Docentes de PILARES de la CDMX, en precariedad laboral y obligados al proselitismo

El pasado sábado en una entrevista para el periódico La Jornada, el titular del Subsistema de Educación Comunitaria, Javier Hidalgo Ponce, destacó los logros de casi seis años de trabajo de los 299 centros comunitarios conocidos como PILARES (Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes) en la Ciudad de México.

Resaltó las más de 150 actividades académicas, deportivas, artísticas, además de talleres de oficios y emprendimiento, para chilangos de todas las edades, que se imparten allí. PILARES nació en 2019 impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum cuando era jefa de Gobierno de la CDMX.

Trabajo comunitario para lucimiento de la 4T

De PILARES es la Orquesta Monumental de la CDMX de mil 400 músicos, que tocaron cuando Sheinbaum Pardo asumió como presidenta. PILARES fue reconocido por la “Unesco como parte del sistema más robusto de educación comunitaria del planeta”, pues “es flexible, incluyente y popular”.

Allí se enseñan 14 lenguas originarias hasta la llamada escuela de código, en las que se imparte programación, ciberseguridad e inteligencia artificial. Cada uno tiene una ciberescuela. Se imparten Primaria y Secundaria del INEA, y Prepa en Línea; 6 mil personas han certificado dichos estudios y más de mil han empezado proyectos de emprendimiento tras cursar talleres.

Hay carpintería, cosmetología, serigrafía, joyería, entre otros oficios con los que pueden obtener ingresos extras. Pueden tomar clases de taekwondo, zumba, música, pintura, teatro y ballet.

“El 20 de diciembre se presentará en la explanada del Palacio de Bellas Artes El Cascanueces, con la participación de 200 alumnas de distintos PILARES”, informó Hidalgo Ponce al adelantar que el programa se integrará a las 100 Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y la Armonía Social (UTOPÍAS) que se construirán en este sexenio en la Ciudad de México.

Siguen siendo “beneficiarios” para no otorgarles prestaciones laborales

Lo que deja en la incertidumbre laboral a los cinco mil trabajadores de PILARES, entre talleristas, promotores, monitores y personal de apoyo, que atienden a la semana a 120 mil personas en promedio. No saben si los absorberán las UTOPÍAS de Clara Brugada o los darán de baja de PILARES sin ninguna liquidación.

De lo que omitió hablar Hidalgo Ponce en La Jornada fue que los logros de los PILARES se cimientan en la perseverancia y estoicismo de sus trabajadores que han padecido todo el sexenio de la Cuarta Transformación precariedad laboral: Ni siquiera son considerados como trabajadores del Estado, sino como beneficiarios de un programa social, que cada principio de año cambia sus reglas de operación.

Algunos con cinco años en el programa tienen que volver a meter su proyecto educativo en la convocatoria que sale en el mes de enero, si tienen suerte, ser recontratados en febrero y empezar a cobrar hasta marzo. El proceso de reclutamiento cada año es discrecional; no se toma en cuenta el impacto real de su labor en las comunidades que atienden, el compromiso social que hacen los profesores, ni su trayectoria. No tienen vacaciones, seguridad social, ni seguro médico, no reciben aguinaldo, no tienen antigüedad, ni aspiran siquiera a la basificación.

La recontratación anual desde el 2019 ha servido para expulsar a los trabajadores de PILARES incómodos, es decir, los que protestan o se quejan discretamente.

“No se diga de las demandas laborales, son un desafío para los abogados, porque ni siquiera existe un contrato civil”, de acuerdo con Egbert Méndez del portal Insurgencia Magisterial, que le ha dado seguimiento al tema.

Entre las actividades extramuros de los trabajadores de PILARES ha estado fungir como acarreados y llevar a los mismos alumnos a mitines de apoyo a candidatos de Morena o a eventos masivos de AMLO para llenarlos. Incluso han sido parte de la red de bots del músculo de la Cuarta Transformación reposteando HashTags en redes sociales. Quienes se han rebelado a esas actividades, han sido despedidos. Han estado presentes en la logística de la vacunación contra el COVID-19 durante la pandemia, por ejemplo.

En la plantilla de los profesores hay músicos, actores, escritores, pintores; personas con estudios universitarios, incluso de posgrado; historiadores, filósofos, politólogos, periodistas, pedagogos, hasta carpinteros, manicuristas, deportistas, entre muchos oficios y profesiones, que han visto en PILARES una opción laboral ante la escasez de trabajo en la Ciudad de México.

Algunos atraviesan toda la ciudad en Metro para llegar con sus alumnos, que los aprecian, hasta los barrios más “bravos” de la capital del país por un verdadero compromiso social de hacer “comunidad” y resarcir el “tejido social”, que tanto presume el régimen político actual.

