¡Miren, allá va el malo! García Luna, el enemigo necesario del gobierno mexicano
Encerrado en Estados Unidos, mientras en México siguen los funcionarios corrompidos en sus puestos de trabajo, esperando al siguiente “enemigo”, alimentando al siguiente “monstruo”
Ciudad de México.- “¡Son un montón de idiotas!, ¿saben por qué?, no tienen agallas para imponerse, necesitan tipos como yo para señalarlos, para decir “ése es el malo”, ¿y ustedes qué son?, ¿buenos?, no son buenos, saben esconderse y mentir, yo no tengo ese problema, yo siempre digo la verdad, aun cuando miento, ¡díganle buenas noches al malo!, vamos, es la última vez que verán a alguien tan malo, ¡ábranle paso al malo!, ¡allá va el malo, ni se le acerquen!”, la sentencia de García Luna nos hace recordar este diálogo magistralmente actuado por Tony Montana (Al Pacino), acompañado por Elvira (Michelle Pfeiffer) y su gran amigo Manny (Steven Bauer), en aquella escena inolvidable de la película “Scareface”, dirigida por Brian De Palma (1983).
Después de una acalorada discusión con Elvira, Tony Montana, evidentemente ebrio y fuera de sí a causa de la cocaína, las palabras hirientes, la amenaza de abandonarlo que acaba de lanzarle su esposa y los problemas en los negocios, se retira del restaurante gritando a todos los comensales que “¡levanten sus índices y señalen al malo!”, refiriéndose claramente a la falsa moral de la sociedad norteamericana, adicta y corrupta, que persigue narcotraficantes, comunistas, terroristas y usa cualquier pretexto para intervenir las políticas y los territorios del mundo con el pretexto mentiroso de “la guerra contra las drogas” (Noam Chomsky).
El gobierno de México también es hipócrita, aprovecha la coyuntura estadunidense para señalar las capturas de los criminales peligrosos como García Luna, El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada o quien usted quiera, como logros en pro de la sociedad mexicana, como actos de justicia que no hicieron aquí y como se dice coloquialmente “haciendo caravana con sombrero ajeno”; mientras que, por un lado se siguen beneficiando de sus sobornos y por otro lado, conservan a la estructura gubernamental sin la cual NO HABRÍA SIDO POSIBLE la proliferación de estos siniestros personajes.
Un gobierno corrupto y ambicioso es, como dicen los abogados, “conditio sine cua non” nacen, crecen y se reproducen este tipo de personajes. ¡Miren allá va el malo! Y toda la sociedad mexicana estamos viendo hacia el norte, celebrando la sentencia de García Luna en Estados Unidos. Y qué hay sobre mirar aquí, qué pasa con las víctimas, con los huérfanos, las viudas, la estela de terror que dejó Genaro, pero que no hizo solo, García operaba desde adentro de la presidencia, la oficina en donde se toman las decisiones más importantes, era dueño y señor de la policía, del ejército y del CISEN, era socio y señor desde dentro también de los cárteles de las drogas. Con esta sentencia de 38 años, ¿en qué medida cambiará eso en México?
La sentencia dictada por el juez Bryan Cogan debería servir para que el gobierno mexicano actúe en consecuencia, persiga y castigue a los funcionarios que permitieron que ese “MONSTRUO” hiciera lo que hizo, eso le toca, es lo que procede. Porque la imagen así porque sí, de García Luna en una prisión casi de lujo en Estados Unidos, no es más que la imagen de un enemigo lejano que absorbe y contiene todo el dolor, el error, el daño que sufrimos los mexicanos por su culpa, pero ¿es así? ¿Genaro contiene toda la culpa?, ¡claro que no!, hay cientos de funcionarios públicos en activo, con el gobierno de Sheinbaum y de López Obrador, que negociaron, se beneficiaron, obedecieron órdenes, acataron instrucciones a sabiendas o no, de que era el “MONSTRUO” el que las dictaba, empezando por Felipe Calderón y terminando por Omar García Harfuch, todos coludidos, todos en perfecta armonía criminal con el cártel de Sinaloa.
Los mexicanos estábamos esperanzados a que por fin hablara Genaro, que pusiera el dedo en todos aquellos políticos y servidores públicos que permitieron, facilitaron y se beneficiaron de la política criminal del narco gobierno que impera desde hace años en México, pero no lo hizo y no lo hizo, creo, con justa razón, porque le toca al gobierno mexicano perseguir, indagar y limpiar de corrupción al gobierno de la transformación, porque si no lo hace, la historia le dará la razón al “MONSTRUO”.
Señora presidenta, le toca a su gobierno (le tocaba al de Andrés Manuel, pero no lo hizo), le toca en su segundo piso hacerlo, limpie señora, limpie de servidores corruptos y coludidos, narco gobernadores, narco alcaldes, narco policías, narco militares, narco sacerdotes, narco diputados, narco senadores, narco gobierno, ¡limpie! le toca. Dejemos de señalar al “MONSTRUO ENEMIGO”, asegúrese de que, con él, se encierran los que lo ayudaron, los que le sirvieron, los que le agarraron dinero, los que negociaron, si no lo hace, usted está también alimentando al “MONSTRUO” y haciéndole el segundo piso al siguiente “MONSTRUO”.