“Periodistas”, obra en escena de Anaid Castelán
La dramaturga Anaid Castelán puso en escena una de las obras más doloras de los últimos años: Periodistas. Es la primera obra de teatro en donde se aborda la problemática social que representa el ejercicio del periodismo en México. En esta obra se hace un recorrido de las diversas violencias que padecen los comunicadores solo por el ejercer su derecho al libre ejercicio del periodismo.
La obra teatral de Castelán se basa en el libro “Los Días de la Ira” (Terracota, 2023) del periodista J. Jesús Lemus Barajas, en donde se hace una radiografía de la crisis de violencia que se padece en México en el gremio informativo, al tener que ejercer en el país más violento para hacer periodismo.
La obra nos deja nueve puntos a considerar:
1.- Ejercer el periodismo libre, comprometido solo con la verdad y alejado de todos los poderes oficiales y fácticos, en México se ha convertido en un oficio de muerte. No es una exageración. Tampoco es retórica, ni es recurrir al discurso trillado que con frecuencia muchos dicen a la ligera solo para victimizarse. El riesgo de ser periodista en México es una realidad ineludible: hacer periodismo de verdad y denunciar desde la independencia los cánceres que laceran a la sociedad es pisar los linderos de la muerte, de la desaparición forzada, del destierro o del encarcelamiento.
2.– En su estado más puro, el periodismo se finca en un principio básico: no servir ni aplaudir al poder en cualquiera de sus manifestaciones. Eso es para no darle más poder al poder y no hacerlo más aplastante, como lo reclama la misma naturaleza del poder. En consecuencia la función básica del periodismo, a través de sus agentes, los periodistas y reporteros, es informar –aquello que alguien no quiere se informe– para con ello contribuir a que el grueso social forme su propio criterio, su opinión pública, sobre las cosas que suceden. Esa es la razón del periodismo.
3.- Las agresiones totalizadoras contra los miembros activos de la prensa verdadera son aquellas como el asesinato o la desaparición forzada, que terminan en definitiva por alejar a los periodistas de su trabajo. El encarcelamiento y el desplazamiento forzado también son acciones totalizadoras, porque llevan a los periodistas y reporteros a separarse de sus actividades informativas al menos por un periodo muy largo de tiempo.
4.- Como efecto de la autocensura resulta el surgimiento cada vez mayor de las llamadas Zonas de Silencio Informativo, en donde no hay trabajo de investigación y por lo tanto no hay periodismo, además de que el supuesto “periodismo” que pervive solo se limita a la publicación de actos de gobierno o boletines institucionales. Eso, en el mejor de los casos es ser voceros del poder o publirrelacionistas de los entes gobernantes. Y esa es unas de las principales razones por las que ahora el periodismo mexicano se encuentra en grave crisis.
5.- De enero del 2000 a octubre del 2023 han sido asesinados en México un total de 264 periodistas o reporteros, y otros 21 se encuentran en calidad de desaparecidos.
6.- El desprecio del Estado hacia el trabajo periodístico nunca había quedado tan claro como con la postura pública manifiesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde su postura supuesta de izquierda se ha convertido en el Jefe del Ejecutivo mexicano con mayor cantidad de agresiones cometidas no solo a periodistas y reporteros, sino también a presentadores de noticias, comunicadores, opinadores y usuarios de las redes sociales.
7.- En los últimos 23 años, a la par de la revuelta social generada por la llamada Guerra Contra el Narco, después por la fallida Estrategia Federal de Combate a la Delincuencia Organizada, y más recientemente bajo la dinámica de permisión establecida bajo el esquema de Abrazos y No Balazos, han venido en aumento los ataques a los periodistas, a veces en forma de amenazas de muerte, otras como agresiones físicas, pero las más lamentables son las desapariciones y asesinatos.
8.- Los pésimos salarios que devienen los trabajadores del periodismo, es otra causa de los ataques contra el gremio: la precaria situación económica de la mayoría de los comunicadores hace que estos sean más susceptibles a la corrupción de grupos del crimen organizado o de las esferas de gobierno, y cuando no es así optan por trabajos alternos que también incrementan el riesgo de inseguridad.
9.- La mayoría de los periodistas que han sido asesinados solo durante los dos sexenios pasados y en lo que va de la actual administración, vivían en condiciones económicas que rayaban dentro de la pobreza moderada, por lo que muchos de ellos se vieron en la necesidad de buscar ingresos económicos mediante empleos alternos o fueron susceptibles a la corrupción.