Fentanilo Moreno

El secuestro en México ya no se limita a un grupúsculo de sociópatas disfrutando de lastimar y arruinar la vida de su víctima, el secuestro exprés en este país es toda una industria que planifica cada acto, que se prepara para asestar cada golpe y para recibirlo jurídicamente en caso de un arresto

Usted Mexicano ¿Está seguro que quiere ver realizado el trabajo del próximo embajador de Estados Unidos combatiendo el trasiego de fentanilo y otras drogas?

 A muchos no nos queda claro cuáles son las garantías que ofrecerá el gobierno de la República sobre el futuro de todos esos miles de hombres y mujeres dedicados a producirlas, empacarlas, traficarlas y cruzarlas de frontera; es decir ¿alguien nos garantizará que estas gentes no retomen su negocio delictivo y éste declive en bandas de secuestradores?

El secuestro en México ya no se limita a un grupúsculo de sociópatas disfrutando de lastimar y arruinar la vida de su víctima, el secuestro exprés en este país es toda una industria que planifica cada acto, que se prepara para asestar cada golpe y para recibirlo jurídicamente en caso de un arresto.

El secuestrador si no asesina y no viola, con una medianamente buena defensa sale de prisión; el secuestro en México a los norteamericanos no les importa, no nos defenderán aunque sea la misma policía copartícipe del hecho, a eso sume usted el nuevo sistema condenatorio con jueces a modo de los millonarios criminales líderes de cárteles.

Si estos sujetos tienen 4 ó 6 ó 10 millones de dólares para ejercer un apoyo significativo o contundente en el desarrollo de una campaña política, no dude ni un segundo que tienen la imaginación, poder y dinero no para comprar la voluntad de un juzgador, sino para elegir varios y ponerlos a trabajar, de modo que les servirán a ellos y a sus recomendados, protegidos y aliados.

Su infiltración y poder en el sistema de gobierno mexicano es de tal envergadura que han podido comprar un presidente de la nación, quien rescató a uno de ellos, de estos narcos, de las garras de un operativo internacional sin medir el daño potencial en dicha relación internacional.

Un operativo impresionante donde nuestro ejército y policía federal se confundía entre el cártel de Sinaloa, todos armados y todos de la mano por órdenes del presidente; usted sabe los nombres de los protagonistas de este vergonzoso capítulo de nuestra historia: Ovidio Guzmán López y Andrés Manuel López Obrador.

Esa tesitura defensora del gobierno Morenista siguió ejecutándose por 6 años más los 2 meses de Claudia Sheinbaum, quien hasta hace unas horas cambio de pronto -o parece que lo hará – el pregón que venía repitiendo incluso en la Cumbre de Líderes del G-20, cuando volvió a pedir al presidente Biden una carta aclaratoria sobre el arresto y traslado de Ismael “el Mayo” Zambada de Culiacán, Sinaloa, hacia tierras gringas.

A menos de 24 horas de la reaprehensión del “Mini Lic”, Dámaso López Serrano, Claudia Sheinbaum Pardo se pronunció “es una detención muy importante”. ¿Le habrán dicho que el arresto lo hizo Estados Unidos? ¿A qué hora pasó de “nuestros delincuentes mexicanos con derechos” a “qué buen arresto”? ¿Qué o quién hizo cambiar el tono a Sheinbaum?

Dámaso López Serrano había salido de prisión en Estados Unidos, luego de cooperar para juicios de importantes capos como El Chapo Guzmán, sin embargo, fue arrestado de nueva cuenta para que responda por cargos de tráfico de Fentanilo y quién sabe, ánimas que esta vez sí sea contundente y sus dedazos pongan bajo proceso a López Obrador.

Esta nueva apertura de Sheinbaum es un cambio repentino que posiblemente será histórico si se sustenta con un hecho posterior dentro del proceso penal que se le instruye a López Serrano, y como al “Mini Lic” le da por hablar mucho, no dude que ahora sí ponga un peso pesado y ese es Mario Delgado o AMLO.

Mientras que todo ocurre, el que se puso muy loco fue el Virrey Adán Augusto López Hernández, primo de López Obrador y tío de López Beltrán, yo creo ese parentesco harto moreno le dio el coraje para amenazar al ex Senador también Morenista Ricardo Monreal, y de hecho denunció fallos administrativos “negocitos ya muy arraigados”, dijo.

Ricardo Monreal, aliado de Claudia Sheinbaum, sabe que esta envalentonada de Adán Augusto es un acto de medición de poderes en una relación laboral que va en declive; Claudia debió prever que la lealtad de la persona se neutraliza al ocupar la silla presidencial.

Es importante que usted piense y piense mucho sobre cada cambio significativo que se lleve a cabo en la política y en las tareas de gobierno de Claudia Sheinbaum. Veremos acciones concretas contra el tráfico de Fentanilo hacia Estados Unidos. No sabemos si su plan de acción también consiste en frenar la producción o el trasiego hacia Europa y África.

No debemos dar por hecho que en efecto se combata la producción de raíz, porque los norteamericanos solo operarán hasta donde México lo permita. Aquí volvemos a la pregunta de inicio ¿Qué pasará con esa industria delictiva que, según medios internacionales apuntan -partiendo de guerras como Gaza y Ucrania- un gasto de más de 2.4 billones de dólares, es decir, un crecimiento triple con relación a la economía mundial.

¿Y si nos informan sobre número sólidos del tema solo en México?

Mire usted, al derrocamiento sórdido, inmediato, de un día para otro de El Assad, cuya familia dominaba a su país por más de 50 años, le precedió una guerra civil de 13 años casi imperceptible, temerosa, sometida a crímenes de Estado para los que usaban incluso cámaras de aplastamiento como tortura.

Todo se descubrió tras la caída del régimen.

En este proceso de libertad se cuentan unas 500 mil personas asesinadas, en México en 6 años, 200 mil mexicanos fueron asesinados por el Crimen Organizado, es decir, si la política de Sheinbaum no cambia, en tiempo y forma alcanzaremos los números de Siria de los últimos 13 años.

Está bien hacer desistir al criminal de seguir delinquiendo, pero ¿qué le va a ofrecer Claudia Sheinbaum y su gobierno a quienes decidan apartarse de su carrera criminal? ¿De qué vivirán? ¿En qué trabajarán?

Son las preguntas claves en estos días de rumbos no tan claros.

Nos leemos la próxima vez.