Los Arellano Félix, Van por el Imperio de “El Chapo”

El cártel que parecía extinguirse también tras la captura de Fernando Sánchez Arellano en 2014, se ha reactivado desde mediados de éste, luego de la fragmentación del Cártel de Sinaloa, según confirmaron fuentes extraoficiales de la Fiscalía General de la Republica (FGR), en donde se reconocen trabajos de investigación para ubicar a tres de los nuevos herederos del cártel que lo han vuelto a la actividad delictiva

Ante la inminente desarticulación del Cártel de Sinaloa, resultado de la división que se ha generado con la puesta en escena del juicio de Joaquín Guzmán Loera en Estados Unidos, gran parte del dominio de esa organización criminal podría pasar al control de un cártel que parecía en retirada: el de los Hermanos Arellano Félix.

Y es que pareciera que la organización de Tijuana, tras ser considerada durante más de 10 años como una organización criminal en retirada, luego la captura de sus dos principales cabezas, Benjamin Arellano Félix en 2002 y Francisco Javier Arellano Félix en el 2006, ahora podría estar de regreso en la vida criminal del país.

El cártel que parecía extinguirse también tras la captura de Fernando Sánchez Arellano en 2014, se ha reactivado desde mediados de éste, luego de la fragmentación del Cártel de Sinaloa, según confirmaron fuentes extraoficiales de la Fiscalía General de la Republica (FGR), en donde se reconocen trabajos de investigación para ubicar a tres de los nuevos herederos del cártel que lo han vuelto a la actividad delictiva.

Se trata de Fabián Arellano Corona, “El Piloto”, Benjamín Francisco Arellano Serrano y Javier Benjamín Briseño Arellano, “El Tigrito”, quienes serían los nuevos jefes de esa organización criminal, dedicada ahora en mayor medida a la actividad del secuestro, la extorsión y el cobro de piso, y quienes habrían sucedido en el mando del cártel a Enedina Arellano Félix.

De acuerdo a las fuentes a las que tuvo acceso Cenzontle 400, la acción conjunta de los también conocidos como “Los Benjamines”, es lo que ha hecho que desde junio de este año el Cártel de los Arellano Félix haya iniciado una agresiva expansión en los estados de Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Durango y Nayarit, en donde en Cártel de Sinaloa ha dejado vacíos de poder tras su disputa interna.

Hasta antes de que “Los Benjamines” se hicieran presuntamente del control del cártel, la organización criminal se había circunscrito solamente al control del trasiego de drogas, lavado de dinero, secuestro, extorsión y tráfico de inmigrantes, en la zona urbana de la ciudad de Tijuana, en donde mantenía pactos de colaboración con los cárteles Jalisco Nueva Generación, La Familia Michoacana y de Sinaloa.

Pero a raíz de la desarticulación de muchas células del Cártel de Sinaloa, hoy el Cártel de los Arellano Félix disputa las plazas que operaba la gente cercana a “El Chapo” en todo el territorio nacional, apuntando hacia un control total de las operaciones delictivas que hacia el Cártel de Sinaloa.

Investigaciones que realizan a la fecha elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la FGR apuntan a la posibilidad de que la expansión que realiza por diversas regiones del territorio nacional el Cártel de los Arellano Félix, se está haciendo en alianza con las pandillas denominadas de “El Chan”, “El Jorquera” y “El Kieto”, de las que ya se había dado cuenta de sus nexos desde el 2016.

Confrontados a Muerte

Los territorios en los que a la fecha se ha detectado la presencia de células del Cartel de los Arellano Félix, intentando arrebatar el control al Cártel de Sinaloa, se extiende a por lo menos nueve estados del país, entre los que se encuentran Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Puebla, Nayarit, Colima y Michoacán.

Pero es en los estados de Baja California y Baja California Sur en donde se ha concentrado los esfuerzos de control del resurgido cártel, siendo –a consideración de las fuentes de la FGR- éste uno de los principales factores a que se atribuye el repunte de la violencia en las ciudades de Los Cabos, La Paz y Tijuana, en donde se disputa el territorio a los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa.

