Rescate de la Laguna La Piedad, de la mano del Plan Nacional Hídrico
El Proyecto UAM-EPIC Rescate de la Laguna La Piedad es un nuevo modelo de gestión del agua, que podría replicarse en México y la región de América Latina y el Caribe
Dentro de los elementos estratégicos del Plan Nacional Hídrico de la presidenta Claudia Sheinbaum está el saneamiento de diversos cuerpos de agua, pues muchos se encuentran contaminados como resultado de inadecuadas estrategias de gestión, por las descargas de agua residuales domésticas e industriales.
Si bien son muchos los cuerpos de agua del país que requieren intervenciones con procesos de saneamiento, serán prioritarias la recuperación y descontaminación en varias secciones de tres de los ríos más importantes y más contaminados: Lerma Santiago, Atoyac y Tula.
En la estrategia nacional intervendrán de manera coordinada la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) sentando las bases para poder recuperar los cuerpos de agua de México en las próximas décadas.
Alineado a este esfuerzo, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) desde hace 8 años ha liderado el Rescate de la Laguna La Piedad UAM-EPIC, a cargo de la doctora Fabiola S. Sosa Rodríguez, jefa del Área de Crecimiento y Medio Ambiente de UAM-Azcapotzalco, realizando visitas de manera sistemática, en donde participan más de 120 alumnos de diferentes disciplinas para generar conocimientos que contribuyan con este objetivo.
El rescate de la laguna La Piedad parte de un esfuerzo transdisciplinario que buscar disminuir los impactos del cambio climático en la disponibilidad del agua y biodiversidad, los conflictos por el agua, el deterioro a la salud de los pobladores, así como en la pérdida de flora y fauna y de los modos de vida de los pobladores.
La laguna La Piedad forma parte de la subcuenca de Cuautitlán y de la cuenca de México, con una extensión de 39 hectáreas y no más de dos metros de profundidad, está tutelada por los ejidos de San José Huilango y San Francisco Tepojaco, que a lo largo de estas décadas han luchado porque se recupere la calidad del agua y han “frenado la especulación inmobiliaria para evitar que sean absorbidos por la mancha urbana”, de acuerdo con Sosa Rodríguez.
Construcción de un humedal y un corredor biofiltrante
Con el proyecto UAM-EPIC Rescate de la Laguna La Piedad se busca crear las condiciones para avanzar en la construcción de un humedal y un corredor biofiltrante de varios kilómetros, mejorando la calidad del agua y creando una fuente alternativa de agua para el consumo humano, al construir un nuevo tren de tratamiento.
Hasta el momento, han participado 700 alumnos de 10 cursos de diferentes disciplinas, involucrándose 12 profesores en 3 campus de la UAM.
Se espera que con los aprendizajes de esta experiencia están consolidando un nuevo modelo de gestión del agua que cambie el paradigma actual que es insostenible, y que puede replicarse en México y la región de América Latina y el Caribe.
El proyecto se alinea con el Acuerdo Nacional para el Derecho Humano al Agua recientemente firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum, el Plan Nacional Hídrico 2024-2030 y el Plan Regional de la Cuenca del Valle de México, así como con la Agenda 2023 y la actualización de la NDC de México.
El 3 de diciembre, la comunidad de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) realizó una nueva visita a la Laguna la Piedad, ubicada en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México; participando el profesorado y alumnado de Ingeniería Ambiental y Química, Hidrobiología, y Producción Animal; así como de los Posgrados en Energía y Medio Ambiente y en Bioclimática, participando en un monitoreo de la calidad del agua y biológico.
Laguna La Piedad, de agua cristalina a agua residual de fraccionamientos
De acuerdo con la investigadora Sosa Rodríguez, antes del 2003 los moradores llegaban y nadaban en la laguna La Piedad, donde había peces, además de realizar distintos tipos de actividades.
Sin embargo, desde el 2013 construyeron dos fraccionamientos: La Piedad y Lomas de Cuautitlán, con lo que entran 150 litros por segundo de aguas residuales, lo cual ha implicado un deterioro constante al punto de convertirla básicamente en un vaso regulador de aguas residuales.
Lo que ha llevado a tener importantes movimientos de actores de la zona, de ejidatarios y organizaciones vecinales y ambientales, así como grupos de jóvenes y de mujeres que tratan de recuperar este espacio, donde se han documentado más de 112 especies de aves que llegan a pesar de los niveles de contaminación.
“Hemos estado presentes en las asambleas para construir con ellos todas las estrategias y crear las condiciones que permitan recuperar la laguna como la implementación de procesos de monitoreo, capacitaciones para explicarles qué especies hay en esta zona cuya biodiversidad es importantísima”, explicaba Sosa Rodríguez hace dos años en una conferencia, al señalar que incluso se había evitado que tiraran tierra para ganarle espacio a la laguna y de limpieza.
Desde ese entonces la recuperación de la laguna La Piedad se perfila con una visión interdisciplinaria, trabajando no sólo en la restauración ecológica, sino también en el fortalecimiento de la gobernanza, una mayor participación de los actores, en componentes de capacitación y educación, el desarrollo de cooperativas y cooperativistas con un enfoque ambiental, además de la capacitación para el avistamiento de aves, la construcción de chinampas, mantenimiento de humedales, monitoreos biológicos y de la calidad del suelo, entre otros.