Estados Unidos observa con lupa la operación porosa de las aduanas mexicanas

México es el país que mayor riesgo representa a la seguridad interna de los Estados Unidos.

Los decomisos de dinero, armas y drogas ilegales, a la baja.

Por. J. Jesús Lemus

Debido a la porosidad y corrupción en sus aduanas, México es el país que mayor riesgo representa a la seguridad interna de los Estados Unidos. A través de las aduanas mexicanas es por donde ingresa la mayor cantidad de drogas con las que tiene que lidiar el gobierno norteamericano. Lo anterior es referido en el informe “México: Organizaciones de Tráfico de Drogas y Crimen Organizado”, elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso estadunidense.

En dicho informe se refiere una realidad que hasta el momento ha sido omisa para el gobierno mexicano: los principales carteles de las drogas, el de Sinaloa, de Los Zetas, Jalisco Nueva Generación y Caballeros Templarios, son las organizaciones criminales que han logrado corromper a muchos de los funcionarios aduanales para posibilitar el tráfico permanente e ilegal de drogas hacia el norte, principalmente de cocaína y fentanilo.

Aun cuando el problema de porosidad en las aduanas mexicanas se ha reconocido por parte del gobierno norteamericano desde la administración del presidente Enrique Peña Nieto, en el informe referido se señala que el trasiego de drogas a través de las aduanas mexicanas continua en aumento aun en el gobierno del presidente Andrés Manuel López obrador, el que tampoco ha hecho lo suficiente para combatir la corrupción en esos puntos fronterizos.

En el informe sobre organizaciones criminales y tráfico de drogas que elaboró el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, implícitamente se responsabiliza de la permisión al narcotráfico al que fuera Administrador General de Aduanas, Horacio Duarte Olivares, también a Rafael Marín Mollinedo y a los mandos de la Sedena y Semar.

Pese a que desde el 2022 el control de las 50 aduanas mexicanas ha pasado a mano de los mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina, en Estados Unidos no se deja de considerar que a causa de la porosidad aduanal, México sigue siendo la principal ruta de tráfico de drogas que llegan al norte desde Colombia, Perú y Bolivia.

 Sobre este señalamiento el gobierno mexicano no ha manifestado ninguna postura pública, ni se ha deslindado de la acusación. Es más, no siquiera ha podido demostrar en la práctica la eficiencia en el control de sustancias prohibidas, armas o dinero que transitan a través de los puntos fronterizos.

Menos resultados que el Neoliberalismo

En el sexenio del gobierno de Felipe Calderón, según reportes de la Administración General de Aduanas, se logró el decomiso –en diversas aduanas del país- de más de 12 toneladas de drogas diversas que desde México se pretendían introducir a Estados Unidos desde México, así mismo se incautaron cerca de 172 millones de pesos y más de 12 mil armas que se pretendían introducir de Estados Unidos a México.

Durante todo el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, fueron casi 14 toneladas de drogas las que se decomisaron en diversas aduanas, luego que diversas organizaciones criminales buscaron introducirlas a suelo norteamericano. También, en diversos puntos fronterizos, los agentes aduanales incautaron casi 131 millones de pesos y más de 7 mil 500 armas que se pretendieron ingresar ilegalmente a suelo mexicano desde Estados Unidos.

En la Agencia Nacional de Aduanas de México, en el gobierno de la Cuarta Transformación, no existe un informe oficial que refiera sobre los decomisos hechos en las adunas, con relación al tráfico ilegal de armas, drogas y dinero, sin embargo, por datos otorgados a lo largo de las conferencias de prensa de Presidente López Obrador se sabe que:

Entre los mayores “golpes” que hasta el día de hoy ha asestado el titular de aduanas de México al tráfico ilegal de mercancías, destacan el decomiso de casi 2 millones 541 mil pesos y joyas y relojes por casi 300 mil pesos, que fueron detectados en las aduanas de Nuevo Laredo, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y en Tijuana.

En lo que hace al tema de las drogas solo ha logrado el decomiso de 113. 5 kilogramos de clorhidrato de fentanilo, que tenían como destino Estados Unidos, y 95 litros de metanfetamina que iban a Holanda, cargamentos detectados en AICM; también se logró incautar 5 mil 265 frascos con dulces de cannabis, que venían a México provenientes de Arizona, Estados Unidos.

Otros de los “logros” que tiene en su haber la administración de aduanas, es el decomiso de 27 mil cartuchos para armas de fuego de diversos calibres provenientes de Estados Unidos, que fueron detectados –con la ayuda de elementos del Ejército Mexicano- en la aduana de Nogales, Sonora, así como el decomiso de otros 46 mil cartuchos para armas de grueso calibre que fueron ubicados en la aduana de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Hasta allí llegan las acciones de combate al tráfico de mercaderías ilegales, mientras que el gobierno de Estados Unidos ha tenido mayores logros en los puntos aduanales paralelos; solo en los últimos siete meses, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha logrado la incautación de más de mil 500 kilogramos de fentanilo y casi 3 mil kilogramos de cocaína que desde México se pretendían ingresar a suelo norteamericano.

También los logros del ICE, en el combate al tráfico ilegal de dinero y armas, han sido por mucho mayores a los de la administración de aduanas de México. En los últimos siete meses se decomisaron en aduanas norteamericanas por lo menos 26 mil armas de fuego de diversos calibres y más de un millones 163 mil dólares (23 millones de pesos) que pretendían ingresar de Estados Unidos a México.

Aduanas como si no existieran

Mientras que en México las aduanas que mayores resultados han tenido en el combate a mercancías ilegales son las de Tijuana, Nuevo Laredo, Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y de Nogales, las paralelas de Estados Unidos conectadas con las de Matamoros, Reynosa, Camargo, Miguel Alemán, Colombia, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Ciudad Acuña, Ojinaga, Ciudad Juárez, Puerto Palomas, Agua Prieta, Naco, Nogales, San Luis Rio Colorado, Mexicali, Tecate y Tijuana, han registrado grandes decomisos cada una de ellas.

Hasta el día de hoy no existe ningún reporte oficial que documente el decomiso de armas, drogas, dinero o cualquier otra mercancía ilícita en ninguna de las dos aduanas fronterizas del sur. Pareciera que las adunas de Ciudad Hidalgo, en Chiapas, y Subteniente López, en Quintana Roo, no mantienen operación alguna, pese a la constante actividad que se registra con el ingreso de inmigrantes de Centroamérica.

Otras aduanas que en los últimos siete meses al día de hoy no han reportado ningún tipo de decomisos de importancia, a parte de la del AICM, son las otras diez aduanas interiores, que se ubican en Chihuahua, Torreón, Monterrey, Aguascalientes, Guadalajara, Guanajuato, Querétaro, Ciudad de México, Toluca y Puebla, pese a que el tránsito de mercancías y personas es igual de constante que en cualquiera de las aduana del norte y del sur.

Por lo que hace a las 17 aduanas marítimas, las de Ensenada, La Paz, Guaymas, Mazatlán, Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Acapulco, Salina Cruz, Cancún, Puerto Progreso, Ciudad del Carmen, Coatzacoalcos, Puerto de Veracruz, Tuxpan, Tampico y Altamira, tampoco cuentan con algún tipo de  reporte sobre decomisos importantes.

Frente esa pasividad del gobierno mexicano, el gobierno norteamericano ha reconocido que al menos las aduanas de Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Acapulco y Salina Cruz, son los principales puntos de ingreso de precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, que provienen del sureste asiático, y de cocaína que llega de Colombia, Perú y Bolivia, y que tienen como destino principal el mercado de Estados Unidos.