Bartlett, la evidencia que faltaba para comprobar relación Narco-4T

El señalamiento que hace el gobierno norteamericano de Manuel Bartlett Días no fue sorpresivo. Desde hace años ya se sabía por información proporcionada por los medios independientes de comunicación, que Manuel Bartlett Díaz estuvo ligado al Cártel de Guadalajara. Su función era la de darle protección al trasiego de drogas desde la Secretaría de Gobernación

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La desclasificación de una carta de la embajada norteamericana en México -enviada en 1986 al Buró Federal de Investigaciones (FBI)-, en donde se informa que funcionarios de Estados Unidos “sospechan una relación de Manuel Bartlett Díaz con miembros del crimen organizado”, es otro duro golpe al gobierno del presidente López Obrador.

Al presidente López Obrador, que tanto le ha dolido el mote popular de narco presidente, luego que sendas publicaciones periodísticas hechas en The New York Times, Propublica, Deutsche Welle, entre otras, lo relaciona con el uso de recursos provenientes del narco para financiar sus campañas electorales, ahora tiene que lidiar con un nuevo escándalo.

Este desaguisado ocurrió a solo días de que concluyera la caótica administración de AMLO, la que sí es distinguida en algo, será por los elevados índices de corrupción, manifiestos tanto en el saqueo del erario como en las relaciones que funcionarios de la 4T mantienen con algunos grupos del narcotráfico y del crimen organizado.

El señalamiento que hace el gobierno norteamericano de Manuel Bartlett Días no fue sorpresivo. Desde hace años ya se sabía por información proporcionada por los medios independientes de comunicación, que Manuel Bartlett Díaz estuvo ligado al Cártel de Guadalajara. Su función era la de darle protección al trasiego de drogas desde la Secretaría de Gobernación.

Muy mimado dentro de la 4T

Con 55 años de militancia priista y 12 de haber iniciado su carrera política en el PT, Manuel Bartlett Díaz es uno de los activos más importantes del Obradorato, a grado tal que el mismo presidente ha salido a defender su honestidad cuantas veces se le ha señalado de corrupción.

A Manuel Bartlett Díaz se le ha señalado, desde la prensa independiente y con elementos de prueba, haber amasado una gran fortuna investida en una gran cantidad de bienes inmuebles y en una docena de empresas, todo ello producto del tráfico de influencias y de la corrupción.

Cuantas veces se ha señalado la corrupción de Manuel Bartlett durante el desempeño público, son las mismas veces que AMLO ha salido a decir que se trata de un hombre honesto, de los mejores funcionarios de su gobierno. El mismo Senador Gerardo Fernández Noroña se ha referido a Bartlett como un patriota.

Atrás quedaron los días en que la izquierda mexicana y el propio López Obrador, consideraban a Manuel Bartlett como un anti demócrata, un traidor, lo peor del periodo neoliberal del PRI. Ello debido a que fue el autor intelectual del fraude electoral de 1988, cuando hizo Cuauhtémoc Cárdenas perdiera la elección presidencial frente al candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari.

Cuando Manuel Bartlett Díaz hizo que la elección presidencial de 1988 se le arrebatara a Cárdenas Solórzano y fuera a favor de Carlos Salinas de Gortari, él era el titular de la Secretaría de Gobernación en la administración del presidente Miguel de la Madrid Hurtado.

Un aliado del narco

Como secretario de Gobernación, Manuel Bartlett se distinguió por ser un gran aliado del narco. En su calidad de encargado de la política interna, Bartlett cobraba servicios de seguridad al principal cartel de las drogas vigente a inicios de la década de los 80´s, el Cartel de Guadalajara, encabezado por Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo.

De acuerdo a la versión de Rafael Caro Quintero -emitida al que esto escribe cuando coincidieron en la prisión federal de Puente Grande-, en su calidad de titular de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz puso a disposición del Cártel de Guadalajara medico centenar de agentes de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía política de México.

A cambio de un pago mensual de varios millones de pesos, Manuel Bartlett garantizaba el transito libre por todo el territorio nacional a los integrantes y cargamentos de drogas del Cártel de Guadalajara. Todos los líderes de ese cártel portaban credenciales de comandantes de la DFS, firmadas por Bartlett Díaz, lo que les permitía transitar sin problemas todas las carreteras del país.

En esa alianza, el entonces secretario de Gobernación, también contribuía con el Cártel de Caro Quintero filtrando información sobre las investigaciones que realizaban las agencias del gobierno de Estados Unido en México en cuanto a la persecución del narcotráfico, manteniendo al día a los capos sobre las intenciones del gobierno norteamericano.

También era agente de la CIA

Manuel Bartlett Díaz, desde su posición de Secretario de Gobernación también colaboraba informativamente con el gobierno de Estados Unidos. El agente de la CIA, Félix Ismael Rodríguez Mendigutia –el mismo que asesinó a Ernesto “Che” Guevara, en la Quebrada del Yuro, en Bolivia- fue el que lo reclutó como agente de la Central de Inteligencia Americana (CIA).

