Mil millones de dólares de daño moral, al editar parte de los discursos del senil varón de color anaranjado, la amenaza del desquiciado número 47, inquilino de la casa Blanca, mientras los trabajadores federales viven de prestado.
Gerson Gómez DETONA®
Tendrá poderes extraterritoriales o extrasensoriales para someter a la BBC de Londres, prestigiado informador mundial, incluso en épocas de paz, en la primera y segunda gran guerra dieron los discursos de aliento a los partisanos y a la soldadera escondida.
Imposible olvidar al Rey Jorge, aun tartamudo infundió valor en los momentos de descalabro, Winston Churchill, quien despertaba con un lindo vaso de escoces, leyendo los encabezados de los periódicos, después desayunaba en forma.
Pocas de las letras de Guns and Roses resultan tan acertadas para el momento crucial, en el desembarco de la locura, en las playas de apetitos descoordinados, del anciano belicoso e inseguro.
My hands are tied, The billions shift from side to side, And the wars go on with brainwashed pride, For the love of God and our human rights, And all these things are swept aside, By bloody hands, time can’t deny, And are washed away by your genocide
And history hides the lies of our civil wars.
I don’t need your civil war, It feeds the rich, while it buries the poor, You’re power-hungry, sellin’ soldiers in a human grocery store, Ain’t that fresh?
I don’t need your civil war
Winston Axel Rose, en su disco con los Guns, Use your Ilusion I, hace el recuento de las fisuras de una sociedad tan enferma, polarizada, extremista y corrupta.

