Por. J. Jesús Lemus/La Opinión de México
El asesinato de Oscar Noé Medina González, “El Panu”, el jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, más que apuntar al debilitamiento de la estructura directiva y delictiva del Cártel de Los Chapitos, revela que ese grupo sigue contando con la protección del gobierno federal.
La presencia de “El Panu” en la Ciudad de México, en donde fue asesinado, indica que en la capital del país también estaría radicando Iván Archivaldo Guzmán Salazar, dado que, como su jefe de seguridad y bajo las normas mínimas de protección, Oscar Noé Medina González, no podría estar distante de su protegido.
La capital del país es una ciudad que ya en otras ocasiones ha sido utilizada por los hijos de “El Chapo” Guzmán como santuario de descanso o lugar de protección y escape de la guerra que se vive en Sinaloa.
Existe evidencia de que el mismo Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, allí estuvo radicando un tiempo, luego del llamado Culiacanazo, cuando fue puesto en libertad -por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador- tras ser detenido por fuerzas federales.
En esta ocasión, la historia podría ser igual. Iván Archivaldo Guzmán Salazar, podría haber estado radicando en la ciudad de México, en donde su presencia pudo haber pasado inadvertida, máxime si su lugar de residencia se ubicaba en una de las zonas más exclusivas como suele ser en esos casos.
Tras el asesinato de Oscar Noé Medina González, “El Panu”, el jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, se supo que este narcotraficante tenía su domicilio en una residencial en la zona de Interlomas, que podría haber sido el mismo domicilio de Iván Archivaldo.
El asesinato
A Oscar Noé Medina González, “El Panu”, lo asesinaron de 12 balazos calibre .9 milímetros el pasado domingo. El hecho sucedió después de las 21.00 horas, en las instalaciones del restaurante Luau de comida china, en donde “El Panu” se encontraba con su esposa, sus hijos, su mamá y una persona no identificada.
De acuerdo con los reportes policiales, hasta el lugar de los hechos llegó un hombre, vestido de negro, con cubrebocas, que sin mediar palabra le descargó la pistola, impactando todos los disparos en la humanidad de “El Panu”, quien murió en el lugar de los hechos, con percusiones de bala en el estómago, en el pecho, en la cabeza, en la cara, en las manos y los pies.
El asesinato de Oscar Noé Medina González, pese a que este era el tercer hombre más poderoso dentro del Cártel de Los Chapitos, no debilita la estructura criminal de ese brazo escindido del Cártel de Sinaloa. Su lugar como jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, fue ocupado por unas horas por Alfredo Lindoro Navidad, quien fue detenido junto con su padre.
Alfredo Lindoro Navidad es cuñado de Iván Archivaldo Guzmán Salazar. Recordemos que la pareja de Iván Archivaldo es Zulema Aracely Lindoro Navidad, la que también es hija de Mario Lindoro Elénes, líder de una fracción de Los Chapitos y primo político de Rafael Caro Quintero.
¿Quién era el Panu?
Oscar Noé Medina González, “El Panu”, era el tercer hombre de importancia dentro del Cártel de Los Chapitos. Su valor criminal radicaba en no solo ser el encargado de brindar la seguridad a Iván Archivaldo Guzmán Salazar y en ocasiones a su hermano Jesús Alfredo Guzmán Salazar. Era también una parte fundamental en la estructura financiera del cártel.
El peso específico dentro del Cártel de Los Chapitos, de Oscar Noé Medina González, “El Panu”, era porque también tenía como principal función mantener la operatividad de la red de laboratorios de producción de fentanilo. Él era el encargado de la producción de esa droga y responsable de la comercialización del fentanilo en Estados Unidos.
Al “Panu” se le atribuye la responsabilidad de haber confeccionado la fórmula para la producción de fentanilo, llevando a cabo una serie de prácticas de error y ensayo en personas de la calle que sirvieron como conejillos de india, hasta obtener el equilibrio exacto de los percusores químicos derivados en la citada droga sintética.
Por lo mismo, “El Panu”, fue pieza clave en las negociaciones de la alianza de Los Chapitos con el Cártel Jalisco Nueva Generación, siendo el ideólogo de entregar -al cártel de Nemesio Oseguera- 60 laboratorios de fabricación de fentanilo a cambio de hombres, armas y pertrechos para enfrentar la guerra contra Los Mayos, liderados por Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco”.
Oscar Noé Medina González, “El Panu”, tras ser pieza fundamental en la estructura financiera y de producción de fentanilo de Los Chapitos, se convirtió en el hombre encargado de la seguridad de Iván Archivaldo Guzmán, tras la anulación de los anteriores jefes de seguridad de la cúpula de ese cártel
Tras la anulación de Néstor Isidro Pérez, “El Nini”, Martín Zazueta Pérez, “El Piyi”, y Humberto Figueroa Benítez, “La Perris”, fue cuando Oscar Noé Medina González decidió asumir la responsabilidad de seguridad de Iván Archivaldo y ocasionalmente de Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
Por fuentes dentro Cártel de Sinaloa se sabe que Oscar Noé Medina González, “El Panu”, desde que asumió la responsabilidad de la seguridad de Iván Archivaldo, nunca dejaba solo a su protegido ni se mantenía distante de él, lo más que se separaba era a una distancia que se pudiera salvar en menos de cinco minutos.
¿Los protege el gobierno federal?
El asesinato de “El Panu” ha puesto en evidencia la posibilidad de que los hermanos Guzmán Salazar, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, estén protegidos por el gobierno federal o al menos por la secretaría de seguridad pública del gobierno de la Ciudad de México.
Esa es la única forma en la que se puede explicar que el jefe de seguridad de Los Chapitos se ubique en la ciudad de México. Solo con protección oficial “El Panu” pudo haber sentido la confianza de moverse solo en la Ciudad de México sin ningún tipo de seguridad.
El lugar en donde fue asesinado “El Panu” se encuentra a unos cuantos metros de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, lo que pudo haber dado confianza a la víctima para acudir a una cena en familia, sin escoltas ni armas.
A Oscar Noé Medina González, “El Panu”, el gobierno federal lo buscaba por ser considerado un objetivo prioritario, generador de violencia. También el gobierno de Estados Unidos daba una recompensa de 4 millones de dólares por informes que lo permitieran detener.
Sin embargo, fue un sicario de medio pelo el que superó a los servicios de inteligencia de Estados Unidos y México. Un sicario fue el que pudo ubicar al “Panu” en el lugar en donde le dio muerte, desde donde -se debe agregar- el sicario huyó sin mayor problema, caminando por una de las principales avenidas de la capital del país.
—oooOOOooo—