Una de las labores asignadas a Manuel Bartlett, como agente de la CIA, fue la de ubicar a los principales líderes de los grupos guerrilleros y de izquierda o antinorteamericanos que estaban operando en México, los que al ser ubicados eran asesinados por medio de “accidentes de tránsito”, o ejecutados en condiciones misteriosas, en operaciones hechas por la DFS mexicana.

Desde su posición del segundo hombre de importancia en el gobierno mexicano, haciendo labor de doble espía, Bartlett Díaz lo mismo emitía informes a la CIA  sobre la seguridad interna de México, que filtraba a Rafael Caro Quintero información sobre acciones del gobierno norteamericano para combatir el narco en suelo mexicano.

Una de esas acciones fue la de informar tanto a la CIA como a la cúpula del Cartel de Guadalajara que esa organización criminal había sido infiltrada por un agente de la DEA, la oficina antidrogas del gobierno de Estados Unidos. De acuerdo a la lo dicho a Caro Quintero en aquel entonces por Bartlett, el agente de la DEA tenía la instrucción de seguir la pista del lavado de dinero del Cártel de Guadalajara.

La puso el dedo a KIKI Camarena

Fue Manuel Bartlett Díaz el que informó al Cartel de Guadalajara que el infiltrado por la DEA en esa agrupación criminal era Enrique “Kiki” Camarena Salazar, quien estaba en mancuerna con un colaborador, el piloto aviador Alfredo Zavala Avelar. A los dos les atribuyó la función de espiar las actividades del grupo delictivo, tal como era su función.

Esa versión que fue hablada por Manuel Bartlett Díaz, y que molestó a Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carillo y Miguel Ángel Félix Gallardo, en realidad fue una jugada del Agente de la CIA, Félix Ismael Rodríguez, el que filtró esa información a Bartlett para que utilizara al Cártel de Guadalajara y ejecutaran a Enrique Camarena y Alfredo Zavala

La razón de Félix Ismael Rodríguez, de querer ejecutar a Kiki Camarena y Alfredo Zavala, fue porque “Kiki” y su ayudante habían descubierto una red de extorsiones que estaba haciendo la CIA al Cártel de Guadalajara, al que se le estaba cobrando por dejarle operar libremente, con el apoyo del gobierno mexicano de Miguel de la Madrid y Manuel Bartlett.

Siguiendo la pista del dinero sucio, “Kiki” Camarena encontró que a cambio de dejar trabajar al Cartel de Guadalajara, la CIA y el gobierno mexicano le estaban cobrando con drogas y dinero, que eran enviadas para financiar el movimiento antiguerrillero en Nicaragua, contra el “Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y en El Salvador contra el “Frente Farabundo Martí de Liberación de Nacional (FFMLN).

Por eso fue el asesinato

Cuando Bartlett informó a Caro Quintero que había un agente infiltrado en su cártel, espero que lo ejecutara, pero Rafael Caro –según su propia narración- no reaccionó sorpresiva ni menos violentamente. Solo escuchó la información y espero a que las cosas pasaran. Según se sabe, Caro Quintero ya sabía de la infiltración de la DEA desde tiempo antes de que Bartlett se lo dijera.

Al no observar ninguna reacción del Cártel de Guadalajara contra “Kiki” Camarena, fue cuando Félix Ismael Rodríguez, decidió tomar cartas en el asunto: le solicitó a Manuel Bartlett un grupo de agentes de la DFS para detener al Agente de la DEA, “Kiki” Camarena. Allí fue cuando Manuel Bartlett supo que se cometería el asesinato del agente y él estaba colaborando para ello.

Los agentes de la DFS mexicana secuestraron a “Kiki” Camarena y al piloto Alfredo Zavala. Ambos fueron sometidos a más de 30 horas de tortura y luego se llevó a Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo ante los dos torturados y atados. Se les pidió a los capos que los ejecutaran al agente de la DEA y a su ayudante, pero los narcos se negaron.

Ante la negativa, fue el agente de la CIA Félix Ismael Rodríguez quien decidió asesinar a Kiki Camarena y Alfredo Zavala. Los mató a golpes en la cabeza, con una barra metálica, delante de los capos que se habían negado a quitarles la vida. Después ordenó que se llevaran los cuerpos y se deshicieran de ellos.

Los tres jefes del Cártel de Guadalajara ordenaron que los cuerpos de “Kiki” Camarena y de Alfredo Zavala fueran llevados a un rancho en las inmediaciones del Rancho El Mareño, en los límites de Jalisco y Michoacán, entre los municipios de La Barca y Vista Hermosa, donde fueron encontrados por agentes de la DFS cuando Manuel Bartlett ordenó una investigación para esclarecer los hechos de los que él mismo fue actor preponderante.