Narcoestado en Plena Luz: La Captura de ‘El Mayo’ desenmascara la complicidad de AMLO
La captura de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López ha sacudido a México, revelando la vasta red de complicidades que conecta al narcotráfico con las más altas esferas del poder. Lo que en un inicio parecía una victoria en la lucha contra el crimen organizado, se ha convertido en un oscuro laberinto de incertidumbres y contradicciones. La presunta carta de “El Mayo”, en la que denuncia su secuestro y traición, ha desencadenado una crisis política sin precedentes, exponiendo la fragilidad de un gobierno que se tambalea bajo la sombra de la narcopolítica.
Por Gildo Garza
Desde el comienzo, la versión oficial ha enfrentado escepticismo. “No nos importa lo que declare El Mayo”; la presunta captura de “El Mayo” en México se ha presentado como un triunfo, sin embargo, las narrativas contradictorias sobre los eventos de ese día y la inesperada intervención de la embajada estadounidense, indican que la verdad podría estar siendo manipulada. El presidente López Obrador, quien asegura no haber estado informado sobre la operación, ha intentado desvincular a su gobierno de los sucesos, atacando a críticos y organizaciones civiles, aunque las incertidumbres persisten.
La confusión se extiende más allá de la captura de Zambada. La Fiscalía de Sinaloa, bajo el liderazgo del gobernador Rubén Rocha Moya, ha presentado versiones cuestionables sobre la detención y eventos subsecuentes. Las contradicciones son notorias, en particular en el caso del ataque a Héctor Melesio Cuén, cuya muerte parece relacionarse con una red de corrupción que implica a autoridades locales, con un testigo que no oyó disparos, la fiscalía sin balas recuperadas, y la familia que cremó el cuerpo. A esto se suma un video que parece ser un montaje y que contradice la versión oficial, lo que no solo genera dudas sino que también refuerza la desconfianza en las instituciones responsables de garantizar la seguridad y la justicia.
Las relaciones entre Estados Unidos y el Cártel de Sinaloa también han sido objeto de especulación. La posible participación no autorizada de agentes estadounidenses en la detención de “El Mayo” levanta preguntas sobre los vínculos ocultos entre ambos países. ¿Qué tan profundo es el involucramiento de Estados Unidos en la protección o captura de capos? Estas preguntas cuestionan la legitimidad de las acciones gubernamentales y fortalecen la percepción de un narcoestado, donde parece que el crimen organizado y el gobierno están entrelazados en una red de poder y traiciones. Mientras tanto, en Sinaloa es un secreto a voces que agentes de la DEA y el FBI se mueven entre los culichis.
La ciudadanía mexicana se encuentra atrapada en un mar de desinformación, donde la verdad se distorsiona y las mentiras se presentan como hechos. La falta de transparencia y la manipulación de la propaganda morenista han dejado al país en un estado de incertidumbre, donde es difícil discernir entre la realidad y la ficción. La captura de “El Mayo” podría ser más que un simple golpe al narcotráfico; podría ser el indicio de un cambio cualitativo en la relación entre el crimen organizado y las autoridades políticas de México. ¿Estamos presenciando el ascenso de un narcoestado donde los capos tratan directamente con los niveles más altos del gobierno?
En este contexto, la sombra del narcoestado se cierne sobre México con una fuerza aterradora. La infiltración del narcotráfico en las estructuras de poder es más evidente que nunca, y la lucha por la verdad se convierte en una batalla casi perdida. La única esperanza radica en que, con la Doctora Claudia Sheinbaum, las instituciones recuperen su credibilidad y se tomen medidas decisivas para enfrentar esta amenaza antes de que sea demasiado tarde.
¿Podrá con ello Omar García Harfuch?
A chambear.