En Chihuahua, el apocalipsis de la sequía

Por. J. Jesús Lemus

En Chihuahua, la realidad que se vive con el abasto del agua no es distinta de la que se observa en Guerrero. Aquí los principales acuíferos que suministran a la capital del estado, el Sauz-Encinillas, el Tabalaopa-Aldama y el Chihuahua-Sacramento, se han comenzado a agotar, por lo que la mayor parte de la población urbana solo tienen acceso al suministro por tandeo, al registrarse un déficit de más de 4 millones de metros cúbicos al año.

De tal magnitud es el déficit de agua en la capital de Chihuahua, que a la fecha de 362 colonias con las que cuenta la ciudad 70 de ellas no tienen suministro a través de la red municipal, lo que significa que casi un 20 por ciento de los habitantes de la capital del estado están vedados del servicio, el que solo se atiende mediante pipas que son pagadas por los propios usuarios.

La falta de voluntad política para atender el desabasto de agua que padecen miles en la capital de Chihuahua se observa claramente, si se considera que sólo con el líquido que allí utilizan las empresas Fomento Agropecuario Tabaloapa S.P.R. de R.L. de C.V., y Papelera de Chihuahua S.A. de C.V., que es de 3 millones 730 mil 752 y Un Millón 897 mil 926 metros cúbicos al año, bien se podría atender las carencias que a la fecha tienen más de 250 mil habitantes de esa ciudad.

La desigual distribución del agua en la ciudad de Chihuahua también se expone en las cifras públicas de la CNA, donde se señala que frente a los 20 millones de metros cúbicos de agua que al año dispone el sistema de agua potable de la ciudad, existen concesiones que otorgan más de 24 millones de metros cúbicos a la planta industrial y agroalimentaria, donde resalta el hecho de que solo 43 empresas hacen uso de 12 millones 556 mil 327 metros cúbicos de agua al año.

Las empresas, se acaban el agua

Entre las empresas que de manera extraña han logrado permisos de la federación para la extracción de agua en esta zona de escasez, se encuentran el Grupo Industria Mercantil San Antonio S. de R.L. de C.V., que consume 660 mil metros cúbicos de agua al año, Agroindustrias San Armando S.A. de C.V., que extrae 228 mil metros cúbicos y Bebidas Mundiales, S.A. de C.V., con un poder de consumo de 440 mil metros cúbicos de agua por año, que en suma representan toda el agua que pueden dar sustento a una población de 60 mil habitantes.

En la lista de grandes extractoras de agua que se registra en Chihuahua, también se encuentran las empresas Cementos de Chihuahua S.A. de C.V., Comisión Federal de Electricidad, Componentes John Deere S.A. de C.V., Delphi Sistemas de Energía S.A. de C.V., Empacadora Prieto S. A. de C.V., Ferrocarril Mexicano S.A. de C.V., Fomentadora Urbana Metropolitana S. de R.L. de C.V., Fomento Agropecuario del Norte S.P.R. de R.L. de C.V., y Ford Motor Company, que en suma extraen 2 Millones 427 mil 094 metros cúbicos de agua al año.

Esa capacidad de extracción de agua de las citadas empresas es la que ya hizo que al menos 20 familias, de las casi 130 que conforman las colonias Porvenir Primera, Segunda y Tercera Sección y Nuevo Triunfo, ubicadas al norte de la ciudad, hayan decidido abandonar el lugar debido a la falta de agua, a la que solo tienen acceso en los escasos periodos de lluvia, que es cuando corre por el arroyo que pasa por el lugar.

Hacia el sur de la ciudad de Chihuahua se ubican las colonias Vista Cerro Grande, Toribio Ortega, Granjas Cerro Grande, Luis Donaldo Colosio y Valle de la Madrid, en donde en los últimos dos años han sido 36 las familias que decidieron dejar sus viviendas ante la escases de agua que se genera por el consumo centralizado que han hecho las empresas Granjas del Perico S.P.R. de R.L., Grupo FM Hermanos S. de P.R. de R.L. de C.V., y Grupo Industrial Las Américas A.C., que consumen más de 760 mil 929 metros cúbicos de agua al año.

La población, ahogándose en la sequía

Otras colonias con carencia extrema de agua en la ciudad de Chihuahua son la División del Norte III, Alfredo Chávez, Tres de Mayo, David Alfaro Siqueiros, Lealtad Primera y Segunda Sección, Peña Blanca y el sur de la colonia Cerro de la Cruz, donde si bien es cierto no se han registrado eventos de desplazamientos, pero si se ha registrado otro fenómeno: algunos vecinos han tenido que perforar los ductos de suministro de agua que rueda hacia fraccionamientos de la clase social media y alta, para poder tener el líquido indispensable para sus actividades diarias.

