Estrategia de Seguridad Nacional de García Harfuch: basada en la aplicada en la CDMX, con pésimos resultados

El 8 de octubre se presentó la estrategia de seguridad que implementará el Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch. La estrategia se basa en cuatro ejes: atención a las causas, la integración de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el fortalecimiento de la inteligencia y la investigación, y la estrecha coordinación entre el Gabinete de Seguridad y las Entidades Federativas.

Según lo expresado por el secretario, el primer eje se refiere a la atención a la población más vulnerable del país, con el objetivo de reducir la pobreza, disminuir la desigualdad y generar oportunidades para que los jóvenes accedan a una mejor calidad de vida y eviten formar parte del crimen organizado.

Sin embargo, el secretario no mencionó ninguna estrategia definida para combatir el reclutamiento de niños, no solo por parte de los cárteles de la droga, sino también por grupos de autodefensa. Los “niños de la guerra”, como los define el periodista J. Jesús Lemus, constituyen un problema que el gobierno de México ni siquiera considera en la actualidad.

El periodista menciona que ninguno de los programas oficiales de la Secretaría de Gobernación reconoce el problema del reclutamiento de niños por grupos armados ni los métodos mediante los cuales son incorporados a estas organizaciones.

Por otro lado, se sospecha que las desapariciones masivas de personas en algunos estados de la República están relacionadas con el reclutamiento forzado mediante engañosas ofertas de trabajo dirigidas a jóvenes y adultos jóvenes. Un ejemplo es Jalisco, donde muchas organizaciones de búsqueda de desaparecidos y académicos han señalado este modus operandi de las organizaciones criminales.

Lo más grave es que, en distintas ocasiones, se ha registrado que el mismo aparato estatal presiona a las familias para evitar que denuncien. Además, cuando se presenta una denuncia, suele clasificarse la desaparición como voluntaria, ya que en muchos casos no se evidencia violencia física.

La Guardia Nacional a la SEDENA

El segundo eje del plan de Harfuch consiste en la consolidación de la Guardia Nacional mediante su incorporación a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que, según él, provocará el “fortalecimiento de sus capacidades operativas, garantizando su permanencia, disciplina, desarrollo y profesionalismo”, con el objetivo de servir en las tareas de seguridad pública del país.

Afirmó que la Guardia Nacional es “una institución policial de la Federación, con un esquema de formación, profesionalización y capacitación definido por una doctrina militar”. Sin embargo, aseguró que no se trata de militarización, sino de aprovechar las capacidades de la Sedena, como su sistema educativo, para los 133 mil elementos que componen la GN.

La incorporación de la GN a la Sedena, parte importante de la estartegia de seguridad de Omar García Harfuch/Foto:Los Angeles Times

García Harfuch argumentó que esta estrategia surge porque en muchos estados de la República, alejados de las grandes ciudades, se vive una realidad distinta, en la que las policías municipales y estatales no generan confianza. Por ello, esas poblaciones contarán ahora con la GN y las Fuerzas Armadas.

Para Omar García, la participación de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública no representa la misma amenaza que perciben cientos de ciudadanos, incluidos niños, niñas y migrantes

El primero de octubre, seis migrantes fueron víctimas del inicio de la militarización cuando elementos de la Sedena abrieron fuego contra el vehículo que los transportaba en Chiapas. Los soldados afirmaron haber escuchado detonaciones; sin embargo, no se hallaron armas en el vehículo atacado. Hasta la fecha, no se conocen las edades de las víctimas, aunque se ha especulado que uno de ellos podría tratarse de un menor de edad.

Las víctimas inocentes no terminan ahí. Este fin de semana, en dos hechos distintos, elementos de la GN y de la Sedena asesinaron a una niña de ocho años y a una enfermera en Nuevo Laredo, Tamaulipas. La pequeña Lidia Iris Fuentes iba camino a la papelería con su abuela, quien también resultó herida por las balas de los militares de la Guardia Nacional. Por su parte, Yurice Rivera, enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue asesinada por balas de elementos de la Sedena frente a su hijo y esposo, quienes también fueron agredidos.

