AMLO, el mayor agresor de la prensa de los últimos 50 años: ya son 57 periodistas, asesinados durante la 4T
Este 3 de mayo volverá a ser motivo por el que la necia memoria tenga que recordar, sin que suene a slogan, que México sigue siendo el país sin guerra más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. La violencia contra los periodistas que se vive en México solo es superada por la violencia que enfrentar los comunicadores en La Franja de Gaza, una zona de guerra en donde –al día de hoy- ya son 97 los trabajadores de los medios de comunicación que han caído asesinados por los bombardeos israelíes iniciados desde octubre del 2023
A lo largo de su campaña, hace ya casi seis años, el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador ofreció frenar la violencia contra los periodistas. A solo cinco meses de que concluya con su gestión administrativa, el promotor humanista de la Cuarta Transformación se ha convertido en el presidente que más periodistas ha visto caer asesinados durante su sexenio.
Andrés Manuel López Obrador no solo no pudo cumplir su promesa de no más violencia contra el gremio informativo nacional, sino que no pudo bajar los índices de letalidad que ya venían al alza desde otras administraciones: el sexenio de la Cuarta Transformación ya es el más mortífero para los periodistas, al llegar a 57 periodistas ejecutados.
Este 3 de mayo se celebra a nivel mundial el Dia de la Libertad de Prensa, y otra vez en México, no hay nada que celebrar. Será un día de luto por todos los periodistas que han sido asesinados y los que han sido desaparecidos. Será también un acicate para aquellos otros periodistas que trabajan bajo amenazas, desplazados o practicando un autocuidado ante la ineficiencia del Estados para brindarles seguridad.
Este 3 de mayo volverá a ser motivo por el que la necia memoria tenga que recordar, sin que suene a slogan, que México sigue siendo el país sin guerra más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. La violencia contra los periodistas que se vive en México solo es superada por la violencia que enfrentar los comunicadores en La Franja de Gaza, una zona de guerra en donde ─al día de hoy─ ya son 97 los trabajadores de los medios de comunicación que han caído asesinados por los bombardeos israelíes iniciados desde octubre del 2023.
Si bien es cierto, como lo ha referido el propio Andrés Manuel López Obrador, puede que el presidente no haya mandado asesinar a ningún periodista, pero también resulta interesante la tesis planteada en su momento por quien fuera el sub secretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación de la 4T, Alejandro Encinas, quien aseguró que más del 90 por ciento de los asesinatos de periodistas es resultado de la colusión de miembros del crime organizado con funcionarios públicos.
Talvez por eso se haya ido a la mayor alza histórica el asesinato de periodistas, durante el gobierno de la Cuarta Transformación: por la alianza que se ha fortalecido entre funcionarios públicos y miembros del crimen organizado, los primeros utilizando a los segundos como brazos ejecutores contra aquellos periodistas que con sus publicaciones llegan a trastocar los intereses económicos o de poder de la clase gobernante.
La ola de violencia que persiste contra los periodistas en México no es producto de la violencia del pasado, ni es causa directa de otros gobiernos anteriores coludidos con el narco. La letalidad que hoy vive la prensa ─en México─ es responsabilidad manifiesta del crimen organizado, al que se le ha permitido crecer y hasta se le alienta desde la conferencia del presidente López.
La Conferencia, principal centro de ataques
El tema es reconocido por propios y extraños. Si hay un momento del gobierno del presidente López Obrador en el que se agreda a la prensa, es justamente durante las Conferencias de Prensa Mañaneras, las que suceden invariablemente todos los días hábiles entre las 7:30 y las 10:30 de la mañana. En ese espacio, el presidente López Obrador establece cómo es el periodismo que le gusta:
Para el presidente de México, López Obrador, el tema con la prensa es simple: se está a favor o en contra de la Cuarta Transformación. No entiende que la prensa no milita. No cree en el trabajo independiente de los periodistas. Considera que si alguien critica las acciones de su gobierno o expone la corrupción, es porque se está en su contra. López reduce el periodismo a un simple acto de estar a favor o en contra de un régimen.
La ignorancia de López Obrador en materia de periodismo es evidente. Cuestiona la parcialidad de los opinadores que escriben columnas ─cuya función es esa, ser parciales como opinadores─. Busca la imparcialidad y la objetividad en los géneros opinativos. El presidente no entiende que en donde se debe buscar y encontrar la imparcialidad del periodismo es justamente en los géneros informativos, los que por su propia naturaleza no pueden llevar opinión. Y esa es la causa de su enojo.
No hay, en todo el registro estenográfico de las conferencias de prensa Mañaneras de López Obrador, una sola conferencia en donde el presidente no haga alusión de molestia, enojo, discrepancia, burla, denostación o calumnia de los medios de comunicación en general y de algunos periodistas en particular, por el solo hecho de no coincidir con la visión oficial sobre algunos temas generales.
De hecho, siguiendo fiel a su discurso de confrontación abierta con los medios de comunicación y periodistas incomodos, bajo el argumento de hacer uso de su derecho ─de ciudadano común─ a la réplica (una réplica que es cuestionada por el solo hecho de que Andrés Manuel no es un hombre común, sino el Presidente de México), el presidente López se ha creado sus propios némesis: Carmen Aristegui, Carlos Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga, entre otros comunicadores, en los que encarna a todos los que no aplauden las acciones de la Cuarta Transformación.