El robo del agua al que han sido empujados algunos vecinos de las colonias periféricas de la ciudad de Chihuahua, es producto de un robo mayor que hacen las empresas, pues compañías como Harinas de Chihuahua S.A. de C.V., Huertas Nueces La Bonita S.P.R. de R.L. de C.V., e Industrial Minera de México S.A. de C.V, que en conjunto extraen Un Millón 248 mil metros cúbicos de agua al año, han agotado la posibilidad de permisos por parte de la CNA para la perforación de nuevos pozos para el suministro de agua a las colonias marginadas.

Y se supone un robo el acopio de agua para fines industriales, toda vez que no existe claridad en la reglamentación oficial para la entrega de concesiones para el uso del agua, siendo que aun cuando existen peticiones de vecinos que llevan decenas de años buscando un permiso de la CNA para abastecer sus colonias, la federación prefiere atender las solicitudes de las empresas, las que en promedio tardan menos de seis meses en ser resueltas.

Así por ejemplo, siguiendo con el caso de Chihuahua, mientras los vecinos de las colonias El Provenir han gestionado desde hace 14 años un pozo de suministro, la CNA no ha dado aún ninguna respuesta, sin embargo en menos de cinco meses se resolvió el permiso de uso de agua que presentó la empresa Internacional de Cerámica S.A. de C.V., la que fue beneficiada con un volumen de 31 mil 996 metros cúbicos de agua.

Lo mismo pasó con la petición de la empresa Manufacturas Vitromex S.A. de C.V., la que en solo tres meses se hizo del suministro de 173 mil 016 metros cúbicos de agua al año, mientras que los vecinos de la zona sur de la colonia Cerro de la Cruz llevan más de 15 años promoviendo una solicitud –vía el gobierno municipal- para que la federación otorgue el permiso de un pozo de suministro.

Otras empresas que en Chihuahua también por la vía del fast track, en periodos récord de menos de dos meses han obtenido permisos federales para el uso de agua son Kelsey Hayes de Chihuahua S.A. de C.V., que actualmente se beneficia con 33 mil 979 metros cúbicos de agua al año, Materiales Industriales de Chihuahua S.A. de C.V. que extrae 102 mil 263 metros cúbicos, Mexalit Industrial S.A. de C.V. que succiona 48 mil metros cúbicos por año, y Molinos Azteca de Chihuahua que usa 408 mil 140 metros cúbicos de agua al año.

Gestiones sin resultado

La sordera del gobierno federal a los reclamos de agua no es exclusiva para la población marginada, también los organismos municipales operadores de agua de la mayoría de los municipios de Chihuahua se han tenido que enfrentar a este problema; gobiernos como los de Allende, Bacoyna, Carichi, Camargo, Chinipas, Delicias, López, Madera, Santa Isabel, Saucillo, Satevo, Temosachic y Uruachi, gestionan desde hace más de 20 años permisos para la perforación de nuevos pozos de abasto a la población, pero la CNA no ha dado respuesta a las solicitudes.

Sin embargo, la burocracia de la CNA, de manera extraña ha respondido diligentemente a las peticiones presentadas por las firmas Pasteurizadora de los Productores de Leche S.A., Promotora de la Industria Chihuahuense, Proyectos Industriales Carne Mart S.A. de C.V., Rexcel S.A. de C.V., Ronsi S.A. de C.V., Ciénega de los Padres Francisco Villa S.P.R., Santa Maria del Mirador S.P.R. de R.L. de C.V., Sigma Alimentos S.A. de C.V., y Villarcayo S.P.R. de R.L. de C.V., que en conjunto cuentan con permisos para utilizar 3 millones 629 mil 984 metros cúbicos de agua al año.

Otros puntos del estado que manifiestan la situación extrema, no solo por la disputa del agua sino por el agotamiento de las fuentes, son los municipios de Cuauhtémoc, Riva Palacio, Namiquipa, Cusihuiriachi, Ascención, Buenaventura, Nuevo Casas Grandes, Janos, Villa Ahumada, Ojinaga, Aldama y Camargo, donde un grupo poblacional especifico es actor y víctima del desabasto: los menonitas.