La presidenta Claudia Sheinbaum justificó al Ejército y GN en ambos casos, asegurando que las víctimas murieron en el fuego cruzado de un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Otro ejemplo ocurrió en abril de 2022, cuando una caravana migrante fue brutalmente reprimida por elementos de la Guardia Nacional en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. De ellos, 92 fueron detenidos y 27 resultaron lesionados, lo que demuestra la incapacidad de las autoridades para considerar los derechos humanos.

En agosto de 2020, El Universal publicó un video obtenido de la cámara personal de un elemento de la Sedena, en el que se aprecia cómo miembros del Ejército persiguen y disparan contra una camioneta. Posteriormente, cuando el vehículo se detiene, los civiles sobrevivientes intentan huir, pero son acribillados. Otros que permanecían en el interior fueron ejecutados luego de que un soldado anunciara que los tripulantes “¡están vivos!”, y la respuesta de un mando superior fue: “mátalos, mátalos a la verga”.

El resultado: tres víctimas de secuestro asesinadas dentro de la camioneta, quienes, según peritajes, no murieron como consecuencia del fuego cruzado, sino de una ejecución realizada por los militares, quienes dispararon a pesar de que las víctimas estaban amarradas de pies y manos.

Este último caso se conecta con otro aspecto de la estrategia de Harfuch, ya que el periodista que cubrió los reclamos de justicia de los padres de las víctimas fue objeto de extrema vigilancia por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, que utilizó el malware Pegasus en su teléfono celular para acceder a sus conversaciones privadas.

Fortalecimiento de inteligencia o cómo desenmascarar el espionaje

Harfuch mencionó que el tercer eje de su estrategia consiste en la aplicación de recursos de inteligencia y tecnología para la prevención del delito.

“No se trata de reaccionar ante los delitos, sino de anticiparse a ellos usando inteligencia y recursos tecnológicos avanzados para analizar datos, identificar patrones y comprender las dinámicas en las zonas con mayor incidencia. Es así como podemos desarrollar estrategias más efectivas para combatir a las organizaciones delictivas.”

Para realizar este trabajo, se creará la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial dentro de la Secretaría de Seguridad. Esta contará con las capacidades y tecnologías necesarias para identificar redes criminales, además de ayudar a crear carpetas de investigación sólidas y estrechar la colaboración con la Fiscalía General de la República, aseguró García Harfuch.

Lo que Harfuch no menciona es que el Estado mexicano ya utiliza herramientas de alta tecnología, pero no para labores relacionadas con la prevención del delito o la desarticulación de organizaciones criminales, sino para espiar a periodistas, activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos que incomodan de alguna forma al Ejecutivo o a las Fuerzas Armadas.

El caso en el que fueron asesinadas tres víctimas de secuestro en una ejecución extrajudicial en Nuevo Laredo provocó que el periodista Raymundo Ramos Vázquez fuera víctima del malware conocido como Pegasus, mediante el cual se accedió a sus conversaciones privadas y otros datos sensibles.

Raymundo Ramos fue el periodista que obtuvo el video de la masacre perpetrada por militares, lo difundió y posteriormente concedió entrevistas a medios como El Universal y El País, donde narra los hechos, además de mantener la cobertura de la búsqueda de justicia por parte de los padres y familiares de los jóvenes ejecutados.

La Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), en su informe Ejército Espía, constató que la Sedena usó el software Pegasus, de procedencia israelí, para intervenir el teléfono celular de Raymundo Ramos. Esta afirmación fue sustentada por un estudio forense realizado al equipo del periodista por Citizen Lab de la Universidad de Toronto, luego de que la empresa Apple, fabricante del dispositivo, le enviara un mensaje sobre el posible intento de vulneración por parte de una entidad estatal.