Con base en lo anterior, bajo el principio de que el presidente López solo reconoce como periodismo autentico a aquellos comunicadores que se dedican a aplaudir las acciones del régimen, es que organismos de peso como Reporteros Sin Frontera (RSF), Artículo 19, Comité de Protección de Periodistas, y el propio comisionado de la ONU para la Libertad de Expresión, han reconocido abierta y públicamente que una las acciones de mayor agresión a la prensa que padecen los periodistas en México son los embates de las Mañaneras.
El de López, el gobierno más violento para la Prensa
A causa de las acciones promoción a la violencia contra los periodistas, que realiza en forma constante el presidente López Obrador desde la Conferencia de Prensa de las Mañanas, es que se ha elevado el índice de asesinatos de periodistas. López Obrador ya es el presidente que más periodistas ha visto caer en el ejercicio de sus labores durante su sexenio, superando al propio Felipe Calderón, quien estaba considerado el mayor agresor de la prensa mexicana.
Durante el sexenio del presidente López Obrador, al que aún le restan 5 meses para que llegue a su conclusión, han sido asesinados 57 periodistas; durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, fueron ejecutados 38 periodistas, durante el gobierno de Felipe Calderón asesinaron a 51 periodistas, en el sexenio de Vicente Fox fueron 20 los periodistas ejecutados, en la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León fueron 24 periodistas asesinados, mientras que durante el régimen de Carlos Salinas de Gortari, fueron asesinados 46 periodistas.
Si vemos un poco más atrás, durante el gobierno del presidente Miguel de la Madrid fueron asesinados 33 periodistas, en tanto que durante el gobierno de José López Portillo se contabilizaron un total de 12 periodistas asesinados. Durante el régimen del “carnicero” Luis Echeverría Álvarez fueron asesinados solo 6 periodistas.
Es decir, en materia de opresión a la prensa mediante el asesinato y la amenaza, el temible Luis Echeverría Álvarez es un niño de pecho frente al humanista Andrés Manuel López Obrador.
Aquí la lista de los periodistas asesinados de la 4T
Pese a que en la lista de periodistas asesinados en lo que va del gobierno del presidente López se contabilizan un total de 57 trabajadores de la información, en la lista oficial del régimen del presidente Lopez solo se reconocen 19 periodistas asesinados. ¿Cuál es la norma que establece el gobierno federal para decir quien sí y quien no es periodista? no se sabe, solo se evidencia la discriminación de gran parte de los periodistas asesinados.
Frente a los 57 periodistas asesinados que se han registrado en lo que va de este sexenio, el gobierno de López Obrador solo reconoce que “en el año 2022, fueron 13 casos (de periodistas asesinados); en el 2023, fueron cinco, y solo uno en este del año 2024”, según lo dio a conocer el subsecretario de Seguridad Publica, el General Luis Rodríguez Bucio.
Los otros datos, los de la realidad, indican otra cosa: en el 2018, durante el primer mes de gobierno de AMLO, fueron dos periodistas asesinados; en el 2019, fueron 13 periodistas ejecutados; en el 2020, se llegó a 14 periodistas asesinados; en el 2021, fueron 8 periodistas acribillados; en el 2022, se llegó a 12 comunicadores silenciados de por vida; en el 2023, fueron siete periodistas ejecutados; mientras, en lo que va del 2024, ya se registró el primer asesinato de este tipo.
Estos son los asesinatos del régimen
En el 2018 fueron asesinados Jesús Alejandro Márquez Jiménez y Diego García Corona. En el 2019 fueron ejecutados, Rafael Murúa Manríquez, Jesús Ramos Rodríguez, Reynaldo López, Santiago Barroso Alfaro, Omar Iván Camacho, Gabriel Garza Flores, Telésforo Santiago Enríquez, Francisco Romero Díaz, Norma Sarabia, Rogelio Barragán Perez, Edgar Alberto Nava López, Jorge Celestino Ruiz Vázquez y Nevith Condés Jaramillo.
En el 2020 cayeron los periodistas Álvaro Ruiz, Fidel Ávila, Teresa Aracely Alcocer, Maria Elena Ferral Hernández, Víctor Fernando Álvarez Chávez, Jorge Miguel Armenta Ávalos, Alma Angélica Aguilar Domínguez, Jose Castillo, Pablo Morrugares Parraguirrre, Julio Valdivia, Arturo Alba Medina, Jesus Alfonso Piñuelas, Israel Vásquez Rangel y Jaime Daniel Castaño Zacarías.
En el 2021 desaparecieron dos periodistas, Jorge Molontzin Centlal, quien fue visto por última vez en Caborca, Sonora el 9 de marzo, y Pablo Felipe Romero Chávez, a quien se le perdió de vista en Guaymas, Sonora, el 3 de mayo de ese año.
En ese mismo año del 2021, fueron asesinados, Benjamin Morales Hernández, Gustavo Sánchez Cabrera, Enrique García, Saúl Tijerina Rentería, Abraham Mendoza, Ricardo Domínguez López, Jacinto Romero Flores y Manuel Gonzalez Reyes.
En el 2022, fueron ejecutados por el crime organizado los periodistas José Luis Gamboa, Alfonso Margarito Martínez, Lourdes Maldonado, Roberto Toledo, Ernesto Islas Flores, Heber López Vásquez, Jorge Camero, Juan Carlos Muñiz, Armando Linares López, Luis Enrique Ramírez, Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera.
En el 2023 fueron abatidos los periodistas Gerardo Torres Rentería, Abisaí Pérez Romero, Ramiro Araujo Ochoa, Carlos Acosta, Marco Aurelio Ramírez Hernández, Luis Martín Sánchez Íñiguez y Nelson Matus, mientras que el primer periodista asesinado del 2024 ya es Roberto Carlos Figueroa.