El Mayo fue secuestrado… y la FGR puede solictarlo en repatriación

Por. J. Jesús Lemus/La Opinión de México

Por fin quedó establecido, y ello ha dejado más dudas que respuestas, sobre la forma en que se dio la entrega de Ismael Zambada García al gobierno norteamericano: Joaquín Guzmán López, el hijo de “El Chapo”, dijo que él lo traicionó, lo secuestró y lo llevó ante la justicia del gobierno norteamericano.

Razones hay muchas que pudieron mover a Joaquín Guzmán López para secuestrar al antiguo socio de su padre, pero la principal y más poderosa es la que salta a la vista: “El Mayo” siempre representó un pase de negociación inigualable con el gobierno de Estados Unidos. 

Aun cuando el gobierno norteamericano diga que “Estados Unidos no solicitó, indujo, sancionó, aprobó, ni dio su visto bueno” sobre el secuestro, esa acción le ha beneficiado de sobremanera, sobre todo para llevar una buena relación con el gobierno mexicano, que no deja de ser importante para los estadunidenses.

Joaquín Guzmán López, “El Güero Prieto”, no tenía por qué decir que él había secuestrado a “El Mayo”. Eso en nada le beneficiaba ni le afectaba. Eso es intrascendente frente a la situación legal en que se encuentra. No le quita ni le aumenta méritos ante la justicia norteamericana.

Sin embargo, el que Guzmán López se haya responsabilizado del secuestro de “El Mayo”, eso le quita un gran peso al gobierno norteamericano, el que de esa forma demuestra ante el gobierno mexicano que nunca hubo una acción fortuita de invasión a suelo mexicano para ir a por la captura de “El Mayo” Zambada, uno de los delincuentes del narcotráfico más deseado por la justicia de EUA.

La culpabilidad de Joaquín Guzmán López, en el caso del Mayo, es muy conveniente para el gobierno norteamericano. También abre la puerta para que, sin trastocar las leyes de Estados Unidos, el gobierno estadunidense pueda entregar a Ismael Zambada García a la justicia mexicana, tal como lo ha reclamado el gobierno de la Cuarta Transformación, a través de la FGR.

La razón por la que el gobierno de México quiere a Ismael Zambada García de regreso, en suelo mexicano, es porque quiere un control de daños: no se quiere permitir el riesgo de que “El Mayo”, el día de mañana, en reclamo de mejoras dentro de prisión, se vea en la necesidad de contar -ante un fiscal de Estados Unidos- cómo fue el financiamiento del Cártel de Sinaloa a la campaña de Andrés Manuel López Obrador.

Con la autoincriminación del secuestro de “El Mayo” Zambada, Joaquín Guzmán López le hace un guiño al gobierno mexicano, como parte de esa sociedad que ya eran desde antes de ser gobierno Morena y el Cártel de Sinaloa, y se abre la posibilidad de que el gobierno de la 4T pueda tener control sobre la narrativa de “El Mayo”, para que nunca se sepa oficialmente en Estados Unidos, como se hermanaron cártel y gobierno.

La sola posibilidad de que “El Mayo” pronto se encuentre de regreso a suelo mexicano, gracias a la declaración de “El Chapito”, muchos políticos, como Rubén Rocha, Alfonso Durazo, Mario Delgado, Rosa Icela Rodríguez, y la misma Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Andrés Manuel López Obrador, ya podrán dormir tranquilos.

Sin embargo, frente a esa realidad salta la duda. La versión del secuestro del Mayo Zambada, que se nota una versión implantada en la declaración de Joaquín Guzmán López, obliga a cuadrar la escena del 25 de julio del 2024, cuando en Culiacán, Sinaloa, fue sustraído “El Mayo” Zambada.

En aquella reunión estaba también presente el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, el que pudo haber citado al Mayo a aquella reunión. Ismael Zambada, en ese caso hipotético, fue inocente a la reunión bajo el argumento de la cita, para que arreglara diferencias políticas entre Rubén Rocha y su enemigo político, hijo también de “El Mayo”, el exdiputado Melesio Cuén.

En esa hipótesis si cabe la posibilidad del asesinato de Melesio Cuén, a manos de los sicarios de Joaquín Guzmán López, quienes habrían confundido con sicarios de “El Mayo” al propio Melesio y sus dos escoltas. Allí también cabe la posibilidad de que los sicarios de “El Chapito”, superiores en número, habrían eliminado a un escolta del Gobernador Rubén Rocha y a los dos escoltas de “El Mayo”.

Bajo la hipótesis de que “El Chapito” Joaquín Guzmán López secuestró a “El Mayo”, se fortalece la posibilidad de que Ismael Zambada fue a una reunión casi de rutina, convocada por el gobernador Rubén Rocha, para revisar asuntos políticos de Morena en Sinaloa, reunión que informó a sus amigos de la DEA, con los que “El Mayo” venía sosteniendo negociaciones para entregarse, pero esa entrega no sería en ese momento.

Como quiera que sea, la versión de “El Chapito” de que él secuestró a “El Mayo”, resulta muy conveniente para todos, pero más para el gobierno de la Cuarta Transformación que ahora tiene la certeza del regreso de “El Mayo” a México, y con ello la seguridad de que en Estados Unidos no tendrán esa fuente para saber hasta donde fue la sociedad entre Morena y el Cártel de Sinaloa.