Osiél Cárdenas, el último de los capos

Osiél Cárdenas Guillén ya pagó en Estados Unidos 21 años de prisión por narcotráfico, mucho menos de lo que –sin ser jefe de cártel- cualquier colaborador del narcotráfico en México recibe por delitos menos graves. Hay que recordar que Cárdenas Guillén fundó y dirigió una de las agrupaciones criminales más radicales y más violentas de México: El Cártel del Golfo

El Jefe fundador del Cártel del Golfo, Osiél Cárdenas Guillén, desde el pasado 30 de agosto sería un hombre libre, que ya habría pagados sus faltas a la sociedad norteamericana por haber trasegado drogas y haberse asociado para delinquir.

Sin embrago no es así. Ayer el ex líder del Cártel del Golfo y de “Los Zetas”, fue deportado de Estados Unidos a México, informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Posteriormente se supo que Osiel Cárdenas había sido recluido en la cárcel federal de Almoloya, en donde enfrentará un proceso penal que la FGR le ha iniciado, por tráfico de armas y lavado de dinero.

Osiél Cárdenas Guillén ya pagó en Estados Unidos 21 años de prisión por narcotráfico, mucho menos de lo que –sin ser jefe de cártel- cualquier colaborador del narcotráfico en México recibe por delitos menos graves. Hay que recordar que Cárdenas Guillén fundó y dirigió una de las agrupaciones criminales más radicales y más violentas de México: El Cártel del Golfo.

La historia de Osiél Cárdenas Guillén no es distinta a la de los principales jefes del narcotráfico mexicano; hombres sumamente pobres, pero muy inteligentes, atrevidos y ambiciosos que logran remontar la pobreza por la vía corta del delito y las conductas antisociales. Hombres consumidos por el poder y el dinero.

De mecánico a jefe del narco

De acuerdo a la biografía no autorizada de Osiél Cárdenas, su vida delictiva comenzó en la adolescencia, cuando recién casado, de 19 años de edad, tenía como oficio ser ayudante en un taller mecánico en Matamoros, Tamaulipas. Nunca fue bueno en su oficio, por eso era le pagaban poco.

La estrechez económica de su oficio Osiél Cárdenas la pudo remontar cuando encontró la bonanza en la venta de cocaína al menudeo. Así fue como conoció a su compadre Carlos Rosales, El Tísico, un michoacano que le ofreció la posibilidad de ser narcomenudista para el grupo que trasegaba drogas desde Michoacán a Tamaulipas y que lo encabezaba Juan García Abrego.

Tras entrar y salir de prisión, dos veces en México y una vez en Estados Unidos, Osiél Cárdenas Guillén se afianzó como uno de los hombres más poderosos dentro de la agrupación criminal de Juan García Abrego, quien a su muerte no estaba seguro de dejar el imperio del Cártel del Golfo en manos de Cárdenas Guillén.

Por encima de Osiél Cárdenas, en las preferencias personales que expresaba Juan García Abrego como líder del Cártel del Golfo, siempre estuvieron Oliverio Chávez y Salvador Gómez, cualquiera de los dos se apuntaba como el seguro heredero al frente del Cártel. La Ambición de Osiél llevó a entregar a la policía a Oliverio Chávez, y a asesinar a Salvador Gómez.

Ambos, Oliverio enterrado de por vida en prisión y Salvador asesinado a mansalva, eran conocidos por la relación de amistad que llevaban con Osiél Cárdenas, lo que al parecer poco o nada le importó a Cárdenas Guillén para poder quedarse con el control del Cártel del Golfo, el principal contrapeso -en el mundo del hampa- del Cártel del Pacífico.

La sociedad con los Zetas

Apenas Osiél Cárdenas, una vez que eliminó a sus principales competidores dentro de la organización criminal, se pudo quedar con el control del Cártel del Golfo, lo primero que buscó fue una alianza para no ser derrocado por la fuerza. Su compadre Carlos Rosales, El Tísico, fue el que le propuso crear un ejército particular, un brazo armado, que fuera su guardia personal al estilo -en aquel tiempo se dijo- de Hassan Hussein, el presidente de Irak, luego asesinado por el gobierno de Estados Unidos.

Osiel Cárdenas se alió con un grupo de exmilitares reclutados por Arturo Guzmán Decena. A ese grupo se les llamó Los Zetas, porque Z es la clave de todos los elementos del Ejército Nacional que eran asignados a comisión en labores de la entonces PGR. Igual que a los comisionados de la Policía Federal, a los que se les clasificaba con la letra Y, conocidos también como Yankees.

La alianza entre Osiél Cárdenas y los Zetas tuvo sus altibajos, a veces fueron la sombra de Osiél Cárdenas y los sicarios de su mayor confianza, como cuando los mandó a Michoacán a secundar las acciones de guerra de su compadre Carlos Rosales, cuando este fundó La Familia Michoacana, junto con Jesús, El Chango, Méndez Vargas, y los Zetas fueron fundamentales parta el surgimiento de esa organización criminal.

Pero otras veces fueron sus enemigos, como cuando los hermanos Miguel Ángel Treviño, El Z-40, y Omar Treviño Morales, El Z-42, se distanciaron de Osiél Cárdenas mucho tiempo antes de que éste fuera detenido y extraditado hacia Estados Unidos. La distancia entre Los Treviño Morales y Cárdenas Guillen fue porque los Zetas reclamaban mayor participación en el negocio del trasiego de drogas. Querían dejar su papel de sicarios para ser empresarios del narco.

