Por corrupción, cae popularidad de Sheinbaum; este es el Top Ten de los políticos más corruptos

Por. J. Jesús Lemus

Es la corrupción que no cesa, no solo el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, lo que ha cimbrado las estructuras del Segundo Piso de la Cuarta Transformación. El asesinato de Manzo solo es un eco, una resonancia social de la inconformidad que se siente entre la población ante los nulos resultados del gobierno de Claudia Sheinbaum para combatir la corrupción.

Los altos grados de corrupción en la clase política que dice combatir la corrupción, es lo que ha hecho que se tambalé la estructura del gobierno de Claudia Sheinbaum, la que parece no entender la lectura de las manifestaciones sociales. Ella insiste no solo en no romper con el pasado presidente, sino continuar protegiendo a los corruptos.

Los altos índices de popularidad de la presidenta Sheinbaum, que rayan en los mismos niveles de Andrés Manuel, solo contrastan con el sentimiento de abandono de la gente de a pie, que observa como la clase corrupta mexicana se mantiene en el poder y tienen el descaro de decir que están combatiendo la pobreza.

De acuerdo con la encuestadora Mitofsky, a principios del 2025 los índices de popularidad jamás vistos en una figura presidencial se concentran en un 80 por ciento a favor de Claudia Sheinbaum, igual que en el expresidente López. Pero al casi al cierre de este 2025, la popularidad de las cabezas de la 4T ha venido en decremento. La caída, dependiendo de la encuestadora puede variar entre 10 a 15 puntos.

¿Qué es lo que ha hecho que la popularidad de Sheinbaum amenace con caer más al inicio del 2026?  Solo hay una respuesta: la permanencia dentro del gobierno de la Cuarta Transformación de un grupo de funcionarios oscuros, cuyo signo administrativo ha sido la corrupción y el uso del poder público para fines personales, tal como se estilaba en el periodo neoliberal del que la 4T intenta alejar a la nación.

Este es el Top Ten de los funcionarios que llegaron a la 4T y cuya praxis ahora amenaza no solo con hacer caer más la popularidad Claudia Sheinbaum, sino también trastocar el proyecto de Transformación, porque se olvidaron atender la instrucción de honestidad, pero sobre todo olvidaron servir al pueblo.

La lista de los funcionarios que por su corrupción han traicionado al presidente y al pueblo que creyó en la Cuarta Transformación, bien pudiera iniciar con el senador chiapaneco Oscar Eduardo Ramírez Aguilar, quien recientemente fue exhibido por haber comprado un penthouse con un precio de 22 millones de pesos.

El exlíder de la fracción de Morena en el Senado pretende verle la cara a los mexicanos, queriendo hacer creer que el lujoso departamento en Polanco no fue comprado por él, sino que fue adquirido por un campesino de la comunidad de La Trinitaria, una de las zonas más pobres de México, quien al parecer le renta la lujosa habitación.

El director del IMSS, Zoé Robledo Aburto también se encuentra dentro de la lista de los funcionarios más corruptos de la 4T. Solo por citar alguna de sus tropelías, hay que recordar que Zoé Robledo entregó al menos un contrato por adjudicación directa a una empresa de medios informativos – Medios de Comunicación y Publicidad S.A. de C.V.- propiedad su hermano Gabino Robledo Aburto. El monto fue por 287 millones pesos, para que hiciera solo monitoreo de información.

El extitular de Pemex y actual director de Infonavit, Octavio Romero Oropeza, también entra en el Top Ten. Son muchos sus señalamientos pero basta la oscura relación que mantiene con la empresa Baker Hughes, a la que se le benefició con contratos oscuros por la cantidad de 194 millones de dólares. A ello se suma la falta de inversión en mantenimiento en plataformas petroleras, que han generado accidente y muertes de trabajadores.

La misma presidenta de la República Claudia Sheinbaum también entra en la lista de los más corruptos de la 4T. El caso por antonomasia es el accidente de la Línea 12 del Metro, el que ocurrió en el periodo de gobierno de Sheinbaum en la CDMX, un caso que se sepultó en el burocratismo y que a la fecha no ha llevado a ningún responsable a la cárcel. Ella solo se enoja cuando ocasionalmente algún periodista la quiere cuestionar sobre el tema.

Uno de los más corruptos de la 4T, y que goza del más alto nivel de descredito entre la población, es el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero, el que solo basta con recordar la forma corrupta como quiso encarcelar a su cuñada Laura Morán y a la hija de esta, Alejandra Cuevas, a las que acusó falsa y dolosamente por la muerte de Federico Gertz Manero.

En este caso el Fiscal Alejandro Gertz Manero extorsionó a la familia Castillo Cuevas, a la que le cobró un cheque por 3.5 millones de pesos, a cambio de no levantar cargos impunes en contra de otro miembros de su familia política. También existe evidencia de la relación de Gertz Manero con Julio Scherer Ibarra para extorsionar a empresarios con problemas legales.

Manuel Bartlett Díaz, el exdirector de la Comisión Federal de Electricidad, es otro de los grandes corruptos de la 4T. A este funcionario se la ha acusado por el desvió de más de 600 millones de pesos y la inexplicable adquisición de 25 propiedades inmobiliarias, además de permitir que su hijo recibiera contratos directos del IMSS para vender equipo médico a sobrecosto. A pesar de ello no existe ni siquiera una sanción en la Secretaría de la Función Pública, muchos menos una investigación judicial.

Ana Gabriela Guevara, la extitular de la Comisión Nacional del Deporte, es señalada por investigaciones periodistas por actos de corrupción dentro de la Conade, en donde se refiere que es al menos coparticipe en el desvío de más de 30 millones de pesos que fueron parte de los fondos para el empuje de nobeles deportistas.

Jesús Ramírez Cuevas, el extitular de Comunicación Social y ahora jefe de asesores de la Presidencia, también se encuentra dentro del grupo de funcionarios que han hecho que la gente deje de creer en la Cuarta Transformación, eso debido a la forma en que financia las campañas de golpeteo y desprestigio en contra los que él considera son enemigos de la 4T. El uso faccioso de La Conferencia Mañanera es nada frente a sus campañas negras para desacreditar a los actores sociales de su preferencia.

El exdirector de Segalmex, Ignacio Ovalle Fernández, es el responsable del mayor quebranto económico por corrupción registrado dentro de la 4T. Este funcionario que estuvo en el gabinete de Carlos Salinas, desvío por lo menos 11 mil millones de pesos, de las arcas oficiales dentro de un esquema de corrupción en donde ni siquiera ha sido mencionado en las carpetas de investigación iniciadas por la FGR.

Y finalmente la extitular de la Secretaría de Energía, y hoy gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, que es señalada de inflar los costos de construcción de la planta refinadora de hidrocarburos de Dos Bocas, Tabasco, la que tenía un costo inicial de 8 mil millones de pesos, pero que ahora ya lleva una inversión de más de 14 mil millones de pesos.

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