Pérez Dayán o las razones de un doblez
La estrategia del gobierno de la 4T para cumplir con su cometido de transformación del país, ya quedó bien clara: se trata de doblar a como dé lugar a los enemigos del sistema, para que ellos -los principales opositores- sean quienes terminen coronando las victorias del gobierno de izquierda.
Esa, no solo es una estrategia maquiavélica del gobierno, es una acción de venganza pura, pues no hay nada más dulce que hacer que el enemigo se retuerza en su orgullo teniendo que ser pieza clave en aquello que el enemigo mismo luchaba para que no ocurriera.
Lo vimos ya con Los Yunes, panistas de toda la vida, obligados a votar en el Senado de la República por una Reforma Constitucional de Morena que odiaban, y que afianzó la Reforma al Poder Judicial. Todo eso a pesar de que Miguel Ángel Yunes denotaba un odio profundo hacia el presidente López Obrador.
Ahora, el momento de la venganza llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y ahora lo vemos con un ministro más fifí y más conservadores, anti 4T, Alberto Pérez Dayán, que terminó sepultando las esperanzas de que la Reforma al Poder Judicial no pasara, o al menos fuera modificada.
Como en otros casos donde la 4T se ha tenido que imponer, el ministro Alberto Pérez Dayán, el más conservador de los ministros de la SCJN, el que había echado para atrás la ley de Reforma Eléctrica de AMLO, fue doblado a través de la Fiscalía General de la República, para que votara en contra de nuevas reformas a la Reforma al Poder Judicial.
El ministro Pérez Dayán fue cooptado por el gobierno de la Cuarta Transformación, y con ello fue el que le dio la pauta para que prospere la Reforma al Poder Judicial, una de las piezas más valiosas que lega el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Doblar al ministro Alberto Pérez Dayán no fue cosa del otro mundo. Bastó con revisar su historial en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), en donde se observa que este funcionario es un hombre proclive a estar del lado de la presidencia de la República. Sus sentencias siempre han sido para complacer a los poderosos.
Perez Dayán fue el ministro que dio un amparo a los jueces federales de Jalisco, cuando se pretendía que los juzgadores fueran objeto de transparencia. Él dijo en su sentencia que era contra la independencia judicial el tratar de imponer condiciones de probidad a los jueces y magistrados.
Por causa del ministro Alberto Pérez Dayán, se dejó establecida la disposición legal de que ningún juzgador, local o federal, podrá ser sometido a exámenes para cualificar su integridad moral, porque se atenta contra la estabilidad del poder judicial. Así se asentó la norma de no reclamar pruebas de honestidad ética o moral para ninguno de los juzgadores.
El Ministro Alberto Pérez Dayán es un hombre conservador. No solo lo denota el hecho de reconocerse “un ferviente defensor de la vida, como creo que lo debe ser todo demócrata”, como él mismo se dijo en octubre del 2012, cuando habló de su postura sobre la despenalización del aborto.
Este ministro es de los pocos que no ven gente cuando hablan en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Para este ministro gente, pueblo, vulgo, persona, sujeto, es sinónimo solo de “gobernados” los que por la propia acepción del término están relacionados con el principio de sometimiento a la autoridad.
Solo para tratar de entender de donde proviene el conservadurismo del Ministro Pérez Dayán, hay que señalar que en sus años juveniles, entre 1978 y 1984, cuando era estudiante en la Universidad La Salle, Alberto Pérez Dayán pudo haber sido adoctrinado por el secretario académico de esa institución educativa, el Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal Diego Heriberto Zavala Pérez, quien fue padre de Margarita Esther Zavala Gómez del Campo, esposa de Felipe Calderón Hinojosa.
Esa relación es la que nos hace entender por qué Alberto Pérez Dayán fue impulsado en forma insistente por el presidente Felipe Calderón, entre el 2010 y el 2012, para encumbrarlo como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El primer intento que hizo Felipe Calderón para llevar al pupilo de su suegro a una magistratura dentro del máximo tribunal de justicia del país, sucedió a principios del 2010. A la muerte del Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, el presidente Felipe Calderón propuso una terna al Senado de la República para que de allí surgiera el suplente.
Los propuestos fueron Alberto Pérez Dayán, Jorge Higuera Corona y Jorge Mario Pardo Rebolledo. El 10 de febrero del 2011, los senadores decidieron su voto mayoritario a favor de Jorge Mario Pardo Rebolledo.
La segunda vez que Alberto Pérez Dayán fue propuesto y rechazado para Ministro ante el Senado de la República, sucedió en octubre del 2012. En ocasión del retiro de los Ministros Guillermo Ortiz Mayagoitía y Salvador Aguirre Anguiano, el presidente Calderón propuso dos ternas de candidatos.
La integrada por Alberto Pérez Dayán, Andrea Zambrana Castañeda y Pablo Vicente Monroy, fue con la que se buscaba cubrir la vacante que dejaría el Ministro Salvador Aguirre Anguiano, pero al Senado -ya bajo el control de presidente electo de entonces Enrique Peña Nieto- no le satisfizo ninguno de los tres recomendados por el presidente Calderón por lo que la terna fue desechada.
Fue una negociación, nada difícil en los términos de complicidad, entre el presidente en funciones Felipe Calderón y el entonces presidente electo Enrique Peña Nieto; se permitió que Alberto Pérez Dayán fuera integrado de nueva cuenta en otra terna, junto con Rosa Elena González Tirado y Julio César Vázquez Mellado-García, para ser presentado por tercera vez como candidato a Ministro ante el Senado, para cubrir la vacante dejada por el Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitía.
Apenas nueve días antes de que concluyera el gobierno de Felipe Calderón, el Senado de la República, terminó por aceptar la candidatura de Pérez Dayán. Él fue electo el 22 de noviembre del 2012 por dos terceras partes (104 votos) del Senado, y tomó protesta como nuevo Ministro de la SCJN el 27 de noviembre de ese mismo año.
Como Ministro con nexos con Calderón y Peña Nieto, Alberto Pérez Dayán fue clave para que se aprobara la Reforma Energética de Peña Nieto, que terminó entregando gas, petróleo, electricidad y mina a las empresas trasnacionales.
Ahora, en tiempos de la 4T, solo para escapar a la persecución de la justicia el ministro Alberto Pérez Dayán ha decidido traicionar sus ideales y convertirse en la comparsa de Morena, avalando la permanencia sin retoques de la ocurrente Reforma al Poder Judicial… Pérez Dayán ya aceitó la tómbola.