentó un operativo oficial para la detención de “El Mayo” Zambada.

No ha pasado así con todos los que fueron sus socios, la mayoría de ellos anulados por la acción oficial; contra Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, se instrumentaron 6 operativos de captura, contra Ramón Arellano Félix fueron 5 acciones conjuntas las que pretendieron capturarlo en su momento, en tanto que contra Alfredo, Arturo y Héctor Beltrán Leyva, la federación lanzó un total de 11 operativos para sus capturas.

En los registros públicos de la Marina, Policía Federal, Ejercito y PGR, consultados por Cenzontle400 no se observa ningún operativo encaminado a la captura del Mayo Zambada en los últimos 5 años, en cambio contra “El Chapo” Guzmán, solo en los últimos 3 meses previos a su detención, se hicieron por lo menos 12 acciones oficiales para su captura.

En la misma condición fue el caso de Rafael Caro Quintero, el que cuando prófugo el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de 5 millones de dólares. Contra el Capo de Guadalajara las fuerzas federales instrumentaron, entre el 2014 al 2018, al menos cinco acciones oficiales de para lograr su captura, sin resultados.

De esa forma, “El Mayo” Zambada siempre fue visto a través de los medios de comunicación como un capo muy discreto. Hoy el gobierno federal, a través de la Secretaría de Seguridad Pública, informó que “El Mayo” cuenta con cuatro órdenes de aprehensión, aunque nunca fue buscado.

Nexos con todos los cárteles

Documentos públicos de la DEA, refirieren que Ismael Zambada García, tras ser miembro del cártel de Pedro Avilés Pérez, pasó a formar parte de la estructura que integró Miguel Ángel Félix Gallardo, en donde se hizo del grupo que comandaba Amado Carrillo Fuentes, con fuertes nexos de amistad con el cártel de los Hermanos Arellano Félix.

De hecho, a este narcotraficante se le atribuye el pacto de unidad que en algún momento mantuvieron todos los cárteles que resultaron de la división acordada del grupo de Miguel Ángel Félix Gallardo, entre ellos, los cárteles de Juárez, de Tijuana y de Sinaloa, incluyendo el de los hermanos Beltrán Leyva.

Hasta ayer, aun cuando se le considera que pudiera ser el heredero de una fracción del Cártel de Sinaloa,El Mayo” que fue el que mantuvo la hegemonía de Joaquín Guzmán Loera al frente del Cártel de Sinaloa, no tenía ningún operativo oficial que pretendiera su búsqueda, convirtiéndole de esa forma en el capo del narcotráfico más invisible de las últimas cinco administraciones federales.

El Mayo Zambada, con sus poco más de 50 años de labor en el narcotráfico, cobró notoriedad social en el año 2010, cuando el periodista Julio Scherer García logró entrevistarlo en algún lugar de la sierra de Sinaloa, en un encuentro cuestionado desde el interior de los órganos de inteligencia del gobierno federal, en donde un sector atribuyó el encuentro a una decisión presidencial.

Tras la entrevista con el periodista, “El Mayo” Zambada se posicionó como el líder del Cártel de Sinaloa, disputando mediáticamente la figura rectora que ya se le atribuía dentro de esa organización al propio Joaquín Guzmán Loera, quien –ahora, desde su celda en una cárcel de Estados Unidos- ha cedido el liderazgo del Cártel de Sinaloa.

El posicionamiento que le otorgó la entrevista de Julio Scherer García a “El Mayo” Zambada hizo parecer que el Cártel de Sinaloa estuviera regido por dos liderazgos, el de él y el del “El Chapo” Guzmán. Pero de acuerdo a la versión del Chapo Guzmán contada a sus interrogadores de la DEA en Estados Unidos, él era el único que mantenía el control al interior del cártel.

Los operativos oficiales

“El Mayo” Zambada, que a la fecha tiene 84 años edad, oriundo de la comunidad de Álamo, en el municipio de Culiacán, Sinaloa, iniciado en el narcotráfico -cuando tenía apenas 15 años de edad– como cuidador de plantíos de mariguana y amapola, por alguna razón nunca fue buscado de manera afanosa por la federación, como se ha hecho con sus principales socios.

Las acciones de captura que se lanzaron contra Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos“, el que finalmente murió en un quirófano, fueron clasificadas por el ejército bajo los nombres: “Operativo Silencio”, “Operativo Desierto”, “Operativo Tormenta”, Operativo Serpiente”, “Operativo Papi” y  “Operativo Tiburón”, la mayoría de ellas a cargo del general Jesús Gutiérrez Rebollo

Contra Ramón Arellano Félix, la cabeza del Cártel de Tijuana, los miembros de la Marina y del Ejército instrumentaron los operativos “Llovizna”, “Siete Enanos”, “Familia Feliz”, “Vacaciones en Familia” y “Condolezza”.

Las acciones oficiales que se instrumentaron para detener al menor de los hermanos Beltrán Leyva, Alfredo, fueron cuatro: “Operativo Barbas”, “Operativo Culiacán”, “Operativo Caballero” y “Operativo Niño”; para ubicar y dar con la captura de Arturo Beltrán Leyva, el que murió abatido en un departamento del estado de Morelos, se hicieron 3 acciones oficiales: “Operativo AA”. Operativo Casa Azul” y “Operativo Tres Hermanos”. Contra Héctor Beltrán Leyva se lanzaron los operativos “Tigre de Bengala”, “Señor de la Casa”, “Caballero 2” y “Niño Grande”.

Para intentar la captura de Joaquín Guzmán Loera, tras la segunda fuga en Julio del 2015, la Policía Federal, Marina y Ejército realizaron tres operativos: “Señor de la Sierra”, “Blanco Uno” y “Cisne Negro”, atribuyéndole a esa última acción la detención final del jefe del cartel de Sinaloa.

Contra Rafael Caro Quintero, quien es reclamado por la justicia de Estados Unidos tras su libración oficial en el año 2013, se orquestaron cinco operativos, dos de ellos coordinados por personal de la DEA en México. Los operativos que no tuvieron ningún resultado fueron clasificados como “Duende”, “Arcángel”, “Rayo”, “Napoleón” y “Rey León”.

Un Pez en el agua

Analistas del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), hablando de forma personal, atribuyeron la falta de interés oficial en la captura del Mayo Zambada a su bajo perfil, pues en realidad su presencia mediática no es tan intensa como la que en su momento pudo lograr el mismo “El Chapo” Guzmán o Ramón Arellano Félix.

En algunos círculos de inteligencia federal no se descartó la posibilidad de que la inapetencia del Estado para la captura del Mayo Zambada pudiera partir de una buena relación con funcionarios de primer nivel en los mandos de seguridad nacional, relaciones que algunos analistas consideran que en algún momento pudieron haber llegado hasta la oficina de la Presidencia de la República.

Un tercer factor, por el que se considera que no existía interés del Estado para la detención del Mayo Zambada, es la labor de cohesión que ha sabido mantener con los integrantes de otros cárteles, en donde se asegura que se ha mostrado interesado por el diálogo y la negociación antes que por la confrontación.

Esa negociación con cárteles como el de los Zetas, Del Golfo y Jalisco Nueva Generación, es lo que le ha permitido al Mayo Zambada ser considerado como un “objetivo discreto” para el gobierno federal, además de permitirle tener presencia en el trasiego de drogas en regiones de Michoacán, Guerrero, Colima, Jalisco, Quintana Roo y Nuevo León.