Foto: Infobae

Este lamentable caso, ocurrido en 2021, no sería el único del sexenio, pues según la R3D, otros objetivos atacados fueron el analista político Ricardo Raphael, un periodista anónimo del medio Animal Político y dos defensores de derechos humanos del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh). Los ataques ocurrieron mientras las víctimas realizaban labores relacionadas con abusos cometidos por las Fuerzas Armadas.

Estos casos permitieron a R3D documentar pruebas de que la Secretaría de la Defensa Nacional ha realizado contratos con Comercializadora Antsua, empresa con los derechos exclusivos para ofrecer el malware Pegasus, y también revelar la existencia del Centro Militar de Inteligencia (C.M.I.), una agencia secreta perteneciente a la Sedena.

No se trata entonces de una novedad la implementación de tecnologías avanzadas por parte del Estado mexicano. Lo preocupante ahora es si la Secretaría de Seguridad de Harfuch seguirá los mismos pasos que la Sedena y utilizará estas “herramientas” para espiar a quienes considere una amenaza para el régimen. Esto es especialmente preocupante ahora que la Sedena controla tres fuerzas armadas: la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional, que originalmente debía estar a cargo de Harfuch, pero que, gracias a la reforma aprobada en septiembre, ahora se encuentra bajo el mando de la Sedena.

Coordinación con los estados: no debería ser una propuesta

El cuarto eje de la estrategia de Omar García Harfuch se centra en la coordinación “absoluta entre el Gabinete de Seguridad y las entidades federativas”, un punto, cuando menos, demagógico, pues en la estructura política de México, al ser una república federal, se infiere la existencia obligatoria de una estrecha coordinación entre el gobierno nacional y las entidades federativas que componen la República.

Este es un trabajo inherente a la existencia de la República Mexicana, por lo que no debería considerarse parte de una verdadera estrategia de seguridad.

Los tres objetivos para la construcción de la paz

En la conferencia, el Secretario de Seguridad mencionó que estos cuatro ejes buscarán cumplir tres objetivos principales para lograr la construcción de la paz en el país.

Según García Harfuch, se pretende la disminución de la incidencia delictiva, principalmente de los homicidios dolosos y de delitos de alto impacto, como la extorsión.

Otro objetivo de su gestión será neutralizar a los generadores de violencia y a las redes criminales, con atención a las zonas de alta incidencia delictiva. También se buscará fortalecer las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales, así como mejorar el diálogo con todos los sectores de la sociedad.

Harfuch argumentó que estos objetivos lograrán cumplirse con la implementación de diversas líneas de acción y a través del Centro Nacional de Inteligencia, donde la inteligencia naval, militar y financiera “se traduzca en productos que se puedan integrar de manera adecuada a las carpetas de investigación.”

Otra acción que implementará será la “Academia Nacional de Seguridad”, donde se homologuen los planes y programas de estudio, así como la impartición de capacitaciones especializadas para las instituciones locales y federales. Esto se sumará a un sistema de evaluación para las 32 policías estatales “cuando sea requerido”.

Misma fórmula que en la Ciudad de México

Estas también fueron las medidas implementadas por Harfuch y Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México (CDMX), llevadas a cabo en estrecha coordinación con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina, la GN y otras instituciones de seguridad, “lo que permitió reducir los homicidios dolosos y los delitos de alto impacto a menos de la mitad”.

Además, la presidenta Claudia Sheinbaum, al tomar la palabra, aseguró que “no va a regresar la guerra contra el narco… de Calderón”, pues esta estrategia se realizará “sin ejecuciones extrajudiciales”.

La presidenta aseguró que se utilizará un programa similar a “Barrio Adentro”, aplicado a la CDMX, donde todas las secretarías se sumaron para resolver las necesidades de las familias de los polígonos con mayor índice delictivo y, de esta manera, evitar que los jóvenes se unan a grupos o actividades delictivas.

