Justicia Gráfica // ¿Justicia para Ana? ¿Con su agresor huyendo a España?

Por. Sofía Pacheco

*El agresor es hijo del Secretario de Salud de Tamaulipas*

*Pretenden dar atole con el dedo a niña parapléjica, por negligencia del anestesiólogo hijo del Secretario de Salud Vicente Joel Hernández Navarro**

¿Justicia para Ana?

Ana es una niña de apenas unos cuantos años de vida, un día jugaba en un parque público de Ciudad Victoria, infortunadamente con el descuido municipal responsable de esas áreas y de la seguridad integral de los usuarios menores de edad, Anita cayó y se fracturó ambas piernitas.

La trasladaron al mejor nosocomio privado de la ciudad -yo diría el más caro- el Hospital La Salle.

Ana fue ingresada al quirófano para operar sus extremidades, un cirujano traumatólogo y un anestesiólogo eran los responsables de la cirugía que dijeron, no duraría más de 3 horas.

Joel Hernández el anestesiólogo de Ana Paola, se retiró del quirófano donde se atendía a Anita porque salió a realizar unas llamadas.

No sé qué pasó por la cabeza de este “doctor” al abandonar a su indefensa paciente ya que con esa cantidad de anestesia que le suministró le ocasionó convulsiones por 15 minutos debido al daño cerebral que la sustancia le provocó.

Ana se fue más de 15 minutos y ninguno de los médicos pidieron ayuda urgente, según relata la familia de la niña

Después se supo que no encontraban al anestesiólogo porque Joel Hernández estaba no solo afuera del quirófano sino del edificio.

Todo hace pensar que esperaron que la niña muriera y por eso no solicitaron apoyo extra urgente, un neurólogo, un internista, sin embargo, Anita sobrevivió para quedar presa en una silla de ruedas con parálisis cerebral severa e irreversible.

 El anestesiólogo es hijo de esa otra eminencia médica tamaulipeca Vicente Joel Hernández Navarro Secretario de Salud Pública en Tamaulipas, ya usted se puede imaginar lo que ocurrió:

¡NADA!

Este -por lo menos- par de años transcurridos desde la tragedia de Ana Paola, Joel Hernández siguió por un tiempo ofreciendo sus servicios como “especialista del dolor” paseaba en su moto de lujo y conducía sus coches de colección, como cualquier junior hijo de la cuatroT, nuevo rico, de cultura muy pobre y moral muy nula.

Hasta que en los últimos meses luego de una visita de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a quien le entregaron el expediente de Ana y gracias a su interés, el proceso judicial en la denuncia por negligencia médica interpuesta por los padres de Ana empezó a avanzar en contra de él y del nosocomio que, por cierto, nunca cerró y desde luego jamás fue cuestionada por el Secretario más paupérrimo, más pequeño y nefasto de esta administración: Vicente Joel Hernández Navarro.

Fíjese usted si la vida da vueltas, que Hernández Navarro pasó de vender “Ozono” para curar enfermedades inexistentes que el mismo diagnosticaba, hasta poder hoy día tener la capacidad de enviar a su descerebrado retoño a España para que rehaga su vida a partir de los escombros de la vida de Ana Paola.

Vicente Joel papá desapareció 300 millones de pesos en el segundo año, – y posiblemente en el primero también – recurso federal que al no invertir iba a regresar, pero este “astuto” Secretario compró equipos médicos fantasmas para abastecer hospitales más fantasmas todavía. Simplemente no los pudo justificar y como siempre el doctor Chaquetín terminó cantinfleando y culpando a sus adversarios de haber filtrado la información junto con la asignación directa de la “empresa” -en realidad es un changarro- que procesó los 300 millones de los artículos que nunca aparecieron o llegaron mohosos, en mal estado.

Entonces si Vicente Joel Hernández Navarro tiene esa capacidad económica ¿Por qué no reparar el daño permanente que su hijo causó? Porque al protegerlo se involucra y genera responsabilidad.

 Cada segundo de irresponsabilidad, de negligencia médica, cada momento de abandono del quirófano fue vídeo grabado, amén de los testigos parciales y totales del terrible hecho.

 Joel Navarro no se fue solo a Barcelona, huyó con su esposa, el hijo de su esposa y sus propios hijos a los que Dios guarde de poner en manos de médicos como él.

España no es un país barato, su vida allá debe estar saliendo muy cara para los Tamaulipecos ¿O de dónde cree usted que costean está vida de lujo y escándalo?

 Hace un par de días el Juzgado Primero de Primera Instancia de lo Civil del Primer Distrito Judicial en Tamaulipas ejecutó un embargo de 2 millones 461 mil 153 pesos en una cuenta del Hospital Victoria La Salle, como parte de un juicio ordinario civil por presunta negligencia contra Ana Paola de 7 años quien quedó cuadripléjica.

De acuerdo con un oficio emitido por Banorte, el embargo fue registrado en la cuenta número 1045957852 a nombre del hospital Victoria La Salle.

A mí no me parece que 2 millones y medio sea justicia para Ana Paola a quien se le acabo la vida como la tenía pensada al nacer completamente sana, hasta que se topó con la mafia de la bata blanca Victorense.

Ayer el doctor Chaquetín protagonizó una discusión tras agredir físicamente al reconocido reportero Osberto Vera, quien encabezó la denuncia pública a favor de la pequeña Ana, en una dura lucha contra el cinismo del Secretario de Salud quien por cierto mantiene con 3 salarios a su negligente anestesiólogo aviador.

¿Pero que esperaba doctor? ¡Claro que le preguntarán por su hijo!

Total, ya usted dijo que ¡tiene un permiso especial para ausentarse de su trabajo en el servicio público de salud!

Es aberrante, asqueroso toda esta tragicomedia tamaulipeca protagonizada por el Secretario de Salud y su familia.

Yo no sé si el mequetrefe junior ya tiene orden de arresto, posiblemente, pero ¿Usted cree que de ser así se la ejecutarán? ¿Y en España?

No hay justicia para Ana.

No habrá justicia que le regrese su futuro.

Pero si hay una cifra que le asegure la comodidad y la atención médica el resto de su vida y los Hernández la tienen -me temo que a costa de los Tamaulipecos- deberían simplemente soltarla.

Nos leemos la próxima vez.