El rompimiento con los Zetas

El rompimiento de Osiel Cárdenas con Los Zetas, su brazo ejecutor, se dio cuando Cárdenas Guillén fue sometido a proceso penal en Estados Unidos y comenzó a hablar y describir para las grabadoras y micrófonos de la DEA, cómo estaba integrada la estructura criminal de esa organización.

Tras ese rompimiento, el hermano de Osiel Cárdenas, Antonio Cárdenas Guillén, mejor conocido como Tony Tormenta, quien se había quedado al frente del Cártel del Golfo, para salvar lo que quedaba de la organización criminal, antes que los Zetas terminaran con el debilitado cártel, se alió con un grupo de ex colaboradores del Cártel de Los Valencia, autodenominados Los Escorpiones.

Los Escorpiones, liderados por los hermanos Cesar y Álvaro Morfín, más recientemente se han relacionado en una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación, con el que tienen afinidad dado que los hermanos Morfín son originarios del estado de Jalisco.

También a causa del rompimiento entre Los Zetas y el Cártel de Golfo, se dio el fortalecimiento de otra organización criminal, el autodenominado Cártel del Noreste, integrado por desertores del Cártel de Los Zetas, principalmente cercanos a los hermanos Treviño Morales, entre los que destaca el sobrino de estos Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo, quien tras ser detenido fue enviado en deportación a Estados Unidos.

El debilitamiento del CDG

Más que la detención y la prisión dictada en contra de Osiél Cárdenas Guillén, lo que finalmente vino a debilitar la estructura del Cártel del Golfo fue la muerte de Antonio Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, el que se apuntaba como único heredero del Cártel del Golfo, pero que fue abatido en noviembre del 2010.

A la muerte de Tony Tormenta, con la intención de tomar el control del Cártel del Golfo, un antiguo socio de Osiél Cárdenas quiso tomar por asalto la dirigencia de la organización criminal. José Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, con la creación del grupo de Los Metros, trató de asumir el control del Cártel del Golfo. Los Metros son hoy la principal organización criminal que está confrontada con lo que huela a Osiél Cárdenas.

Otro socio que también estuvo dentro del Cártel del Golfo que, apenas se dio la posibilidad, buscó la integración de una organización criminal propia para tener control del Cártel del Golfo, se trata de Mario Cárdenas Guillén, hermano de Osiel, quien fundó la organización de Los Rojos, la que al día de hoy se encuentra deslindada de la familia Cárdenas Guillén.

A la guerra por el control de lo que se pueda rescatar del Cártel del Golfo también se ha sumado el grupo criminal de Los Pelones, una escisión que opera con un liderazgo local en Quintana Roo, bajo las órdenes de Omar Félix López, uno de los actores criminales con los que interactúan los hijos de El Chapo Guzmán.

Otros Cárteles que han surgido para buscar el control de lo que una vez fue el imperio del Cártel del Golfo son las agrupaciones criminales tan irreconciliables como violentas entre sí, entre las que destacan Los Ciclones, Las Fuerzas Especiales del Grupo Sombra, Grupo Sombra, Vieja Escuela Zeta y Los Fresitas, todos ellos con liderazgos tan jóvenes que ya no son ubicados por los grupos de inteligencia del gobierno mexicano.

Así se debilitó el Cártel del Golfo

La división de la que fue objeto el Cártel del Golfo no fue fortuita. El rompimiento de las estructuras de mando comenzó por el debilitamiento que en sí representó la detención de Osiél Cárdenas Guillén, la que sumada a otras detenciones de sus mandos hizo que el Cártel del Golfo viniera a menos.

Una de las caídas de mandos más significativas dentro del Cártel del Golfo fue la detención de Osiel Cárdenas Salinas, el Mini Osiel, hijo del líder fundador del cártel Osiél Cárdenas. La detención del junior fue por una orden de arresto dictada desde Estados Unidos, por el delito de Tráfico de Armas.

Después vendría la muerte de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillé, Tony Tormentas, el hermano de Osiel Cárdenas, el que fue abatido por fuerzas federales, en un enfrentamiento sostenido entre el Cártel de los Escorpiones y las fuerzas federales, esto ocurrió el 5 de febrero del 2010.

El mismo año de la muerte Tony Tormentas -el hermano de Osiel Cárdenas- también fue detenido uno de los principales operadores financieros del Cártel del Golfo, Alfredo Cárdenas Martínez. Este personaje fue puesto en libertad tres días después de su detención, pero por el seguimiento que le hicieron desde el aparato de inteligencia federal ya no pudo incorporarse a la tarea de blanqueo de dinero.

En octubre del 2022 el Cártel del Golfo sufrió otro descalabro de importancia. Fue detenido Galo Gaspar Pérez Canales, otro de los operadores financieros de esa agrupación criminal, y quien era –además- el contacto con las estructuras financieras del gobierno estatal de Tamaulipas, en donde venía haciendo labores de Lavado de Dinero.

La captura de Galo Gaspar Pérez trajo consecuencias dentro de la estructura del Golfo; en forma inmediata se dio la detención de otros importantes activos de esa organización criminal, como fue el caso de Manuel Alquisires García, El Meme; Ignacio Montes León, El Nacho; Carlos Martínez Pérez, El Cuate Martínez (un yerno de Osiél Cárdenas Guillen).