Los PILARES, sin materiales ni mantenimiento

Contrario a lo que presume el titular de PILARES, Javier Hidalgo Ponce, los profesores en ocasiones no tienen presupuesto para los materiales que usarán en sus clases.

“Lo tenemos que poner de nuestra propia bolsa”, de acuerdo con testimonios que expresaron a Cenzontle400.MX.

Ante tal panorama de casi un sexenio, y con la zozobra de que PILARES sea absorbido por las UTOPÍAS de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada Molina, y no sean recontratados en 2025 o cambien las reglas de operación para los “beneficiarios”, se creó la Asamblea General de Trabajadores y Trabajadoras de PILARES desde mayo de 2024.

Antes de que se reunirán en un mitin en el Congreso de la CDMX el pasado martes, informaron que Javier Hidalgo, se comprometió —de palabra— a:

“Garantizar la libertad de expresión y organización de los y las trabajadoras organizadas de PILARES. El tema de la continuidad quedó circunscrito al tema presupuestal, pues se dijo que si nos respetaban el presupuesto del próximo año, se buscaría que todas continuáramos. Se buscaría reincorporar, bajo revisión, los casos de figuras injustamente cesadas en el pasado. Llamaría a mesas de trabajo para que fuéramos las figuras quienes propongamos cambios a las formas de trabajo”.

Desvío de recursos para campaña de Sheinbaum y Brugada

Desde enero de 2023, el legislador panista Aníbal Cañez Morales exigió al contralor capitalino Juan José Serrano Mendoza, investigar a Hidalgo Ponce por presuntamente llevar la política social al campo de lo político, a través de presiones, manipulación y desvió de recursos en favor de las campañas de la hoy presidenta Claudia Sheinbaum y de Clara Brugada Molina, actual jefa de Gobierno de la CDMX.

“Con la llegada de Javier Hidalgo a la dirección de PILARES han habido manifestaciones de prácticas de acoso laboral y vigilancia hacia los talleristas y profesores de los centros comunitarios con el fin de hacer promoción a Morena, incluida Claudia Sheinbaum, y en ese momento a Clara Marina Brugada, de igual forma los instruyen para que se afilien al partido de Andrés López Obrador”, aseguró el legislador Cañez Morales.

Proselitismo institucionalizado y uso inapropiado de los padrones de beneficiarios

El legislador del PAN pidió a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso de la Ciudad de México la comparecencia de Javier Hidalgo Ponce para explicar las presuntas irregularidades “que públicamente han denunciado extrabajadores, promotores culturales, maestros y público en general, sobre la presumible coacción para realizar actividades de proselitismo presencial y en redes sociales en favor de personas que buscan un puesto de elección popular en 2024 por el partido político Morena”.

Además de que “en 2019 se han evidenciado diferentes inconsistencias como, por ejemplo, se comprobó la atención a 149 mil 477 personas cuando la meta original era de 381 mil 205 beneficiarios del programa”, señalado por la Auditoría Superior de la Ciudad de México.

También por las discrepancias en el ejercicio de su presupuesto, pues la meta era invertir 635 millones 895 mil pesos, sin embargo, solamente se ejercieron casi 422 millones de pesos, “quedando 33.7 por ciento debajo de lo estimado, según indicó la Cuenta Pública 2019”.

Otras irregularidades denunciadas desde 2022 por parte de talleristas, monitores, profesores y prestadores de servicios del programa PILARES de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) de la Ciudad de México, de “Ponte Pila” del Instituto del Deporte y de Talleres de Artes y Oficios Comunitarios para el Bienestar de la Secretaría de Cultura capitalina, “son referentes al uso inapropiado de los padrones de beneficiarios, aseguraron que a través de acarreo institucionalizado se les exigió realizar actividades de proselitismo y propaganda fuera de sus horarios laborales”.

Apuntó, “los declarantes aseguraron que de la misma forma fueron obligados a asistir al mensaje que dio Sheinbaum Pardo por su cuarto informe de gobierno en el Auditorio Nacional”.

Demandas laborales entregadas a Clara Brugada y Congreso de la CDMX

Frente a la sede del Congreso de la CDMX, la Asamblea General de Trabajadores y Trabajadoras de PILARES se manifestó el mediodía del pasado martes para exigir que el proceso de reclutamiento de 2025 sea transparente, se aumente el presupuesto, se otorguen sus derechos laborales como educadores comunitarios y se les dé mantenimiento a los centros comunitarios y materiales para trabajar.

