En la Nueva Jerusalén, canonizaron y rezan a una muñeca
La imposición del culto a la Muñeca Yoli fue un capricho de Mama María de Jesús, la que era caprichosa y dominaba a Papa Nabor. Ella le exigió al patriarca de La Nueva Jerusalén que llevara a los altares a la Muñeca Yoli. Nabor cumplió cabalmente la orden
