Alertan por retos malignos para los jóvenes en internet

Los padres de familia deben estar atentos a las conductas de los menores de edad para evitar que caigan en estos enredos que pueden dañar su salud

El reto de la ballena azul es uno de los más populares en internet.

Los cibernautas, principalmente niños y adolescentes, están expuestos además de los riesgos típicos a los que se enfrenta cualquier persona que entra al ciberespacio, a una serie de retos temerarios y juegos perversos en los que los administradores de diversos grupos públicos y/o privados proponen distintas pruebas que ponen en riesgo su vida e integridad física.

Un ejemplo es el “Desafío de la Ballena Azul”, que constituye en uno de los mejores ejemplos de dichos retos, donde se propone a los participantes -a quienes advierten saber todo de ellos y de sus familias- 50 pruebas, una por día, con la consiga de enviar evidencia de su “avance” y bajo amenaza de matar a la familia del participante, en caso de abandonar el “juego”.

Las ‘pruebas’ para los jóvenes

Dentro de las pruebas identificadas se les pide a los participantes: Autoflagelarse, cortándose manos, muñecas o brazos para dejarse marcas; cortarse la piel trazando la figura de una ballena, ver películas de terror durante todo el día, levantarse a las 4:20 de la mañana y, en el último día, el día 50, como prueba final, deben buscar edificios altos cerca de donde viven y saltar de ellos.

“Este macabro desafío, difundido principalmente a través de la red social Vkontakte (VK) y Facebook, de acuerdo con diversos medios internacionales, pudo ser la causa, durante 2017, del suicidio de al menos 130 adolescentes en Rusia. Tras labores de monitoreo en redes sociales e internet, se detectó por la Policía Cibernética, parte de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, la cual emitió la Alerta Preventiva contra la Ciberdelincuencia No. 47 ‘Desafíos a través de grupos en redes sociales’”, explica el Manual de Seguridad.

Puesto que los retos virales han llegado hasta los niños, como el reto del Blackout o “Reto del Apagón”, es importante considerar algunas de las recomendaciones de prevención de tal Alerta.

Dentro de ellas, el Manual de Seguridad dexplica que para prevenir ser víctima al participar en tales desafíos, se debe considerar:

Comunicación.

Estableciendo un diálogo constante y abierto con los niños y jóvenes, cultivando un vínculo de confianza para que comuniquen sus problemas e inquietudes y, de manera especial, las actividades que desarrollan al estar conectados a internet en cualquier dispositivo, escuchándolos atentamente y tratando de identificar si han estado o se encuentran en situaciones de riesgo.

Educación.

Orientándolos a hacer un uso adecuado, racional y responsable de internet y redes sociales, mostrándoles las formas de navegar y relacionarse de forma segura y advirtiéndoles los riegos a los que se enfrentan, explicándoles, particularmente en el caso de los desafíos, que estas acciones les pueden dejar un daño físico o psicológico permanente e, incluso, ocasionarles la muerte.

Vigilancia.

Monitoreando los sitios que visitan los menores en internet y las personas con las que interactúan, considerando que ahora los espacios digitales constituyen nuevos espacios públicos y, como tales, merecen una serie de cuidados, particulares y especiales, donde una persona puede igual convertirse en víctima o en un victimario, como es el caso del ciberbullying.

Detección.

Observando cambios de conducta en las personas, aislamiento, reserva excesiva al utilizar dispositivos de comunicación, salidas intempestivas de casa o a deshoras, comentarios o pubalicación de imágenes en redes sociales respecto de algún reto o desafío o, bien, detectando en sus cuerpos marcas, cicatrices o lesiones probablemente autoinfligidas.

Intervención y denuncia.

Si se tiene la sospecha o evidencia de que una persona está siendo víctima o participe de algún tipo de juego perverso, lo mejor es buscar ayuda profesional, conservando toda evidencia digital para que, al momento de reportar la situación a las autoridades competentes -policía cibernética-, se pueda lograr una correcta y efectiva intervención.

Los niños y jóvenes victimizados, a través de este tipo de desafíos, son vulnerables debido, en mucho, a la falta de un control adecuado por parte de sus padres en el uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación, amén de que por su corta edad y experiencia sienten una urgente necesidad de aceptación y aprobación social.