A horas de iniciado el sexenio de Sheinbaum, SEDENA asesina a seis migrantes en Chiapas
La noche del primero de octubre, a tan solo unas horas de que Claudia Sheinbaum tomara posesión como presidenta de México, militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) asesinaron a seis migrantes en el tramo carretero Villa Comaltitlán-Huixtla, en Chiapas, según un comunicado emitido por la misma institución el 2 de octubre.
De acuerdo con el comunicado, alrededor de las 20:50 horas, elementos de la SEDENA que realizaban una patrulla terrestre identificaron una camioneta tipo pick-up que circulaba a exceso de velocidad, presuntamente acompañada por dos camionetas de redilas. Los militares afirmaron haber escuchado detonaciones, lo que provocó que dos de ellos accionaran sus armas, deteniendo de esta manera una de las camionetas de redilas.
Después de dispararle, el personal militar se acercó al vehículo, en el cual identificaron a por lo menos 33 migrantes de nacionalidad egipcia, nepalí, cubana, india, pakistaní y árabe. Cuatro de ellos murieron en el lugar, mientras que 12 más resultaron heridos, de los cuales dos fallecieron posteriormente en el Hospital General de Huixtla. Los 17 migrantes restantes fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM).
El comunicado señala que los dos militares responsables de las detonaciones fueron separados de sus funciones. Además, debido a que civiles se vieron involucrados en el incidente, el caso fue turnado a la Fiscalía General de la República, mientras que la Fiscalía de Justicia Militar llevará a cabo las investigaciones correspondientes en el ámbito militar.
La ironía del gobierno
Esta mañana, la conferencia de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum se centró en la conmemoración de la masacre de estudiantes a manos de militares, ocurrida el 2 de octubre de 1968. Sin embargo, los hechos del día anterior proyectan una imagen que contrasta con el discurso de la presidenta, quien se presentó como “hija del 68”.
La nueva titular de la Consejería Jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, leyó ante los medios el acuerdo firmado hoy por la presidenta, con el objetivo de evitar la repetición de la masacre de 1968. Además, se comprometió a no replicar actos de represión, privación ilegal de la libertad, el uso de las fuerzas armadas contra la población, el uso de cárceles clandestinas y la tortura.
Sheinbaum también se comprometió, en dicho acuerdo, a fortalecer la formación de las Fuerzas Armadas en derechos humanos y paz.
La SEDENA cuenta con demasiado poder
El final del sexenio de López Obrador y el inicio del mandato de Claudia Sheinbaum estuvieron marcados por la aprobación de una serie de polémicas reformas constitucionales, entre ellas la anexión de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), lo que incluso provocó llamados a la reflexión por parte de organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos.
El 25 de septiembre, la Cámara de Senadores aprobó la reforma que permitió la adhesión de la Guardia Nacional a la SEDENA, por lo que los militares ahora estarán involucrados de manera indefinida en labores de seguridad pública, además de contar con facultades de Ministerio Público que les permitirán realizar cateos domiciliarios e intervenir telecomunicaciones.
Durante el sexenio de López Obrador, los militares también participaron en el desarrollo de obras públicas, como el Tren Maya, donde algunos tramos fueron construidos y supervisados por ingenieros militares, o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, cuya construcción y supervisión también estuvo a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Un hecho innegable es el exceso de funciones que posee la SEDENA tras el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, quien prometió retirar al Ejército de las calles mediante la creación de la Guardia Nacional, en lugar de otorgarle un nuevo brazo armado con la capacidad de infringir aún más los derechos de los mexicanos.