A esta comunidad migrante holandesa que comenzó a asentarse en el estado de Chihuahua hacia finales de 1922, se le puede colocar en cualquiera de los dos extremos del problema del agua, pues mientras que por un lado son parte del sector económico voraz que ha llevado a la extinción del recurso, también son víctimas de desplazamiento a causa de la falta de agua.

La intensa actividad agroalimentaria que realizan los menonitas, la que oficialmente se reconoce positiva por parte del gobierno Chihuahua, al atribuirles el aporte anual de más de 400 mil toneladas de maíz a la oferta nacional, además de ser reconocido como el principal grupo productivo en la industrialización de la leche, no ha sido fortuito: han alcanzado ese nivel productivo gracias al uso privilegiado del agua que les ha otorgado el gobierno federal en los últimos años.

Las cifras hablan por sí solas. Mientras que en Cuauhtémoc los más de 169 mil habitantes tienen que subsistir con un abasto promedio anual de agua estimado en 21 millones 500 metros cúbicos que se genera en 54 pozos, los que alcanzan para satisfacer plenamente a dos terceras partes de esa población y dejan a casi 12 mil habitantes sin el suministro, los menonitas disponen de al menos 3 mil 200 pozos que aportan casi 122 millones de metros cúbicos de agua al año, considerando que este grupo poblacional en esta localidad no supera los 32 mil habitantes.

Igual sucede en el municipio de Namiquipa, donde los menonitas constituyen una población de apenas 10 mil habitantes, pero tienen acceso a un volumen de agua que supera los 11 millones de metros cúbicos al año, mientras que los 23 mil pobladores de Namiquipa, de los que casi el 18 por ciento no cuentan con servicio de agua potable en sus domicilios, se tienen que abastecer con menos de 5 millones de metros cúbicos de agua a año; en Cusihuiriachi, los menonitas que se cuantifican en menos de 5 mil habitantes, tienen concesiones para sus actividades de producción agroalimentaria por el orden de los 4 millones de metros cúbicos, mientras que los casi 6 mil habitantes de esa localidad se abastecen con solo 2 millones de metros cúbicos de agua por año.

El caso se repite en los municipios de Ascención, Buenaventura, Nuevo Casas Grandes, Janos, Villa Ahumada, Ojinaga, Aldama, Riva Palacio y Camargo, donde en conjunto la distribución percápita entre la comunidad menonita es de 760 metros cúbicos de agua al año, mientras que la otra población que tienen acceso al suministro en sus domicilio, apenas alcanzan una proporción de 166 metros cúbicos por año; en la suma de estas localidades son más de 14 mil pobladores los que no tienen la posibilidad de tener agua en sus viviendas.

Se matan por el agua

Por eso se ha dado una silenciosa confrontación entre los habitantes de estos municipios y los miembros de la comunidad menonita, en donde las disputas por el agua han llegado no solo a los tribunales sino que también han generado confrontaciones violentas, como la registrada en el municipio de Riva Palacio el 22 de octubre del 2017, cuando tres miembros de la comunidad menonita, que se caracteriza por su pacifismo como forma de vida, fueron ejecutados al negarse a la posibilidad de disminuir el uso de agua en sus campos agrícolas.

Antes, el 12 de septiembre del 2017, en la comunidad de El Negro del municipio de Cuauhtémoc, otros tres miembros de la comunidad menonita fueron asesinados en lo que pareció ser una venganza de algunos vecinos de ese lugar que en repetidas ocasiones habían solicitado una parte del suministro del agua para atender sus necesidades de abasto, lo que no fue atendido por los dueños de los campos agrícolas.

Otra reacción de violencia contra los menonitas, ligada aparentemente con la disputa por el uso del agua y que ocurrió apenas el pasado 26 de julio del 2018, fue el asesinato del empresario Pedro Teichroeb Heinrichs, quien habría sido una víctima de la ira de un grupo de pobladores de Cuauhtémoc afectados por el desabasto del agua; el asesinato fue clasificado por la autoridad ministerial como de odio, fincado en la negativa de la comunidad menonita para compartir con el resto de la población el agua de la que se ha apropiado.

La forma en la que se ha apropiado la comunidad menonita del agua en Chihuahua deja muchas dudas, pues mientras la CNA mantiene detenidas una decena de peticiones de perforación de pozos para el suministro a la población, a este grupo social se le ha otorgado “a manos llenas” cada solicitud presentada ante la dependencia federal para atender el abasto de sus actividades económicas.