México pierde disputa con EU en T-MEC por maíz transgénico
El panel de controversias del T-MEC desechó los argumentos del Gobierno mexicano para prohibir el consumo de maíz transgénico proveniente de Estados Unidos porque, según la Representación Comercial Especial de la Casa Blanca (USTR), “no están sustentados en la ciencia”. En marzo de 2024, el Gobierno mexicano y ONGs presentaron un documento con 66 referencias científicas independientes sobres los riesgos potenciales para la salud humana derivados del consumo de maíz transgénico, en particular las variedades Bt resistentes a los insectos, además de referir que los argumentos de EU eran obsoletos (10 años), carecían de rigor científico y obedecían a conflictos de interés de consorcios transnacionales de semillas genéticamente modificadas.
La controversia ante el panel de disputas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre maíz transgénico la presentó Estados Unidos en octubre de 2023 por el decreto del expresidente Andrés Manuel López Obrador, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 23 de febrero de 2023, donde se prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado para la masa y la tortilla.
“Lo anterior, no representa afectación alguna al comercio ni a las importaciones, entre otras razones, porque México es de sobra autosuficiente en la producción de maíz blanco libre de transgénicos”, de acuerdo con el decreto.
El 05 de marzo de 2024, el Gobierno de México y ONGs presentaron ante el panel de disputas del T-MEC el documento Medidas Relacionadas con el Maíz Genéticamente Modificado, de 200 páginas, donde se citan 66 referencias académicas independientes que explican los riesgos potenciales para la salud humana derivados del consumo de maíz transgénico, en particular las variedades Bt resistentes a los insectos.
Sostiene, además, que los argumentos presentados por Estados Unidos eran obsoletos, carecían de rigor científico y obedecían a conflictos de interés con consorcios transnacionales de semillas genéticamente modificadas, como publicamos en este espacio:
La postura de Estados Unidos desde que comenzó el panel de controversia el 18 de octubre de 2023 es que es seguro el consumo de maíz transgénico y que su sistema de revisión regulatoria es rigurosa, pero, muchas de sus fuentes citadas –33-no son académicas o revisadas por expertos.
Aun con los riesgos para la salud de los mexicanos, el Gobierno mexicano deberá comprar maíz blanco a Estados Unidos
Este viernes, la Representación Comercial Especial de la Casa Blanca (USTR) informó que México perdió en el panel de resolución de disputas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre el maíz transgénico.
“El fallo del panel reafirma las antiguas preocupaciones de Estados Unidos sobre las políticas biotecnológicas de México e impacto de detrimento para las exportaciones agrícolas estadunidenses”, indico Katherine Tai, la titular de la USTR.
Para el Gobierno estadounidense, el intercambio comercial está por encima de las evidencias científicas y la salud de los mexicanos, pues nuestra alimentación se basa en el consumo del maíz blanco, sobre todo en la tortilla.
Por lo menos usamos el maíz blanco para elaborar 45 platillos en todas las regiones del país: tamales, sopes, chalupas, huaraches, enchiladas, pozole, salbutes, quesadillas, sopa de milpa, pinole, etcétera.
“Dada la importancia fundamental del maíz como alimento básico cotidiano en México, la población en México está altamente expuesta y vulnerable a estos riesgos debido a la cantidad de grano de maíz que se consume directamente de manera cotidiana en forma de tortilla y otros alimentos elaborados con harina y masa nixtamalizada”, argumentó la contraparte mexicana en el T-MEC.
Tampoco al Gobierno del demócrata Joe Biden le importa que por el uso del glifosato en el cultivo de maíz transgénico haya repuntado el cáncer en 19 estados de México y que 32 especies de animales y 12 de plantas estén riesgo de extinción, como también publicamos en Cenzontle400.MX:
“La siembra de cultivos transgénicos está siendo alentada por empresas como Dow Agro Sciences, Bayer, PHI, Forage Genetics, Monsanto, Pioneer y Syngenta, las que ingresaron a México con la intención de comercializar sus llamadas semillas mejoradas, pero que han encontrado un nicho para la producción de éstas, ante la falta de políticas de apoyo a la producción para los pequeños núcleos agrarios”, de acuerdo con el reportaje de J. Jesús Lemus.
Con el fallo a favor de Estados Unidos en el panel de controversias comerciales del T-MEC, México se someterá a comprarle maíz blanco genéticamente modificado para uso humano.
México compró por primera vez maíz transgénico (amarillo para forraje) a Estados Unidos en 1994 durante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ordenó el acceso libre de aranceles al grano proveniente del vecino país del norte a bajo precio. En 2023, México importó de Estados Unidos 15.3 millones de toneladas del maíz amarillo.
La Representación Comercial Especial de la Casa Blanca (USTR) considera que a partir de ahora, la competencia en el maíz transgénico entre México y Estados Unidos “es justa e innovadora”:
“Estamos listos para continuar colaborando con el gobierno de México para garantizar un nivel de competencia que provea acceso seguro, accesible y sustentable a los productos agrícolas en ambos lados de la frontera.
“El panel del T-MEC estuvo de acuerdo con Estados Unidos en todas sus siete quejas y en determinar que las medidas de México, que no están sustentadas en la ciencia, menoscaban el acceso al mercado que el gobierno mexicano aceptó bajo el T-MEC”, enfatizó la USTR.
México tiene un plazo de 45 días para cumplir con el fallo del T-MEC, que el propio AMLO firmó durante la primera presidencia de Donald Trump.
De enero a octubre de 2024, las exportaciones de Estados Unidos a México de maíz transgénico alcanzaron los 4 mil 800 millones de dólares, lo que representó que el mercado mexicano es el principal consumidor del maíz estadunidense.
“Saludamos la determinación del panel en la disputa por su minuciosa e imparcial evaluación que afirma que la posición de México sobre la biotecnología no estaba basada en los principios científicos ni en las reglas internacionales”, agregó por su parte Tom Vilsak, secretario de Agricultura de Estados Unidos.