Aunque la presidenta asegure que los homicidios dolosos y delitos de alto impacto se redujeron a la mitad gracias a su administración y a la implementación de una estrategia similar, lo cierto es que los datos mencionan otra cosa. Esto puede deberse a que la información de Sheinbaum corresponde únicamente a los delitos denunciados o carpetas de investigación abiertas, que no abarcan el total de los casos ocurridos en la realidad.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de su más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), estima que en 2022, en la Ciudad de México, solo se denunció el 11 por ciento de los delitos; de estos, el Ministerio Público o la Fiscalía estatal solo inició una carpeta de investigación en el 67 por ciento de los casos.

Del total de delitos ocurridos en la Ciudad de México, según la ENVIPE 2023, solo el 7.4 por ciento tuvo una carpeta de investigación iniciada. Por si fuera poco, de esta minúscula cifra, en el 46 por ciento de los casos no ocurrió nada o no se continuó con la investigación.

Cifras desalentadoras en la CDMX

Se hace especial énfasis en que las carpetas de investigación no son una medida confiable de reducción de la incidencia delictiva, pues solo una pequeña parte de los delitos ocurridos se denuncian, y de esa parte, solo algunas denuncias avanzan hasta la apertura de una carpeta de investigación.

Sin embargo, el hecho de que estas cifras sean menores a las reales solo las vuelve más aterradoras. Aunque algunos delitos han disminuido, estas reducciones no pueden representar un dato alentador si se siguen contabilizando en cientos de casos más aquellos que no son denunciados.

En números generales, los registros de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) señalan que en 2014 se presentaron 209 mil 640 carpetas de investigación; al año siguiente, el número disminuiría a 189 mil 873, pero en 2016 volvería a incrementarse hasta los 197 mil 578 casos.

El mayor número de carpetas de investigación desde que la FGJ-CDMX comenzó su registro se dio en 2017, 2018 y 2019.

En 2017, se registraron 228 mil 224 casos, que fueron tan solo el inicio de un incremento constante que llevaría al registro más alto hasta la fecha, ocurrido en 2018, con la cantidad de 255 mil 313 carpetas de investigación abiertas en la Ciudad de México. Este número no disminuiría en los primeros meses del gobierno de Claudia Sheinbaum, más que en cinco mil carpetas, siendo 250 mil 386 en 2019.

Para 2020, se presentaría una disminución considerable a 204 mil 43 carpetas iniciadas. Este resultado no necesariamente podría deberse a la estrategia de seguridad de Sheinbaum y García Harfuch, sino a la pandemia por COVID-19, que obligó a miles de personas a recluirse en sus hogares, saliendo lo menos posible y disminuyendo los delitos ocurridos en lugares públicos.

Sin embargo, existe una cifra que no disminuyó ese año, pues los agresores se encontraban en la vivienda de las víctimas: la violencia familiar se incrementó, presentando 27 mil 769 casos, dos mil más que en 2019, que tuvo 25 mil 775 casos.

En 2021, lamentablemente, las cifras comenzaron a elevarse nuevamente, otra prueba de que los bajos números de 2020 no fueron el resultado de la estrategia de seguridad aplicada, y se presentaría la apertura de 230 mil 378 nuevas carpetas de investigación.

El aumento se mantendría en 2022 con 9 mil carpetas más, siendo un total de 239 mil 602. El año pasado fueron 242 mil 307, mostrando la ineficiencia de la estrategia de Harfuch y Sheinbaum en la Ciudad de México

La FGJ-CDMX ha publicado las cifras de enero a agosto de 2024, donde se contabiliza un total de 158 mil 183 nuevas carpetas de investigación iniciadas.

Algunos delitos específicos

Es importante mencionar nuevamente que las carpetas de investigación no representan un número confiable en cuanto a la reducción de la incidencia delictiva, pues existen cientos de delitos que no se denuncian y aún menos a los que se les inicia una carpeta.

