La salud mental, principal causa de la violencia no atacada por el gobierno de la 4T

Gun Violence Social Issue
• El recorte presupuestal que hizo el segundo piso de la Cuarta Transformación a la atención de la salud mental fue de 521.7 mdp, equivalente al 13.1 por ciento menos del monto aprobado en 2024 ¿eso es atacar las causas?
Por. Nora Villegas.
Ciudad de México.- En México, la violencia relacionada con el narcotráfico y el crimen organizado ha dejado secuelas graves en la salud mental de la población. Además de las sangrientas noticias diarias, los especialistas han reconocido que factores como la pandemia de Covid-19, las estrategias fallidas o bien, la indiferencia del gobierno en torno a los males que aquejan a la sociedad, la crisis económica, las violaciones a los derechos humanos, etcétera, desequilibran la salud mental de los habitantes en todo el territorio.
A falta de estudios y estrategias serias y eficaces, el gobierno de México se ha limitado a pensar que los mexicanos “hemos normalizado la violencia”, sin profundizar en las consecuencias y realizando recortes importantes a las instituciones de atención en este rubro.
Aun cuando el gobierno de Claudia Sheinbaum alardea con que se deben combatir las causas de la violencia, las enfermedades mentales, tanto aquellas que detonan la violencia, como las que dejan secuelas en las víctimas, simplemente se contienen, se contabilizan en estadísticas estériles y en el mejor de los casos, se medica con calmantes a quienes las padecen, pero no se tratan en lo profundo y mucho menos se intenta curarlas o prevenirlas.
De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México, el 13 por ciento de los adultos experimentan algún trastorno mental.
En 2023 se suicidaron ocho mil 837 mexicanos (Inegi), de los cuales el 65.6 por ciento ocurrió en personas menores de 40 años, el 81.1 por ciento lo cometieron hombres y el 18.9 por ciento, mujeres, mientras que los niños de entre 10 a 14 años y de 15 a 19 se suicidan más frecuentemente que los mayores de 20 años, las causas primordiales son la depresión grave y la esquizofrenia.
En México, el 28.6 por ciento de la población ha presentado algún trastorno psiquiátrico alguna vez en la vida, pero sólo uno de cada cinco de quienes lo padecen recibe tratamiento, quizá porque México padece una crisis de médicos especialistas, pues apenas cuenta con 3.68 psiquiatras por cada cien mil habitantes.
Sin mencionar que la mayoría de los médicos especialistas de la salud mental se ubican en las grandes ciudades y son escasos en las poblaciones más pequeñas; además de que la atención psiquiátrica suele ser influida por factores ideológicos y económicos, pues tratarse psiquiátricamente es impensable para una persona cuyo salario es del promedio en el país.
La salud mental colectiva ha sido un tema olvidado por los gobiernos en México y para el gobierno de la 4T, los recortes al presupuesto han impactado severamente en la atención médica, en 2025, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones sufrió un recorte del 13 por ciento en el presupuesto anual de egresos; el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco” del 19 por ciento; el Instituto Nacional de Psiquiatría “Juan Ramón de la Fuente” del 11.8 por ciento, por poner ejemplos.
El recorte presupuestal que hizo el Segundo Piso de la Cuarta Transformación a la atención de la salud mental fue de 521.7 mdp, equivalente al 13.1 por ciento menos del monto aprobado en 2024 ¿eso es atacar las causas?
Según los expertos, existe una relación directa entre un gobierno ineficiente e indiferente, la presencia de grupos criminales y el debilitamiento del sistema de salud mental en México y aun cuando la academia realice estudios y propuestas de soluciones, combate a las causas, fortalecimiento de las instituciones, sin presupuesto, resulta imposible el avance en esta materia.
Si en lugar de programas sociales que regalan dinero a los votantes, se invirtiera en mejorar los servicios, en general, pero con mayor razón los de la salud mental, para tratar de recuperar (si alguna vez ha existido) estabilidad y reconciliación social, confianza en las instituciones, desde donde se promueva con el ejemplo una cultura de valores; además de la creación de héroes improvisados como Omar García Harfuch que atrapa y desmantela laboratorios a diario, podríamos minimizar la violencia, no solo la asociada al crimen organizado, sino todos los tipos de violencia que existen.
Sin presupuestos suficientes para fortalecer los sistemas de salud mental, motivo primordial del desgaste del tejido social y por ende, de la existencia de conflictos armados, es imposible asegurar que se están atacando las causas y que se esté apostando por la prevención de la violencia.