Una de bandidos…
Aquí no se viene a defender a nadie. En Matamoros, la línea entre el poder y la ilegalidad se ha difuminado bajo el peso de los secretos y las cuentas clandestinas.

Aquí no se viene a defender a nadie. En Matamoros, la línea entre el poder y la ilegalidad se ha difuminado bajo el peso de los secretos y las cuentas clandestinas.