Miles de familias visitan Niño Dios monumental en el Zócalo de la CDMX

De Iztapalapa para el Mundo: el llamado Niño de la Paz y el Bien, elaborado 100 por ciento a mano por la familia de artesanos y escultores Gómez Reséndiz, oriunda del Oriente de la CDMX, pesa media tonelada, mide 4 metros de largo y 2.5 metros de ancho. Junto con sus papás, la Virgen María y San José, se instaló en la plancha del Zócalo para reflexión y admiración de los visitantes nacionales y extranjeros que gozan de las tradiciones decembrinas como los pesebres o nacimientos, llamados así en algunas regiones de México.

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Por muy Grinch que uno sea y quiera escapar de la alegría festiva que resulta la temporada navideña, ver una obra monumental como el nacimiento en el Zócalo de la Ciudad de México impresiona por el nivel de detalle y majestuosidad del Niño Dios de la Paz y el Bien, cuyo mensaje resulta un bálsamo en estos momentos tan convulsos por la violencia que azota en todos los rincones del territorio nacional.

La familia de artesanos y escultores Gómez Reséndiz, oriundos de la Alcaldía Iztapalapa y quienes elaboraron 100 por ciento a mano el Niño Dios, pesando media tonelada y midiendo 4 metros de largo y 2.5 metros de ancho, puesto en un pesebre de más de 5 metros de ancho, deben sentirse orgullosos de las sonrisas que genera su obra monumental, con la que familias completas posan para la selfie grupal frente a Palacio Nacional.

“¡Qué hermoso encontrarnos con el nacimiento en el Zócalo!, a mis nietos les va a encantar si lo ven. Ahorita vine por los regalos del intercambio del 24, y muchisíma gente por todas partes, bultos y bultos en el Metro, pero por el Niño Dios valió la pena la vuelta”, expresa la señora María Eugenia a Cenzontle400.MX.

Foto/Margarita Rodríguez

La familia Rodríguez, de Costa Rica, posa sonriente en la selfie grupal. “Ahora una foto individual cada uno”, dice John, de 12 años, que aseguró emocionado “es de lo más bonito que he visto en este viaje a México en Navidad este día” desde la mañana que aterrizó en la CDMX.

Martín Guerrero, habitante de la Alcaldía Iztapalapa, mientras busca en su celular referencias sobre este Niño Dios, le comparte a su novia: “dicen que es el más grande del mundo, pero ese se encuentra en la parroquia de la Epifanía del Señor, en la comunidad de Zóquite, en el municipio de Guadalupe, Zacatecas”.

“Lo chido es que es de Iztapalapa para el mundo como dicen Los Ángeles Azules y a mucha honra”, expresó el iztapalapense de 35 años, que portaba su playera del grupo de black metal Canibal Corps.

La creación monumental de la familia Gómez Reséndiz es para preservar, exaltar, rescatar y difundir el verdadero significado del nacimiento del Niño Jesús.

Una plegaria convertida en arte, que exalta la tradición cultural y religiosa de los ciudadanos durante la celebración del nacimiento de Dios en la Tierra, la Navidad, y la fiesta de la Candelaria el 2 de febrero.


Foto/Margarita Rodríguez