En el estado de Sinaloa, el Cártel de los Hermanos Arellano Félix también han contribuido al repunte de la violencia, al abrir al menos cuatro frentes de guerra por la disputa del control delincuencial en las zonas urbanas de Mazatlán, Mochis, Culiacán y Guasave, las que se disputan a las células de cuatro de las escisiones más importantes del Cártel de Sinaloa.

De acuerdo a las investigaciones que se llevan a cabo en la AIC de la FGR, en las regiones arriba citadas los comandos armados de los Hermanos Arellano Félix confrontan a las células de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Alfredo Beltrán Guzmán, Juan José Esparragoza “El Azul” y de Ismael Zambada García, “El Mayo”, con los que en alguna ocasión fueron socios.

En el estado de Sonora, la disputa por el control delictivo se centra en los municipios de Cajeme, San Luis Rio Colorado, Hermosillo y Nogales, en donde el Cártel de los Arellano se confronta con los grupos armados de las células de la escisión del Cártel de Sinaloa a cargo de Rafael Caro Quintero y de Isidro Meza Flores, “El Chapito”, además de con grupos de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.

En Chihuahua, la guerra de los Arellano se focaliza por el control de las regiones de Nuevo Casas Grandes, Ciudad Juárez, Ciudad de Chihuahua y en la zona de Guadalupe y Calvo, en donde la confrontación se mantiene contra los grupos de La Línea que ordena Carlos Arturo Quintana, “El Ochenta”, y Julio Cesar Olivas Torres, “El Sexto”, los que operan con el apoyo de la pandilla Los Aztecas.

En Puebla, la operatividad del cártel Arellano Félix se ha detectado en franca confrontación con células del cártel de los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana, y el Cártel Jalisco Nueva Generación, pero la guerra mayor se sostiene contra el cártel de Los Zetas, que allí lidera directamente Juan Gerardo Treviño Chávez, “El Huevo”.

En el estado de Nayarit y Colima, donde el control delincuencial, centrado en la ciudades de Tepic, Compostela, región de Bahía Banderas, Colima, Manzanillo y Tecomán, ha quedado acéfalo tras la desintegración del cartel de Los Dámaso, los Arellano Félix disputan el control de esas localidades frente a las células del Cártel Jalisco Nueva Generación, comandadas por Jorge Luis Mendoza Cárdenas, “La Garra”.

En el estado de Michoacán, el cártel de los Arellano, mantiene -entre otros- un frente de guerra abierto contra las células de los Caballeros Templarios, a cargo de Homero Gonzalez, “El Gallito”, y con la escisión de La Familia Michoacana que se reconoce como el Cártel de los Viagra, a cargo de Nicolás Sierra Santana, “El Gordo”.

Sangre Nueva, Sin Cara

Aun cuando para la FGR, la cúpula del Cártel de los Hermanos Arellano Félix ahora recae en tres sobrinos de los fundadores, poco se sabe de ellos; la mayor parte de la información sobre la que trabaja la AIC es la que se ha podido obtener de la colaboración que mantiene sobre el tema con la agencia antidrogas de Estados Unidos.

En el aparato procurador de justicia del gobierno mexicano no se cuenta con imágenes recientes que revelen la personalidad de Fabián Arellano Corona, “El Piloto”, Benjamín Francisco Arellano Serrano y Javier Benjamín Briseño Arellano, “El Tigrito”, a quienes se les ubica por fotos de hace más de diez años.

De acuerdo a la versión extraoficial vertida a Cenzontle 400, “El Piloto”, con una edad de 32 años de edad, sería a la fecha el principal líder de las operaciones del cártel, en tanto que “El Tigrito”, de 29 años de edad, sería el responsable de las actividades financieras del grupo delictivo, con la colaboración de Benjamín Francisco Arellano Serrano.

Los principales colaboradores de los tres al mando del cártel, son también jóvenes, con edades que oscilan entre los 25 y los 30 años de edad, entre los que se mencionan a Luis Roberto Toscano Flores, “El Monito”, Roberto Carlos Toscano Rodríguez, Ladislao Antonio Toscano Rodríguez, “El Shrek”, Eduardo Alfonso Bastida Velásquez, Miguel Alberto Duarte Martínez y Manuel Alberto Vásquez Uzeta, quienes serían los principales jefes de células de este renacido cártel.