Justicia Gráfica//No normalicemos la prostitución a cambio de puestos políticos, ahí les hablan Chávez y Sosa

Teuchitlan sigue doliendo y sigue escandalizado
“El campañón, se les cayó lo del campo de exterminio”, dijo el pelafustán Gerardo Fernández Noroña, indolente como él solo, vomitando su desconocimiento en el caso Teuchitlán, Jalisco, caso que sigue siendo escándalo y sigue significando dolor.
El Senador Fernández Noroña no se enteró que Omar García Harfuch dijo que se pudo comprobar que al rancho maldito llegaban jóvenes traídos de la central de autobuses de Guadalajara en busca de trabajo, a quienes uniformaban con equipo táctico y, si se negaban o intentaban escapar, los torturaban y asesinaban.
Así lo dijo un “Batman” -como le apodan a Harfuch – visiblemente cansado, con huellas de estrés en la cara y cabello; un Batman que más parece un “Droguín” pasivo con R de Rivotril.
Y no es para menos, tanto estresa el cargo con la inseguridad incontrolable en absolutamente todo el país, más los berrinches de la presidenta, su amiga con derecho, con derecho a cambiar las versiones reales de las publicitarias y exigiéndole una posición de comparsa que, a leguas se ve, él no desea realizar.
Sin ir más lejos, ayer mismo durante la mañanera luego de haber aceptado en cadena nacional a Teuchitlán como campo de reclutamiento y un lugar donde torturaban y asesinaban gente, la presidenta Sheinbaum le dice “haber Omar vuelve a relatarnos” y ahí va “Omar” a relatar todo, a describir el rancho como un campo de reclutamiento y un lugar de exterminio, 3 veces se retiró del podium Batman y 3 veces Droguín lo regresó, ¡Vaya dúo dinámico!
Fue tanta la desesperación de Claudia Sheinbaum Pardo por ser secundada en su empeño por desaparecer a los desaparecidos que al final no le quedó más remedio que apoyarse en un puñado de soplanucas “periodistas” que cubren las mañaneras, “no vimos nada”, “ahí no hay hornos”, “no hay posibilidad de que fuera un campo de exterminio”; hasta hubo un pendejo que quiso dar lecciones de su culta formación y citó que, para clasificarse como exterminio, el Estado tiene que estar inmiscuido, oiga usted, todos sabemos que al menos el gobierno de Jalisco que tenía conocimiento del lugar y no lo procesó debidamente para cerrarlo en definitiva.
Y no lo digo yo ni los colectivos, lo citó el fiscal Gertz Manero en una lista de inconsistencias jurídicas por parte de la fiscalía estatal, quien sabía del rancho humano cruel e ilícito desde hace años.
Claudia no ha comprendido que tiene encajada una enorme espina de nopal en su mano, entre más se mueve, más se encaja.

Los calores del Senado
Esta semana no ha sido buena para la Senadora Andrea Chávez y su campaña apoyada por generosos donativos de empresarios cercanos a Adán Augusto López Hernández.
Andrea pasó de ser la picuda y bulegona protegida de Adán Augusto tratando de hacerse pasar por víctima, a dar explicaciones en un tono menos prepotente pero aceptando que quiere ser Gobernadora de Chihuahua.
Aquí las autoridades electorales deben actuar porque ningún funcionario está facultado para usar su curul o cargo público para promocionarse electoralmente.
Sin embargo, Chávez no es la única en ese empeño abusando de su cargo, Olga Patricia Sosa Ruiz, la Senadora tamaulipeca, es el ejemplo perfecto, solo que región 4, versión paupérrima a comparación de Andrea.

Me pregunto ¿cómo se llevarán Andrea y Olga en el interior del recinto legislativo? Porque Olga quiso pedalearle esa bicicleta fea, encasquillada y mohosa a Andrea.
No es por intrigar pero yo que Andrea me cuidaba con el antecedente de Olga Sosa, quien es china libre y ha sentado precedente de una larga lista de hombres que la impulsaron en su carrera a cambio de ciertos favores carnales.
Por ejemplo, esa historia legendaria del restaurante “El Porvenir” frente al panteón en Tampico, donde una Olga Sosa simple, sin curules, sin puestos relevantes, llegó acompañando a un empresario importante del puerto hace unos 12 años aproximadamente; de un rincón Ricardo “El Negro” Gamundi, se unió al ágape y ya entrados en calores y alcoholes, la señorita Sosa Ruiz bailó encima de la mesa para quien después sería su “descubridor” e impulsor político, Ricardo Gamundi.
Tremenda esa Olga Sosa por sus armas pasaron muchos y se quedó ninguno.
Ahora promueve una encuesta donde se pone ella al frente de los aspirantes morenos para dentro de 3 largos años, lo cual indica que el rumbo que le dará su campaña no será brindando apoyo comunitario, labor política, o atención ciudadana sino comprando encuestas, gastando saliva y claro, le sale más barato.
Nos leemos la próxima vez.