Aun cuando estos números se encuentran alejados de la realidad, siguen contradiciendo las afirmaciones de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la efectividad de la estrategia que implementó junto a Omar García Harfuch en la Ciudad de México cuando fue jefa de Gobierno.

Existen delitos que mantuvieron su incremento, algunos realmente preocupantes para un gobierno que, desde su inicio, ha afirmado estar del lado de la seguridad de las mujeres y que promete atacar el problema de la violencia de género de manera efectiva.

El feminicidio, junto con la violencia familiar, la sustracción de menores, la violación, el abuso y el acoso sexual, son algunos de los delitos que año con año se incrementaron durante el gobierno de Claudia Sheinbaum.

Para un gobierno que se autodenomina feminista, debería resultar escandaloso manejar cifras que constantemente se incrementan en algunos de los delitos que más padecen las mujeres en el estado, como lo son el abuso y el acoso sexual, la violación simple, la violación equiparada y el feminicidio.

Consideraciones:

  • Esta lista fue elaborada a partir de datos recopilados por Cenzontle400.MX a través de la plataforma de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, basados en el registro de carpetas de investigación iniciadas que lleva la institución.
  • Los datos del año en curso abarcan únicamente desde el primero de enero hasta el 31 de agosto, por lo que las cifras aún no son definitivas. El lector puede hacerse una aproximación si considera que ya es el resultado de dos tercios del 2024.
  • La violación simple se refiere a la relación sexual llevada a cabo sin el consentimiento de la víctima mediante fuerza, amenaza o aprovechamiento de su incapacidad. Incluye cualquier tipo de penetración.
  • La violación equiparada se refiere a actos similares a la violación simple, pero que implican circunstancias específicas que agravan la situación. Incluye actos como la penetración de la víctima por parte de un objeto o por otra persona, así como situaciones en las que la víctima se encuentra en estado de vulnerabilidad (por ejemplo, por su edad, incapacidad o estado de ebriedad).
  • El abuso sexual se entiende como cualquier acto de carácter sexual realizado sin el consentimiento de la víctima, que no necesariamente implica penetración. Puede incluir caricias, tocamientos o cualquier contacto sexual no consentido.
  • El acoso sexual se refiere a conductas de naturaleza sexual que crean un ambiente hostil o humillante para la víctima. Puede incluir comentarios, insinuaciones o contactos no deseados, sin que haya necesariamente un contacto físico.
Delito2018201920202021
Homicidio1, 3671,3971,128921
Feminicidio43717868
Secuestro35653010
Sustracción
de menores
1,0971,1641,1931,340
Trata10318011374
Violencia
Familiar
19,93125,77527,76934,853
Violación
Simple
1,2521,1631,0521,401
Violación
Equiparada
123250425783
Abuso Sexual2,5614,0583,1213,932
Acoso Sexual4499451,0651,424
Robo a transeunte
en vía pública
con violencia
23,78414, 8888,9969,128
Robo a transeunte
en vía pública
sinviolencia
39992,4941,6232,118
Extorsión536856344532
Delito202220232024
(Enero-Agosto)
Homicidio709779540
Feminicidio755937
Secuestro12177
Sustracción
de menores
1,1241,074672
Trata905730
Violencia
Familiar
37,02437,57725.221
Violación
Simple
824734515
Violación
Equiparada
1,6471,8171,120
Abuso Sexual4,6564,7422,998
Acoso Sexual1,4811,7331,074
Robo a transeunte
en vía pública
con violencia
8,6226,8584,144
Robo a transeunte
en vía pública
sinviolencia
2,0642,0801.134
Extorsión357496325

Esperamos que los resultados de la estrategia aplicada en la Ciudad de México, y en la que, en palabras de Sheinbaum, se basa la estrategia que aplicará en todo el país el Secretario de Seguridad Pública, presenten una verdadera disminución del problema de la inseguridad que tanto atormenta a la República.