Senadora Olga Sosa, salpicada por red de huachicol

Dentro de ese entramado destacan los movimientos financieros que al menos una tía y la madre de la senadora Olga Sosa Ruiz realizaron con recursos cuyo origen no está plenamente identificado, pero que apunta a la posibilidad de que provengan del huachicol

sosa y sehinbaum

Por. J. Jesús Lemus

El escándalo de la red de huachicol se sigue extendiendo y amenaza con un incendio político dentro del Poder Legislativo. Ya es indudable la partición de la Senadora Olga Sosa Ruiz en el criminal negocio de robo de combustible a Pemex que fue protegido desde las secretarías de Marina y Gobernación.

Documentos que han sido expuestos por la periodista Sofía Pacheco revelan que familiares de la senadora de Morena, Olga Sosa Ruiz, habrían hecho transacciones de dudosa legalidad en la casa de Bolsa Vector, propiedad de Alfonso Romo.

Hay que recordar que Alfonso Romo, el ex jefe de la oficina de la presidencia de López Obrador, fue señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de ser un facilitador en el lavado de dinero para los Cárteles Jalisco Nueva Generación, Sinaloa y del Golfo.

Las instituciones financieras que Alfonso Romo habría puesto a disposición de al menos tres cárteles de las drogas para lavar dinero, serían CI Banco, Institución de Banca Múltiple; Intercam Banco S.A., Institución de Banca Múltiple, y Vector Casa de Bolsa, S.A. de C.V.

De acuerdo con fuentes de inteligencia financiera del gobierno de Estados Unidos, Alfonso Romo, desde su posición de Jefe de la Oficina de la Presidencia de López Obrador y dueño de las citadas tres instituciones financieras, también las utilizó para blanquear activos de la red de huachicol.

Alfonso Romo es mencionado en investigaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como un facilitador para que la red de huachicol fiscal, que fue protegida desde Marina y Gobernación, pudiera tener acceso a servicios financieros necesarios para renta de buques, trenes, pago de fianzas y cuentas de depósitos internacionales.

Dentro de ese entramado destacan los movimientos financieros que al menos una tía y la madre de la senadora Olga Sosa Ruiz realizaron con recursos cuyo origen no está plenamente identificado, pero que apunta a la posibilidad de que provengan del huachicol.

De acuerdo con dos facturas emitidas por Vector Casa de Bolsa, S.A. de C.V., en mayo del 2022 la tía de la senadora Olga Sosa, la señora María Lorena Ruíz Garza habría cambiado 1.5 millones de dólares, que se convirtieron en 30 millones 727 mil 500 pesos.

Un mes después, en junio del 2022, la madre de la senadora Olga Sosa Ruiz, la señora Olga Patricia Ruiz Garza, cambió otros 1.5 millones de dólares que se convirtieron en 30 millones 555 mil pesos, según el tipo de cambio de aquella fecha.

Una relación muy extraña

Se ha establecido que ni la tía ni la madre de la senadora Olga Sosa Ruiz mantienen una actividad empresarial o económica como para manejar estos flujos de dinero, muchos menos en dólares, por lo que la Fiscalía General de la República mantiene una carpeta abierta sobre el origen de esos recursos.

Lo que también se encuentra establecido, al menos dentro de una tarjeta informativa que le fue elaborada al fiscal Alejandro Gertz Manero, es la relación que la senadora Olga Sosa Ruz mantuvo con Sergio Carmona, “El Rey del Huachicol”, el que con base en una red criminal de robo de combustible financió a diversos candidatos de Morena.

Sergio Carmona, se encuentra claramente establecido, financió caprichos políticos de la que después alcanzaría la candidatura al Senado de la República, Olga Sosa Ruiz. Desde el Senado Olga Sosa fue parte fundamental para que el imperio criminal dejado por Sergio Carmona fuera la base de apoyo económico de la dirigencia nacional de Morena, encabezada entonces por Mario Delgado.

El acercamiento de Sergio Carmona con Morena, no solo fue para financiar candidaturas, también fue para arrebatarle la red de huachicol y convertir el negocio de robo de combustible a escala industrial, con protección institucional.

Un extraño asesinato

Sergio Carmona, “El Rey del Huachicol”, fue asesinado en Nuevo León en noviembre del 2021, justo cuando Hernán Bermúdez, líder del Cártel de la Barredora y secretario de Seguridad Pública en Tabasco había tomado parte del control de la red de huachicol de Carmona.

Hernán Bermúdez pudo tener acceso a la red de Huachicol de Sergio Carmona gracia al empoderamiento que logró con la llegada de Adán Augusto López Hernández a la Secretaría de Gobernación, lo que ocurrió solo tres meses antes del asesinato de Sergio Carmona.

A la muerte de Sergio Carmona, cuando la red de huachicol pasó al control de Hernán Bermúdez, el hombre fuerte de Adán Augusto López Hernández -que contó con la protección de los hermanos el vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y el contraalmirante Fernando Farías Lagunas, sobrinos del almirante entonces titular de Marina, Rafael Ojeda Durán-, parte de la fortuna del asesinado “Rey del Huachicol”, pasó a manos de la senadora Olga Sosa.

A partir de allí, la senadora Olga Sosa puso al servicio de Morena parte de la fortuna extraída de las arcas de la red de huachicol de Sergio Carmona. Una parte de esa fortuna se destinó a financiar las candidaturas que eran avaladas desde la presidencia de la República, con el aval del entonces secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández.

La red en la mira

Con base en las pesquisas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se ha establecido que al finado Sergio Carmona se le arrebató el negocio criminal que representaba la red de huachicol. Ese robo fue posible a la extraña mediación de Olga Sosa Ruiz, la estaba en medio de Sergio Carmona y un grupo de funcionarios federales.

El apropiamiento de la criminal red de huachicol, que se expandió a gran escala, fue posible -según las investigaciones del gobierno norteamericano- a la acción concertada de la Senadora Olga Sosa, del Senador Adán Augusto López Hernández, el actual secretario de Educación, Mario Delgado; el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez; el ex jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y el ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán.

Cuando el negocio de extraer combustible de los ductos de Pemex pasó a manos de funcionarios federales, fue cuando se pensó en grande: se cambió rascar tubos por extraer petróleo crudo de las refinerías de Veracruz, Guanajuato y Tamaulipas, así como de los almacenes de Tabasco.

El crudo, a través de buques y trenes se mandaba a Texas. Se exportaba como material de desecho para evitar impuestos. Una vez refinado se devolvía en forma de diversos combustibles y de declaraba en aduanas como material de desecho para seguir evadiendo los impuestos.

El combustible de la red de huachicol, a través de diversas empresas fantasma, se distribuía a un grupo de más de 500 gasolineras de los estados de Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, San Luis Potosí, Querétaro, Ciudad de México, Veracruz, Tabasco y Puebla. La misma red que atendía Sergio Carmona cuando era solo un pequeño huachicolero.