“Nosotros ya no somos becarios ni beneficiarios, somos trabajadores comunitarios, es lo que ofrecemos en los PILARES. La mayoría estamos por el amor a la comunidad, porque lo demanda. Exigimos que se aumente el presupuesto, que tengamos un salario digno para vivir al día por lo menos, si no quieren otorgarnos más derechos laborales. El amor a la comunidad no alimenta a nuestras familias, ni nos da medicamentos”, expresó una profesora de PILARES de San Juan de Aragón.

De entre los puntos de su pliego petitorio están: Continuidad en PILARES basado en resultados cualitativos y cuantitativos, libertad de expresión y organización.

Derechos laborales que solicitan son: ministración extraordinaria o pago del mes 13, vacaciones pagadas, teniendo como base siete días para trabajadores que tienen un año laborando en el progarma y sumando dos días por cada año de trabajo; afiliación al ISSSTE, licencia por maternidad y paternidad, atención psicológica.

Propuesta de mejora salarial, incremento al salario mal llamado beca acorde a la inflación del páis, considerando el decreto presidencial del 2023 que establece que ningún maestro ganará menos de 16 mil pesos mensuales.

Basificación al 50% de los trabajadores de PILARES, para lo cual haya un organismo que reconozca la trayectoria de los docentes organizados, como el compromiso social, la antiguedad en el programa y el reconocimiento en la comunidad que atienden. La revisión y reinstalación de profesores que han sido despedidos injustificadamente por haber expresado su inconformidad.

Incremento presupuestal para materiales e insumos básicos, procurando la infraestructura y el mantenimiento básico de todos los inmuebles.

Los profesores de PILARES fueron recibidos por el diputado de Morena Víctor Gabriel Varela López, de la Comisión de Inclusión y Bienestar Social y Exigibilidad de Derechos Sociales, quien dijo que el presidente de la Comisión de Asuntos Laborales, Rubio Gualito, atendería la mesa; Valentina Batres, presidenta de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, y la de la Comisión de Educación, Rosario Morales, también.

Varela López aseguró que los profesores “tienen nuestro apoyo, son situaciones difíciles y no hay que voltear a otro lado, como izquierda no podemos estar omitiendo estos derechos en algo que ha sido tan importante para la reconstrucción comunitaria de la ciudad, que son los PILARES”.

“Los esfuerzos para construir el tejido comunitario y ustedes han puesto mucho en este esfuerzo, no pueden ustedes ser la pieza que sostenga todo y a quienes se le cargue la mano en este objetivo; de mi parte tienen el apoyo y ojalá acabe en buen puerto”, reconoció el legislador, mientras entraba una comisión de profesores a reunirse con los legisladores en el Congreso de la CDMX.

Usuarios apoyan los derechos laborales de los profesores y piden su continuidad

Laura García, usuaria del PILARES de San Juan de Aragón desde hace tres años y quien toma los talleres de carpintería y bisutería, expresó a Cenzontle400.MX que está muy contenta de que existan.

“La verdad, son muy interesantes. Los profesores nos dan excelentes clases y todos son muy profesionales, aunque, por otro lado, sí faltan herramientas, un poquito de señalización; los derechos de los maestros no han sido los que corresponden en cuanto a prestaciones; hay mucha inseguridad en los PILARES. También falta un servicio médico para la seguridad de todos nosotros”.

María del Río, usuaria del PILARES Gran Canal desde hace cuatro años, nos dijo que los talleres le han sido bastante útiles “tanto en mi hogar y hacerlo yo misma; estuve en el taller de electricidad para hacer lo básico; es un ahorro para mí”.

Estuvo en carpintería, “donde hice mis propios muebles para mi comedor; en el de amigurumis, que es tejido, donde hago mis cosas y los vendo a las personas, ha sido de gran ayuda” los PILARES.

Los profesores le tienen bastante paciencia “por ser yo una persona de la tercera edad; me enseñan una, dos tres veces, hasta que entiendo”.

María del Río hasta hace poco se enteró que los profesores no tienen ninguna prestación social: “En los años que llevo veo que ellos frecuentemente están batallando porque termina un año y no saben si van a continuar”. Se queja que hay mucha rotación de profesores, pero no “sabía ni entendía por qué. No sabía que los separan de sus cargos”.

Ella también confirma que la mayoría de veces “compramos los materiales”.

“La mayoría de los usarios damos el apoyo total a nuestros profesores porque vemos con el empeño que lo hacen; no nada más son profesores, incluso la hacen de psicólogos por como se portan con nosotros”.

Por último, señaló que el Gobierno debería de empezar por su propia casa y no tratar así a su personal, “hay que darle lo que corresponde por ley a cada trabajador”.